Estructura del balance: activo
Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2023-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2019-12-31).
La proporción de efectivo y equivalentes de efectivo en relación con los activos totales muestra una tendencia de incremento a lo largo de los años, pasando de un 4.8% en 2019 a un 8.6% en 2023. Esto indica una creciente preferencia por mantener liquidez en la estructura de activos de la compañía.
Las cuentas por cobrar en relación con los activos totales presentan fluctuaciones, con un pico notable en 2021 y 2022, alcanzando un 17.22% y 17.65%, respectivamente, antes de reducirse ligeramente en 2023 a 17.51%. La proporción de cuentas por cobrar netas también refleja esta tendencia, aumentando desde un 16.69% en 2019 hasta un 19.86% en 2023, sugiriendo un incremento en la cartera de clientes o en la política de crédito.
Las cuentas por cobrar también muestran un aumento en su participación en los activos totales durante los últimos años, lo que podría indicar una mayor exposición a riesgos crediticios o una estrategia de crecimiento en ventas a crédito.
Las partidas relacionadas con inventarios exhiben una ligera disminución en su porcentaje de 13.02% en 2019 a 11.66% en 2020, para luego mantenerse relativamente estables en torno a un 11% y posteriormente ascender nuevamente a un 12.03% en 2023. La estabilidad en estos niveles puede reflejar un control eficiente del inventario.
El activo circulante en su conjunto manifiesta una tendencia ascendente, incrementándose desde un 35.22% en 2019 hasta un 41.58% en 2023. Esto sugiere un aumento en la liquidez y en la participación de activos líquidos en la estructura total, alineándose con la tendencia de mayor liquidez observada en efectivo y equivalentes.
Por otro lado, el inmovilizado material, neto, muestra una disminución en su participación en los activos totales, descendiendo desde un 54.33% en 2019 a un 47.91% en 2023. Este cambio puede reflejar una menor inversión en activos fijos o un proceso de desinversión en estas partidas.
Los activos de ROU (Right of Use) de arrendamiento operativo también muestran una ligera baja en su porcentaje de activos totales, acercándose a la eliminación progresiva de estas obligaciones en la estructura de activos, con una reducción del 2.47% en 2019 a 1.80% en 2023.
Las inversiones en negocios conjuntos no consolidados y los créditos de cumplimiento adquiridos presentan una tendencia decreciente en su participación relativa, pasando de cerca del 1.75% en 2019 a aproximadamente 1.13-0.97% en 2023, lo que puede reflejar menos inversiones en estas áreas o cambios en las políticas de inversión.
Los activos intangibles, incluyendo la buena voluntad y otros activos intangibles, muestran una disminución significativa en su participación, pasando de un 0.53% en 2019 a aproximadamente 0.29% en 2023. La reducción en la participación de activos intangibles puede indicar amortizaciones o desinversiones en estas partidas.
Los cargos diferidos y otros activos netos permanecen relativamente estables en su porcentaje, con una ligera fluctuación, manteniéndose en torno al 10.5%, sugiriendo continuidad en los contratos y cargos diferidos.
El activo no corriente presenta una tendencia de descenso, desde un 64.78% en 2019 hasta un 58.42% en 2023, señalando una disminución en la proporción de activos no corrientes en la estructura total, consistente con la reducción en activos fijos físicos y activos intangibles.
Finalmente, el análisis de las proporciones en su conjunto revela una estructura de activos en transformación, con mayor énfasis en activos líquidos y circulantes, disminuyendo la participación de activos no corrientes y fijos. Estos cambios pueden interpretarse como una estrategia de mayor liquidez y dinamismo financiero por parte de la compañía, con una gestión que favorece la flexibilidad y la disponibilidad de recursos en el corto plazo.