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Valero Energy Corp. (NYSE:VLO)

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Cuenta de resultados

Valero Energy Corp., elementos seleccionados de la cuenta de resultados, tendencias a largo plazo

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Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2023-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2019-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2018-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2017-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2016-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2015-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2014-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2013-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2012-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2011-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2010-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2009-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2008-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2007-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2006-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2005-12-31).


Este análisis sintetiza patrones observados en las series de ingresos, resultado operativo y utilidad neta atribuible a los accionistas, destacando tendencias, cambios relevantes y la volatilidad histórica.

Ingresos – tendencias y patrón general
La serie de ingresos muestra una volatilidad significativa con ciclos de expansión y contracción a lo largo del periodo. Los ingresos se elevan de 82,162 millones en 2005 a un máximo de 119,114 millones en 2008, seguido de una caída pronunciada a 68,144 millones en 2009. A partir de 2010-2012 se observa una recuperación sostenida hasta 139,250 millones en 2012 y 138,074 millones en 2013, con un ligero descenso en 2014 (130,844 millones). Entre 2015 y 2016 se aprecia una disminución notable (87,804 y 75,659 millones, respectivamente), antecediendo a una recuperación gradual: 2017 (93,980) y 2018 (117,033). 2019 (108,324) mantiene el nivel alto relativo, pero 2020 registra una caída extrema (64,912), seguido de una fuerte recuperación en 2021 (113,977) y un nuevo máximo histórico en 2022 (176,383). En 2023 se observa una disminución frente a 2022 (144,766), aunque se mantiene por encima de la mayoría de los años anteriores. En resumen, el comportamiento de los ingresos refleja ciclos vinculados a variaciones de demanda y precios, con picos notables en 2008, 2012-2013 y 2022 y caídas relevantes en 2009 y 2020.
Rentabilidad operativa – nivel y variabilidad
La rentabilidad operativa se mantiene en territorio positivo en la mayor parte de los años, pero presenta dos años de pérdidas relevantes: 2008 mostró un ligero resultado positivo (563 millones) y 2009 registró una pérdida de 58 millones; 2020 destacó por una caída marcada de -1,579 millones. En general, el periodo 2010-2015 exhibe una trayectoria de mejoría y mayor consistencia, con picos en 2014 (5,902 millones) y 2015 (6,358 millones). Posteriormente, la operatividad se mantiene en un rango entre aproximadamente 3,6 y 4,6 mil millones entre 2016 y 2019. Un punto de inflexión significativo ocurre en 2022, cuando el resultado operativo alcanza 15,690 millones, seguido de 11,858 millones en 2023, lo que indica una expansión sustancial de los márgenes operativos, probablemente impulsada por mejoras en eficiencia, márgenes de refinación o precios relativos de la mezcla de productos. En suma, la rentabilidad operativa es positiva en la mayoría de años recientes y muestra un salto extremo en 2022, con una caída en 2020 que sugiere sensibilidad a shocks de corto plazo.
Utilidad neta atribuible a los accionistas – volatilidad y correlación con la operación
La utilidad neta presenta mayor volatilidad que los ingresos y la rentabilidad operativa. Registra ganancias sostenidas en varios años (p. ej., 2006-2007, 2011-2015, 2017-2019) y caídas notables en 2008 (-1,131), 2009 (-1,982) y 2020 (-1,421). En 2022 se observa un pico significativo de 11,528 millones, seguido de 8,835 millones en 2023, lo que sugiere un incremento sustancial de la ganancia neta respecto a la mayoría de años previos, alineado en gran medida con el incremento observado en la rentabilidad operativa. El año 2021 muestra una ganancia modesta (930 millones) y 2010 devuelve una ganancia más baja (324 millones) pese a un entorno de ingresos relativamente alto, indicando que factores no operativos (impuestos, partidas extraordinarias, etc.) pueden influir notablemente en la utilidad neta. En conjunto, la utilidad neta tiende a moverse en consonancia con la rentabilidad operativa, pero con variaciones más marcadas, especialmente en 2022 y durante los años de crisis (2008-2009 y 2020).
Notas sobre interpretación y posibles implicaciones
Las crisis o shocks del negocio parecen afectar de forma desproporcionada la utilidad neta y, en menor medida, la rentabilidad operativa, mientras que los ingresos muestran una mayor persistencia de tendencia aunque con fuertes oscilaciones. El año 2022 destaca por un incremento simultáneo en ingresos, rentabilidad operativa y utilidad neta, señalando un periodo de fortalecimiento de la generación de valor operativa y de resultados para los accionistas. La caída pronunciada en 2020 sugiere exposición a shocks de demanda y/o precios, con una recuperación fuerte al año siguiente, lo que refleja resiliencia de la estructura de ingresos y la capacidad de generar valor en ciclos. En líneas generales, el desempeño reciente indica una mejora de la eficiencia y de los márgenes, con niveles de rentabilidad y utilidades netas significativamente superiores a los años previos a 2020.

