Ford Motor Co. (NYSE:F)

Los datos financieros muestran una tendencia relativamente volátil en las utilidades netas, destacando un año 2021 con un incremento significativo en comparación con 2020, alcanzando una utilidad de 17,910 millones de dólares, frente a una pérdida de 1,276 millones en 2020. Sin embargo, en 2022, se observa una reversión a pérdidas de 2,152 millones, aunque en los años siguientes la empresa logra recuperar beneficios, cerrando en 2024 con una utilidad de 5,894 millones de dólares, mostrando una recuperación progresiva del resultado neto.

En cuanto a la depreciación y amortización, los valores se mantienen relativamente estables, con ligeras variaciones en torno a los 7,3 y 7,6 mil millones de dólares, indicando una inversión constante en activos fijos y amortizaciones correspondientes durante los periodos analizados.

Las otras amortizaciones presentan una tendencia ligeramente a la baja, llegando en 2024 a -1700 millones de dólares, lo cual podría reflejar cambios en las políticas de amortización o en los tipos de activos amortizados.

Las provisiones para pérdidas crediticias y de seguros fluctúan, con valores negativos en 2021 (-298 millones), pero en los demás años mantienen valores positivos o cercanos a cero, sugiriendo fluctuaciones en las estimaciones para cubrir posibles pérdidas en estos conceptos.

Los gastos o beneficios relacionados con pensiones y beneficios posteriores a la jubilación muestran un comportamiento heterogéneo, con un pico negativo en 2021 (-4865 millones) y luego recuperaciones en los años siguientes, alcanzando un valor positivo en 2024 de 149 millones, indicando posibles ajustes en las obligaciones por beneficios definidos.

Las pérdidas y deterioros relacionados con inversiones muestran un aumento en 2022, con un pico de 3,324 millones, aunque en 2023 y 2024 dichas pérdidas disminuyen, lo que podría reflejar mejoras en el valoración de inversiones o en la gestión de deterioros.

Los ajustes por moneda extranjera muestran variaciones significativas, siendo positivos en 2021 (532 millones) y 2024 (227 millones), pero negativos en otros años, reflejando la influencia de fluctuaciones en tipos de cambio sobre los activos y pasivos en moneda extranjera.

Las ganancias y pérdidas en instrumentos financieros, específicamente las pérdidas netas en inversiones en efectivo, valores negociables y otras inversiones, muestran una gran volatilidad: pérdidas sustanciales en 2021 (-9159 millones) y ganancias en 2022 (7518 millones). Sin embargo, en 2023 y 2024, estas pérdidas se reducen considerablemente, evidenciando posibles cambios en la estrategia de inversión o en las condiciones de mercado.

Las compensaciones en acciones aumentan progresivamente, alcanzando en 2024 los 511 millones de dólares, lo cual puede reflejar programas de incentivos o emisión de acciones para empleados o directivos.

Los ajustes por impuestos diferidos indican que en 2022 y 2023 hubo importantes cargas fiscales diferidas (-1910 y -1649 millones), pero en 2024 se presenta una reversión a casi cero, sugiriendo cambios en las estimaciones de impuestos futuros.

En relación a los cambios en cuentas por cobrar y otros activos, se evidencia una reducción en las cuentas por cobrar financieras y otros activos, con aumentos en cuentas por pagar y pasivos operativos, lo que indica un movimiento negativo en el ciclo de efectivo operativo, especialmente en 2022 y 2023. El flujo de efectivo de las actividades operativas muestra una tendencia general a disminuir en 2022, pero recuperarse en 2023 y 2024, alcanzando cerca de 15,423 millones de dólares en 2024.

La inversión en activos fijos (gastos de capital) aumenta en cada periodo, con un incremento significativo en 2024, reflejando una estrategia de inversión intensiva. Del mismo modo, las adquisiciones de cuentas por cobrar y arrendamientos operativos mantienen una tendencia a la alza, lo que puede tener implicaciones en la liquidez líquida a corto plazo.

Las actividades de inversión en valores negociables y otros instrumentos experimentan una contracción en compras progresivas, aunque también muestran flujos de ventas y vencimientos considerables, que contribuyen a los movimientos en efectivo derivados de estas actividades.

El flujo de efectivo neto de las operaciones de financiación revela una serie de variaciones, con un aporte significativo en 2022 (25,112 millones de dólares), impulsado por emisiones de deuda a largo plazo, que en conjunto contribuyen a una posición de liquidez relativamente fuerte. Sin embargo, en 2021 se presentan salidas considerables por pagos de deuda, y en los años siguientes se mantiene la tendencia de emisión de deuda para sustentar la inversión y otras operaciones.

Los pagos de dividendos y recompra de acciones también representan salidas de efectivo relevantes en los últimos años, aunque en menor cuantía en comparación con la emisión de deuda.

Al cierre de los períodos analizados, la posición de efectivo, equivalentes y efectivo restringido muestra una tendencia a disminuir en 2024, bajando desde 25,340 millones en 2023 a 23,190 millones, reflejando una utilización de efectivo en las actividades de inversión y financiamiento, aunque la liquidez aún se mantiene en niveles adecuados para la operación.