Estado de flujos de efectivo
El estado de flujo de efectivo proporciona información sobre los ingresos y pagos de efectivo de una empresa durante un período contable, mostrando cómo estos flujos de efectivo vinculan el saldo de efectivo final con el saldo inicial que se muestra en el balance general de la empresa.
El estado de flujos de efectivo consta de tres partes: flujos de efectivo proporcionados por (utilizados en) actividades operativas, flujos de efectivo proporcionados por (utilizados en) actividades de inversión y flujos de efectivo proporcionados por (utilizados en) actividades de financiamiento.
Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2025-07-31), 10-K (Fecha del informe: 2024-07-31), 10-K (Fecha del informe: 2023-07-31), 10-K (Fecha del informe: 2022-07-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-07-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-07-31).
La tendencia general en la utilidad neta muestra una notable recuperación a partir del cuarto trimestre, pasando de pérdidas significativas en 2020 y 2021 a beneficios en 2023, con un pico en 2024. Los valores negativos en 2020 y 2021 indican pérdidas operativas, pero en 2023 se observa un cambio positivo importante, alcanzando 439,700 US$ en miles, y en 2024 la utilidad se incrementa considerablemente a 2,577,600 US$, antes de disminuir en 2025 a 1,133,900 US$, posiblemente reflejando variaciones en ingresos, gastos o factores extraordinarios.
Los gastos en compensación basada en acciones para premios muestran una tendencia de incremento estable en el período, alcanzando aproximadamente 1,295 millones de dólares en 2025, lo que sugiere una estrategia de incentivos a largo plazo que puede estar impulsando la motivación y retención del talento, pero también incrementando las cargas no monetarias.
Por otro lado, los impuestos diferidos sobre la renta presentan valores negativos en 2022, 2023 y especialmente en 2024 (-2,033,700 US$), indicando diferencias temporarias y posibles ajustes en la obligación tributaria relacionados con las operaciones internacionales o cambios fiscales. La tendencia en estos impuestos refleja un impacto significativo en los resultados financieros en estos años.
La depreciación y amortización se mantienen relativamente estables en el tiempo, en torno a 200-282 millones de dólares anuales, incrementándose ligeramente en 2024 y 2025, sugiriendo una base de activos en propiedad, planta o equipo que se sigue depreciando, además de amortizaciones de contratos y costes relacionados con intangibles.
La amortización de costes de contratos diferidos y otros gastos relacionados crece en el período, pasando de alrededor de 254 millones en 2020 a 480 millones en 2025, reflejando una acumulación progresiva de gastos diferidos que se van reconociendo a lo largo del tiempo, lo cual afecta la utilidad neta y los flujos de efectivo.
Los cuentas por cobrar y cuentas por cobrar de financiación muestran una tendencia de aumento en 2022 y 2023, alcanzando máximos en 2024, donde los controles de cobranza o las políticas crediticias parecen incrementarse. La disminución en 2025 en cuentas por cobrar tradicionales, junto con el incremento en financiación, indica cambios en la estructura de ingresos y financiamiento de clientes.
Los costos de contratos diferidos también se incrementan de manera continua, alcanzando 555 millones en 2025, contribuyendo a la acumulación de gastos diferidos y afectando el cálculo del ingreso en períodos futuros.
El efectivo generado por actividades operativas se mantiene en una tendencia creciente, alcanzando 3,716 millones de dólares en 2025, lo que refleja una mejora en la capacidad de la empresa para generar efectivo a partir de sus operaciones, a pesar de las fluctuaciones en otros rubros.
En actividades de inversión, se evidencia una tendencia de inversión significativa y creciente en compras de inversiones y adquisición de negocios, con importes negativos que superan los 3.695 millones en 2024 y 2025, indicando una estrategia de crecimiento a través de adquisiciones y ampliación de cartera de inversiones, aunque con utilización sustancial de efectivo.
Los ingresos procedentes de la venta y vencimiento de inversiones muestran valores positivos en todos los períodos, con aumentos en 2024, señalando un ciclo de inversión y desinversión que contribuye a la liquidez de la empresa.
Las actividades de financiación presentan fuertes fluctuaciones: en 2021 y 2022 hubo movimientos negativos sustanciales, probablemente relacionados con reembolsos de deuda o recompra de acciones, mientras que en 2023 y 2024 se observan entradas relevantes por emisión de deuda, warrants y otras fuentes de financiamiento, logrando mantener un saldo final de efectivo en aumento en 2024 y 2025, alcanzando más de 2.279 millones de dólares.
Finalmente, el aumento neto en efectivo refleja un patrón de recuperación tras las pérdidas iniciales, culminando en un aumento de efectivo en 2024 y 2025, impulsado por una mayor generación de efectivo operativo y financiamiento, a pesar de los altos desembolsos en inversión y recompra de acciones en los años recientes.