Phillips 66 (NYSE:PSX)

El análisis de los datos revela tendencias diferenciadas en los indicadores de liquidez a lo largo del período examinado.

Coeficiente de Liquidez Corriente

Se observa una fluctuación en este ratio, comenzando en 1.51 y presentando un descenso inicial hasta 1.18. Posteriormente, se registra una recuperación hasta 1.48, seguida de una estabilización en torno a 1.28-1.31 en los trimestres finales del período. Esta variabilidad sugiere cambios en la composición de los activos corrientes y pasivos corrientes.

Ratio de Liquidez Rápida

Este indicador muestra una trayectoria similar al coeficiente de liquidez corriente, con una disminución inicial desde 0.87 hasta 0.73, seguida de un aumento notable hasta 1.05. En los trimestres posteriores, el ratio se mantiene en un rango entre 0.74 y 0.87, indicando una capacidad de pago a corto plazo que depende en menor medida de la conversión de inventarios en efectivo.

Ratio de Liquidez en Efectivo

El ratio de liquidez en efectivo presenta la mayor volatilidad de los tres indicadores. Inicialmente, se sitúa en 0.23, experimentando fluctuaciones significativas a lo largo del tiempo, con un máximo de 0.34 y un mínimo de 0.08. Esta variabilidad sugiere una gestión activa de la tesorería o una dependencia considerable de flujos de efectivo externos. El ratio finaliza el período en 0.14, mostrando una ligera disminución respecto a los trimestres anteriores.

En general, se aprecia una correlación entre los tres ratios, con movimientos similares a lo largo del tiempo. La fluctuación en los indicadores de liquidez podría estar relacionada con ciclos operativos, inversiones en activos corrientes o cambios en las políticas de financiamiento a corto plazo. La relativa estabilidad observada en los últimos trimestres sugiere una consolidación de la posición de liquidez.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la composición del balance. Se observa una fluctuación en el activo circulante a lo largo del período analizado, con un incremento general desde el primer trimestre de 2016 hasta el último trimestre de 2019, aunque con variaciones trimestrales.

El pasivo corriente también presenta variabilidad, mostrando un aumento considerable desde el primer trimestre de 2016 hasta el segundo trimestre de 2016, seguido de una disminución y posterior estabilización con incrementos puntuales. En general, el pasivo corriente tiende a ser sustancialmente menor que el activo circulante.

Activo Circulante

El activo circulante experimentó un crecimiento notable entre el primer trimestre de 2016 y el cuarto trimestre de 2017, alcanzando su valor más alto en este último período. Posteriormente, se observa una ligera disminución en el primer trimestre de 2018, seguida de un nuevo aumento hasta el tercer trimestre de 2018. El último trimestre de 2019 muestra un valor similar al del primer trimestre de 2017.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente muestra una tendencia al alza en el primer semestre de 2016, seguido de una estabilización y fluctuaciones menores en los trimestres siguientes. Se aprecia un incremento significativo en el segundo trimestre de 2018, aunque se reduce en el trimestre posterior. El último trimestre de 2019 se mantiene en niveles similares a los del primer trimestre de 2016.

El coeficiente de liquidez corriente, calculado a partir de los datos proporcionados, fluctúa alrededor de 1.3, indicando una capacidad general para cubrir las obligaciones a corto plazo con los activos circulantes. Se observa una ligera disminución en el coeficiente durante el segundo trimestre de 2016 y el cuarto trimestre de 2018, mientras que alcanza su valor más alto en el cuarto trimestre de 2017. La variación en este ratio sugiere cambios en la gestión de activos y pasivos a corto plazo.

Coeficiente de Liquidez Corriente

El ratio se mantuvo relativamente estable a lo largo del período, con fluctuaciones que no alteran significativamente la capacidad de la entidad para hacer frente a sus obligaciones a corto plazo. La ligera disminución observada en algunos trimestres podría indicar una mayor dependencia de financiamiento a corto plazo o una gestión más agresiva de los activos circulantes.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la liquidez de la entidad a lo largo del período examinado.

