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El análisis de los datos financieros trimestrales revela varias tendencias notables en la estructura de pasivos y patrimonio.

Participación del pasivo en relación con el patrimonio

Se observa una fluctuación en la participación del pasivo total respecto al patrimonio a lo largo del período. Inicialmente, la proporción de pasivos respecto al patrimonio neto se mantiene en niveles relativamente moderados, fluctuando alrededor del 55% al 57%, y alcanza picos cercanos al 59% en ciertos trimestres. Sin embargo, en algunos períodos, especialmente en el primer trimestre de 2023, la participación aumenta significativamente hasta aproximadamente el 56.69%, indicando un incremento en la estructura de financiamiento basada en pasivos.

Composición de los pasivos

El pasivo total está compuesto principalmente por pasivos no corrientes, los cuales representan una proporción significativa y relativamente estable con valores alrededor del 25% al 45%. No obstante, en ciertos trimestres like el de junio de 2021 y diciembre de 2022, dicho porcentaje supera el 30%, sugiriendo una mayor dependencia en financiamiento a largo plazo en esos períodos.

Los pasivos corrientes, en contraste, muestran una tendencia de incremento en la última parte del período analizado, alcanzando aproximadamente un 25% del total en el primer trimestre de 2023. La proporción de pasivos por pagar, especialmente cuentas por pagar de liquidación, ha mostrado un incremento en diversos períodos, alcanzando un máximo cercano al 10.67% en marzo de 2023, lo que puede reflejar mayores obligaciones a corto plazo.

El componente de impuestos diferidos oscila en niveles bajos, manteniéndose alrededor del 5% del pasivo total, sin mostrar cambios significativos, lo cual indica estabilidad en las obligaciones fiscales diferidas.

Deuda a corto plazo y largo plazo

Se evidencia una significativa variabilidad en el porcentaje de deuda a corto plazo. En ciertos trimestres como marzo de 2023, esta deuda supera el 6%, aunque en otros períodos se mantiene por debajo del 4%. Esto sugiere una posible mayor utilización de financiamiento de corto plazo en momentos específicos.

Por otro lado, la porción de deuda a largo plazo, excluyendo la parte corriente, generalmente representa cerca del 17% al 22% del pasivo total, pero en ciertos momentos, como en marzo de 2018 y junio de 2019, alcanza valores cercanos al 38-50%. La disminución en estos porcentajes en períodos posteriores podría indicar refinanciaciones o cambios en la estructura de deuda.

Capital y patrimonio neto

El capital adicional desembolsado muestra una tendencia ascendente, alcanzando niveles cercanos al 76.63% en marzo de 2023. Esto refleja una constante inyección de recursos en el patrimonio, posiblemente mediante emisión de nuevas acciones o aportaciones adicionales.

Las utilidades retenidas, en tanto, presentan una tendencia decreciente desde alrededor del 19% en 2018 hasta valores negativos en el primer trimestre de 2023, en torno a -24.79%. La pérdida acumulada en ese período podría indicar dificultades financieras o necesidades de reestructuración en la distribución de beneficios.

El valor nominal de las acciones ordinarias se mantiene constante en aproximadamente el 1% del pasivo total, mientras que la participación del capital adicional aumenta significativamente, sugiriendo que la fuente principal de financiamiento patrimonial es el capital desembolsado adicional en vez de utilidades retenidas.

Otros componentes del patrimonio

Las acciones propias en algunos períodos alcanzan un porcentaje negativo cercano al -6.89%, reflejando repurchases o buybacks, aunque en períodos recientes la participación negativa continúa, pero en menor escala. Las ganancias (pérdidas) acumuladas y otras ganancias integradas muestran cierta volatilidad, con cambios de signo en algunos períodos y fluctuaciones menores en otros, indicando variaciones en la valoración de activos y pasivos relacionados con ganancias no realizadas.