Balance: activo

Valero Energy Corp., elementos seleccionados de los recursos, tendencias a largo plazo

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Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2023-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2019-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2018-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2017-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2016-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2015-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2014-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2013-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2012-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2011-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2010-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2009-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2008-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2007-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2006-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2005-12-31).


Este análisis sintetiza las tendencias observadas en los conceptos de activo circulante y activos totales durante el periodo 2005-2023, enfocándose en patrones de crecimiento, volatilidad y la relación entre ambas partidas, sin referirse a entidades específicas ni al formato original de los datos.

Activo circulante (US$ en millones)
La serie muestra un incremento neto a lo largo del periodo, con variaciones significativas entre años. Inicia en 8.276 en 2005 y asciende de forma general hasta 26.221 en 2023, aunque presenta caídas puntuales notables. Entre 2007 y 2008 cae desde 14.792 a 9.450, marcando un descenso pronunciado. A partir de 2009 se observa una recuperación sostenida, alcanzando 19.277 en 2013. Después se registran fluctuaciones anuales dentro de un rango cercano a 16.000-19.000 hasta 2020, cuando se produce una nueva caída a 15.844. A partir de 2021 se observa una fuerte aceleración, con 21.165 en 2021, 24.133 en 2022 y 26.221 en 2023. En términos relativos, la proporción del activo circulante respecto del total de activos aumenta a lo largo del tiempo, pasando de aproximadamente 25% en 2005 a alrededor de 41-42% en 2023, lo que indica una mayor importancia relativa de liquidez o de necesidades de capital de trabajo en la estructura de activos.
Activos totales (US$ en millones)
La serie de activos totales refleja una trayectoria de crecimiento a largo plazo con caídas puntuales. Comienza en 32.728 en 2005 y alcanza 42.722 en 2007, seguido de una caída a 34.417 en 2008. A partir de 2010 se recupera y continúa con una tendencia al alza: 42.783 (2011), 44.477 (2012) y 47.260 (2013). Entre 2014 y 2015 se observa una corrección hacia 45.550 y 44.343, respectivamente, y en 2016 se reanuda el crecimiento hasta 46.173, con aumentos continuos en 2017 y 2019 (50.158 y 53.864). En 2020 se registra una ligera reducción a 51.774, seguida de un incremento sostenido en 2021-2023, alcanzando 57.888, 60.982 y 63.056, respectivamente. En conjunto, la serie muestra una trayectoria de crecimiento a largo plazo con periodos de volatilidad cíclica y resiliencia tras caídas puntuales, especialmente en 2008 y 2020.
Relación entre activo circulante y activos totales
La relación aproximada entre el activo circulante y los activos totales evoluciona de aproximadamente 25% en 2005 a cerca de 42% en 2023. Este incremento indica una expansión relativa de la liquidez disponible o de las necesidades de capital de trabajo frente a la base total de activos a lo largo del periodo, con fluctuaciones significativas asociadas a los shocks de 2008 y 2020. Las iteraciones intermedias muestran ratios en el rango aproximado de 34-38% para gran parte de la década de 2010, con picos alrededor de 41-42% hacia 2022-2023, reflejando un cambio estructural hacia una mayor proporción de activos líquidos dentro de la composición total de activos.
Notas sobre volatilidad y puntos de inflexión
Se observan dos periodos de volatilidad pronunciada que coinciden con eventos macroeconómicos: 2008 (caída marcada en ambas series) y 2020 (descenso en el activo circulante y en los activos totales, aunque con una recuperación posterior). Después de estos puntos, ambos conceptos muestran tendencias de recuperación y crecimiento, con un ritmo más acelerado a partir de 2021-2023. En general, la estructura de activos refleja una transición hacia una mayor representatividad del activo circulante dentro de la base total, especialmente en los últimos años.