Activos Rápidos

Se observa una fluctuación considerable en el total de activos rápidos. Inicialmente, se registra un aumento desde 6460 hasta 7829, seguido de una disminución a 7338 y un repunte a 9108. Posteriormente, se aprecia una reducción a 7203, con una recuperación gradual hasta alcanzar un máximo de 10625. A partir de este punto, se identifica una tendencia a la baja, con fluctuaciones menores hasta llegar a 10124.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente muestra una tendencia general al alza durante la mayor parte del período. Se incrementa de 7419 a 10400, manteniendo niveles elevados y con fluctuaciones entre 10100 y 9463. Posteriormente, se observa una disminución a 8730, seguida de un nuevo aumento hasta alcanzar un máximo de 11732. Finalmente, se registra una ligera disminución a 11646.

Ratio de Liquidez Rápida

El ratio de liquidez rápida presenta una volatilidad considerable. Inicialmente, se sitúa en 0.87, disminuyendo a 0.75 y 0.73. A continuación, experimenta una mejora a 0.96, seguida de una ligera disminución a 0.83 y 0.87. Posteriormente, se observa una caída a 0.8 y un repunte significativo a 1.05. A partir de este punto, el ratio fluctúa entre 0.75 y 0.87, mostrando una relativa estabilidad en los últimos períodos.

Tendencias Generales

A pesar de las fluctuaciones, se puede observar una correlación inversa entre los activos rápidos y el pasivo corriente. El ratio de liquidez rápida, aunque variable, se mantiene generalmente por encima de 0.7, lo que sugiere una capacidad razonable para cubrir las obligaciones a corto plazo con activos líquidos. Sin embargo, la volatilidad del ratio indica una sensibilidad a los cambios en los activos rápidos y el pasivo corriente. El período que comprende el último trimestre de 2017 y el primer trimestre de 2018 destaca por un ratio de liquidez rápida superior a 1, lo que indica una posición de liquidez más sólida en ese momento.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la gestión de activos y pasivos corrientes, así como en la liquidez en efectivo a lo largo del período examinado.

Activos totales en efectivo

Se observa una fluctuación considerable en los activos totales en efectivo. Inicialmente, se registra un incremento desde 1723 US$ millones en marzo de 2016 hasta 2711 US$ millones en diciembre de 2016. Posteriormente, se produce una disminución a 1513 US$ millones en marzo de 2017, seguida de una recuperación y un nuevo pico de 3119 US$ millones en diciembre de 2017. A partir de 2018, la tendencia es a la baja, alcanzando un mínimo de 842 US$ millones en marzo de 2018, para luego experimentar variaciones sin alcanzar los niveles previos. En 2019, se mantiene una volatilidad similar, con un cierre en 1614 US$ millones en diciembre.

Pasivo corriente

El pasivo corriente muestra una tendencia general al alza durante el período. Se incrementa significativamente desde 7419 US$ millones en marzo de 2016 hasta alcanzar un máximo de 11732 US$ millones en diciembre de 2018. Aunque presenta fluctuaciones trimestrales, se mantiene en un rango elevado, cerrando en 11646 US$ millones en diciembre de 2019. Se observa una ligera disminución en el último trimestre de 2019, pero el nivel general permanece alto.

Ratio de liquidez en efectivo

El ratio de liquidez en efectivo exhibe una variabilidad considerable, correlacionada con las fluctuaciones en los activos totales en efectivo y el pasivo corriente. Inicialmente, se sitúa alrededor de 0.23 en 2016, experimentando un pico de 0.31 en diciembre de 2017. Sin embargo, disminuye a 0.09 en marzo de 2018, indicando una menor capacidad para cubrir las obligaciones corrientes con activos en efectivo. A lo largo de 2019, el ratio se mantiene en un rango entre 0.14 y 0.19, mostrando una relativa estabilidad, aunque en niveles generalmente inferiores a los observados en 2017. La volatilidad sugiere una gestión activa de la liquidez, con cambios en la composición de los activos y pasivos.

En resumen, los datos indican una gestión dinámica de la liquidez, con fluctuaciones significativas en los activos en efectivo y el pasivo corriente. El ratio de liquidez en efectivo, aunque variable, se mantiene en niveles que podrían requerir monitoreo continuo para asegurar la capacidad de cumplir con las obligaciones a corto plazo.