Balance general: pasivo y capital contable
El balance general proporciona a los acreedores, inversores y analistas información sobre los recursos (activos) de la empresa y sus fuentes de capital (su patrimonio y pasivos). Normalmente, también proporciona información sobre la capacidad de ganancias futuras de los activos de una empresa, así como una indicación de los flujos de efectivo que pueden provenir de cuentas por cobrar e inventarios.
Los pasivos representan las obligaciones de una empresa derivadas de acontecimientos pasados, cuya liquidación se espera que dé lugar a una salida de beneficios económicos de la entidad.
Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2022-02-28), 10-K (Fecha del informe: 2021-02-28), 10-K (Fecha del informe: 2020-02-29), 10-K (Fecha del informe: 2019-02-28), 10-K (Fecha del informe: 2018-02-28), 10-K (Fecha del informe: 2017-02-28).
El análisis de los datos financieros revela varias tendencias y patrones relevantes a lo largo del período considerado. En términos de endeudamiento a corto plazo, se observa un incremento significativo entre 2017 y 2018, pasando de 606,500 a 746,800 miles de dólares, y continuó en 2019 alcanzando 791,500 miles. Sin embargo, en 2020 se registra una reducción sustancial a 238,900 miles, seguida de una recuperación en 2022, con un monto de 323,000 miles. Este comportamiento puede reflejar cambios en la gestión de efectivo o en las necesidades de financiamiento a corto plazo en respuesta a condiciones específicas del mercado o de la compañía.
Por otro lado, los vencimientos de deuda a largo plazo presentan volatilidad, con un pico en 2019 en 1,065,200 miles de dólares y una reducción en 2020 y 2021, finalizando en 605,300 miles en 2022. Esto puede indicar refinanciamiento, reestructuración o amortización de pasivos a largo plazo. La deuda total, que combina pasivos a corto y largo plazo, muestra un aumento progresivo desde 2017, alcanzando un máximo en 2019, y luego una disminución en 2020 y 2021, aunque con una ligera recuperación en 2022, terminando en 13,808 millones de dólares.
El pasivo corriente, que incluye obligaciones a corto plazo, disminuyó de forma significativa entre 2017 y 2021, pasando de 2,697,600 a 1,269,100 miles, pero volvió a aumentar en 2022 a 2,698,800 miles. Esto puede indicar cambios en la estructura de pasivos o en la capacidad de pago a corto plazo. Los pasivos no corrientes también muestran una tendencia descendente en términos absolutos, bajando de 9,020,000 en 2017 a 11,09 millones en 2022, sugiriendo una reducción en el apalancamiento a largo plazo o en obligaciones futuras.
El patrimonio total, incluyendo capital social, utilidades retenidas y otras partidas, evidencia un crecimiento importante desde 2017 hasta 2019, con un pico en 2019 de acerca de 12,55 mil millones, seguido por una ligera disminución en 2020 y 2021, y nuevamente en 2022, donde finaliza en aproximadamente 11,73 mil millones. La variación en las utilidades retenidas, con un aumento constante en la mayor parte del período, refuerza la tendencia de acumulación de beneficios no distribuidos, aunque en 2022 hay una ligera reducción respecto a 2021.
El capital desembolsado adicional, que representa financiamiento adicional de los accionistas, muestra un incremento a lo largo de los años, alcanzando 1,80 mil millones en 2022, en comparación con 2,75 millones en 2017. La estructura de acciones Clase A y B permanece prácticamente constante, indicando una política de emisión estable en dicho período.
En cuanto a los otros componentes del patrimonio, las utilidades retenidas presentan un crecimiento sostenido además de pequeñas fluctuaciones, subrayando una tendencia favorable en la acumulación de beneficios. Sin embargo, las pérdidas integrales acumuladas en negativo tienden a profundizarse, pasando de -399,800 en 2017 a -412,700 en 2022, sugiriendo que la empresa enfrenta desafíos en la gestión de ciertos otros resultados integrales.
Finalmente, los pasivos totales y el capital contable total reflejan un aumento a lo largo del período, alcanzando un máximo en 2019 y experimentando cierta estabilización en 2022, ubicándose en cerca de 25.81 mil millones de dólares. La estructura de pasivos y patrimonio indica un apalancamiento elevado, aunque con ciertos cambios en la composición de las obligaciones y en el patrimonio, sugiriendo ajustes en la estrategia financiera de la organización.