Balance general: pasivo y capital contable

Valero Energy Corp., partidas seleccionadas de pasivos y capital contable, tendencias a largo plazo

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Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2023-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2019-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2018-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2017-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2016-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2015-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2014-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2013-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2012-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2011-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2010-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2009-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2008-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2007-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2006-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2005-12-31).


Se presenta un análisis de tres rubros clave, expresados en millones de USD (US$ en millones), para el periodo 2005-2023. Todos los valores están registrados y no se identifican celdas vacías. El enfoque se centra en patrones de liquidez, endeudamiento y patrimonio, observando cambios relevantes a lo largo del tiempo, incluida una fase de crecimiento sostenido hasta 2019-2020, una caída en 2020-2021 y una recuperación acelerada en 2022-2023.

Pasivo corriente
El pasivo corriente presenta volatilidad a lo largo del periodo. En 2005 se sitúa en 7.305 millones y asciende hasta 11.914 millones en 2007, seguido de una caída pronunciada a 6.209 millones en 2008. Entre 2009 y 2013 resulta una recuperación gradual, alcanzando 13.123 millones en 2013; desciende a 9.980 millones en 2014 y a 7.360 millones en 2015, con avances modestos en 2016 (8.328), 2017 (11.071), 2018 (10.724) y 2019 (13.160). En 2020 se produce una disminución a 9.283 millones, para experimentar un incremento significativo a 16.851 millones en 2021 y un nuevo máximo de 17.461 millones en 2022; en 2023 se observa una ligera reducción a 16.802 millones. En conjunto, el rango del pasivo corriente abarca aproximadamente 6.209 a 17.461 millones, reflejando cambios relevantes en la necesidad de liquidez a corto plazo y en la presión operativa durante periodos de mayor actividad o estrés.
Obligaciones de deuda y arrendamiento financiero
Este rubro muestra una trayectoria de incremento gradual desde 2005 (5.378 millones) hasta 2019 (9.672 millones). En 2020 se produce un aumento sustancial a 14.677 millones, seguido de una reducción en 2021 a 13.870 millones y continuas caídas en 2022 (11.635) y 2023 (11.524). El salto de 2019 a 2020 representa aproximadamente un incremento del 52% en comparación con 2019, y las caídas posteriores señalan una reversión parcial hacia niveles por encima de los de pre-2020, pero por debajo del pico de 2020. En términos generales, la serie se mantiene por encima de los niveles observados antes de 2020, con un endurecimiento notable durante el año 2020 y una gradual normalización en los años siguientes.
Capital contable total
El capital contable total se normaliza en una trayectoria mayormente creciente a lo largo del periodo. Inicia en 15.050 millones en 2005 y asciende a 18.605 millones en 2006, con ligero descenso hacia 18.507 millones en 2007 y una caída adicional a 15.620 millones en 2008. Entre 2009 y 2011 se observa cierta estabilidad y crecimiento gradual (14.725 en 2009; 15.025 en 2010; 16.423 en 2011). A partir de 2012 se acelera el crecimiento, alcanzando 18.032 en 2012, 19.460 en 2013 y 20.677 en 2014, seguido de una leve reducción a 20.527 en 2015 y a 20.024 en 2016. El periodo 2017-2019 muestra un impulso significativo: 21.991 en 2017, 21.667 en 2018 y 21.803 en 2019. En 2020 se produce una caída a 18.801 y en 2021 a 18.430; luego se observa una fuerte recuperación a 23.561 en 2022 y un nuevo máximo histórico de 26.346 en 2023. En conjunto, la serie refleja una tendencia de crecimiento de largo plazo con una interrupción en 2020-2021 y una sólida recuperación en 2022-2023, alcanzando niveles récord al final del periodo.

