Balance: activo
Datos trimestrales
El balance general proporciona a los acreedores, inversores y analistas información sobre los recursos (activos) de la empresa y sus fuentes de capital (su patrimonio y pasivos). Normalmente, también proporciona información sobre la capacidad de ganancias futuras de los activos de una empresa, así como una indicación de los flujos de efectivo que pueden provenir de cuentas por cobrar e inventarios.
Los activos son recursos controlados por la empresa como resultado de eventos pasados y de los cuales se espera que fluyan beneficios económicos futuros para la entidad.
Basado en los informes: 10-Q (Fecha del informe: 2025-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2025-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2024-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2024-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2024-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2024-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2023-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2023-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2023-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2023-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2022-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2022-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2022-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2021-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2021-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2021-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2020-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2020-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2020-03-31).
El análisis de los datos financieros trimestrales revela varias tendencias relevantes en la evolución de los activos y pasivos durante el período considerado. En particular, se observa un incremento sostenido en los activos totales, que pasan de aproximadamente US$ 60,895 millones en el primer trimestre de 2020 a más de US$ 70,923 millones en el cuarto trimestre de 2024. Este crecimiento refleja una expansión generalizada en la estructura patrimonial de la entidad.
Dentro de los activos, se aprecia un aumento en los activos no corrientes, que pasan de alrededor de US$ 41,506 millones en marzo de 2020 a más de US$ 52,073 millones en septiembre de 2024. Este incremento está sustentado principalmente por el crecimiento en bienes muebles, bienes intangibles y activos por derecho de uso, con valorizaciones que muestran una tendencia positiva y constante. Los activos intangibles y de buena voluntad también exhiben una tendencia alcista, alcanzando valores cercanos a los US$ 4,800 millones en 2024, lo que indica posibles inversiones en marcas, patentes u otros activos intangibles.
Por otro lado, los activos corrientes muestran fluctuaciones a lo largo del período. El activo circulante en su conjunto incrementa notablemente en ciertos periodos, alcanzando un pico en el segundo trimestre de 2022 con US$ 25,601 millones, pero posteriormente disminuye en algunas áreas, particularmente en activos líquidos como efectivo y equivalentes, que fluctúan sin una tendencia clara. Es importante destacar que los valores de cuentas por cobrar presentan variaciones significativas, con picos en ciertos trimestres y reducciones en otros, sugiriendo cambios en la gestión de cobros o en el volumen de ventas a crédito.
Asimismo, los activos mantenidos para la venta muestran un crecimiento puntual en ciertos períodos, como en marzo de 2020, y luego permanecen relativamente estables, lo que podría reflejar decisiones estratégicas relacionadas con desinversiones o la gestión de inventarios no productivos.
En términos de pasivos y otros activos no corrientes, si se disponen de estos datos, sería posible realizar un análisis comparativo más completo, pero en base a los activos presentados, se puede inferir que la organización ha estado invirtiendo en ampliar su capacidad operativa y su cartera de activos intangibles, apoyando una estrategia de crecimiento sostenido.
En conclusión, la estructura de activos muestra signos de expansión con un énfasis en activos no corrientes y aumentos en la inversión en ámbitos intangibles y derechos de uso. La gestión del ciclo de efectivo y cuentas por cobrar presenta cierta volatilidad, que debería monitorizarse con mayor detalle para optimizar la liquidez y la eficiencia operativa. La tendencia general indica una estrategia de expansión que requiere un seguimiento continuo para mantener la salud financiera y la eficiencia en la utilización de los recursos.