Fidelity National Information Services Inc. (NYSE:FIS)

El análisis de las tendencias en los datos financieros revela cambios significativos en la composición y distribución de los activos a lo largo de los años. En particular, se observa un incremento progresivo en el porcentaje de efectivo y equivalentes de efectivo, pasando del 2.96% en 2018 al 3.46% en 2022, indicando una mayor liquidez en la posición de la empresa.

Por otro lado, los depósitos de liquidación muestran una disminución en su proporción respecto al total de activos, descendiendo del 2.94% en 2018 a un valor cercano al 0.78% en 2022, lo que puede reflejar una reducción en las necesidades o en la utilización de estos instrumentos o actividades relacionadas.

La flotación de comerciante experimenta un crecimiento sostenido, elevándose desde niveles no reportados en 2018 hasta alcanzar un 4.15% en 2022. Esto sugiere una expansión en las operaciones relativas a la gestión de flujos de mercado y actividades comerciales.

Las cuentas por cobrar por liquidación muestran un incremento notable en su porcentaje de activos, en particular en 2022, alcanzando el 4.33%, lo que puede denotar un aumento en las operaciones de liquidación o en las ventas a crédito de este tipo en ese período. Similar tendencia se observa en los activos de liquidación, que casi duplican su porcentaje desde 4.13% en 2018 a 9.25% en 2022, reflejando un incremento en los activos asociados a liquidaciones.

Los deudores comerciales, netos de provisión, también siguen una tendencia de incremento, alcanzando un 5.85% en 2022 desde un 6.19% en 2018, sugiriendo una ligera tendencia al aumento en la cartera de créditos comerciales.

Las otras cuentas por cobrar y los gastos pagados por adelantado mantienen una participación relativamente constante, aunque con ligeros incrementos hacia 2022. La de otros activos no corrientes muestra un aumento progresivo, alcanzando un 3.24% en 2022, considerando la tendencia de incremento en diversos activos no corrientes.

El activo circulante, en términos relativos, incrementa significativamente en 2022, alcanzando el 20.26%, evidenciando una mayor proporción de activos de operación a corto plazo en la estructura del balance general.

En cuanto a los activos fijos, bienes y equipo, y activos intangibles, se observa una disminución relativa en su participación en 2020 y 2021, seguida por un aumento marginal en 2022. La buena voluntad mantiene una participación dominante, aunque experimenta una ligera disminución en el período más reciente, bajando del 64.31% en 2021 al 54.17% en 2022.

Los activos intangibles, en particular, presentan una menor proporción en comparación con los activos totales, manteniendo un rango cercano entre el 13.91% y el 18.85%. El software, como componente de activos intangibles, muestra una tendencia decreciente en su participación hasta 2021, pero vuelve a incrementarse en 2022, alcanzando el 5.12%.

Los activos relacionados con arrendamientos operativos (Activos ROU) siguen una tendencia decreciente en porcentaje respecto a la totalidad de activos, sugiriendo una reducción en dichos compromisos o un cambio en las políticas de arrendamiento.

Las inversiones en valores de capital y los activos relacionados con derechos contingentes de Visa Europe presentan incrementos en su participación relativa, aunque con valores relativamente bajos en comparación con otros componentes de activos no corrientes.

El porcentaje de derivados y otros activos no corrientes muestra incrementos moderados, reflejando una posible mayor participación en instrumentos financieros y otros activos no corrientes, en línea con las tendencias generales de diversificación de activos.

En contraste, los costos relacionados con contratos en implementaciones en curso y en implementaciones completadas muestran variaciones, pero en general mantienen una participación reducida del total de activos, con algunos incrementos en 2022. Los costos de cumplimiento de contratos en implementaciones muestran una tendencia estable en su participación relativa.

Finalmente, el análisis muestra un incremento en la proporción de activos diferidos, alcanzando el 1.71% en 2022, y una disminución significativa en la proporción de activos no corrientes en el total de activos, que pasa del 84.3% en 2018 al 79.74% en 2022. Esto indica una posible tendencia hacia una mayor liquidez y activos corrientes en la estructura del balance.