Estado de flujos de efectivo

Valero Energy Corp., elementos seleccionados del estado de flujo de efectivo, tendencias a largo plazo

US$ en millones

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Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2023-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2019-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2018-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2017-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2016-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2015-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2014-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2013-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2012-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2011-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2010-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2009-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2008-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2007-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2006-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2005-12-31).


El análisis de las series de flujos de efectivo muestra tres patrones diferenciados entre las tres actividades evaluadas. La generación de efectivo operativa es la principal fuente de liquidez y presenta variabilidad considerable, especialmente en años de shock macroeconómico; las inversiones netas consumen efectivo de forma sostenida; y las actividades de financiación concentran salidas netas en la mayoría de los años, con periodos puntuales de aporte neto de efectivo que modifican el perfil de liquidez.

Efectivo neto proporcionado por las actividades operativas
La cifra operativa fue positiva a lo largo de todo el periodo, con una intensidad que osciló entre aproximadamente US$ 1.0 y US$ 12.6 mil millones. Se observó una fase de empeoramiento relativo entre 2007 y 2009, seguida de una recuperación gradual hasta 2013 y una nueva oscilación entre 2014 y 2019, manteniéndose mayoritariamente por encima de US$ 4.000 millones. El año 2020 marca una caída abrupta a US$ 948 millones, probablemente asociada a condiciones extraordinarias que afectaron la operativa, seguida de una fuerte recuperación en 2021 (US$ 5.859 millones) y un pico histórico en 2022 (US$ 12.574 millones). En 2023 se mantiene en un nivel alto (US$ 9.229 millones), aunque por debajo del máximo de 2022. En conjunto, la serie indica una dependencia tradicional de una generación de efectivo operativa robusta, con un episodio puntual de alta volatilidad durante 2020 y una recuperación sostenida en los años siguientes.
Efectivo neto utilizado en actividades de inversión
Las salidas de efectivo por inversiones son netas y persistentes a lo largo de todos los años analizados, con valores negativos en todos los periodos. La magnitud varía significativamente, desde mínimos de alrededor de US$ 582 millones (2007) hasta picos de aproximadamente US$ 5.298 millones (2011) y US$ 3.928 millones (2018). En general, las salidas de inversión oscilan en un rango medio de tres a cuatro mil millones de dólares, con periodos de intensificación de la inversión en años intermedios (2011 y 2018 destacan como años de mayores salidas). No se observa ningún año con flujo neto positivo de inversión, lo que indica una asignación continua de efectivo a inversiones de capital o adquisición de activos, sin reemplazo significativo de caja por ventas de activos en el periodo analizado.
Efectivo neto proporcionado por (utilizado en) actividades de financiación
El flujo de financiación presenta mayoritariamente salidas netas, con algunos años de aporte neto de efectivo (2009, 2010 y 2020). En 2009 se registra un flujo positivo de US$ 1.289 millones, en 2010 US$ 0.816 millones, y en 2020 US$ 2.077 millones. Sin embargo, la tendencia dominante en la mayoría de los años posteriores es negativa, con magnitudes significativas especialmente en 2022 (US$ -8.849 millones) y 2023 (US$ -6.941 millones), lo que implica fuertes salidas de efectivo vinculadas a actividades de financiación (por ejemplo, reembolsos de deuda, pago de dividendos u otros movimientos de capital). Entre 2005 y 2018 los flujos de financiación fueron mayormente negativos, con una caída marcada en años como 2007, 2011 y 2014. En conjunto, el perfil de financiación se caracteriza por una generación intermitente de efectivo positivo en años puntuales y, en la mayor parte del periodo reciente, por salidas netas significativas que reducen la liquidez disponible.

Datos por acción

Valero Energy Corp., datos seleccionados por recurso compartido, tendencias a largo plazo

US$

Microsoft Excel

Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2023-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2019-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2018-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2017-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2016-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2015-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2014-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2013-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2012-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2011-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2010-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2009-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2008-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2007-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2006-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2005-12-31).

1, 2, 3 Datos ajustados por divisiones y dividendos de acciones.


Resumen analítico de tendencias basado en indicadores por acción para el periodo considerado, sin referencia a la identidad de la entidad ni a la estructura original de los datos.

Beneficio básico por acción (EPS básico) en US$
La serie inicia con un valor de 6.51 en 2005 y asciende hasta 9.27 en 2007, señalando periodo de crecimiento de la rentabilidad por acción. En 2008 y 2009 cae de forma marcada, registrando -2.16 y -3.67 respectivamente, lo que indica un periodo de fuerte contracción de la generación de beneficios. A partir de 2010 se observa una recuperación gradual, con valores positivos entre 0.57 en 2010 y 6.88 en 2014, seguido por una nueva oscilación: 8.00 en 2015 y 4.94 en 2016. En 2017 se registra un nuevo pico de 9.17, seguido de una corrección a 7.30 en 2018 y 5.84 en 2019. En 2020 se produce otra caída significativa con -3.50, pero se observa recuperación en 2021 con 2.27. A partir de 2022 se observa un salto notable a 29.05, manteniéndose alto en 2023 con 24.93. En conjunto, la serie presenta alta volatilidad con periodos de recuperación pronunciada tras caídas, y un pico histórico al final del periodo analizado que contrasta con las caídas observadas en 2008-2009 y 2020.
Beneficio diluido por acción (EPS diluido) en US$
La trayectoria del EPS diluido muestra similitudes con el EPS básico: inicia en 6.10 en 2005, sube a 8.88 en 2007, y experimenta caídas bruscas en 2008 (-2.16) y 2009 (-3.67). La recuperación inicia en 2010 (0.57) y se mantiene en rangos positivos entre 3.68 y 6.85 durante 2011-2014, con 7.99 en 2015 y 4.94 en 2016. En 2017 se registra 9.16, 2018 7.29 y 2019 5.84. En 2020 se verifica una caída a -3.50 y, 2021, 2.27. El máximo se alcanza en 2022 con 29.04 y se mantiene en 24.92 en 2023. En conjunto, el EPS diluido reproduce las mismas oscilaciones estructurales observadas en el EPS básico, reflejando la volatilidad de la rentabilidad por acción durante el periodo.
Dividendo por acción (dividendos) en US$
La serie de dividendos por acción muestra una trayectoria de crecimiento progresivo a lo largo de todo el periodo analizado. Comienza en 0.19 en 2005 y aumenta de forma continua hasta 0.60 en 2009. En 2010 se produce un recorte a 0.20, seguido de una recuperación gradual: 0.30 (2011), 0.65 (2012), 0.85 (2013) y 1.05 (2014). A partir de 2015 se acelera el crecimiento: 1.70 (2015), 2.40 (2016), 2.80 (2017), 3.20 (2018) y 3.60 (2019). En 2020 se registra 3.92, y se mantiene en ese nivel para 2021 y 2022, con un ligero incremento a 4.08 en 2023. Este comportamiento sugiere una política de dividendos con incrementos sostenidos a largo plazo, con una breve pausa en 2010 y una estabilización en niveles elevados durante la última parte del periodo analizado, seguido de un ligero repunte en 2023.