Emerson Electric Co. (NYSE:EMR)

El análisis de los datos revela tendencias diferenciadas en los indicadores de liquidez a lo largo del período examinado.

Coeficiente de Liquidez Corriente

Se observa una relativa estabilidad en los primeros trimestres, oscilando entre 1.18 y 1.29. A partir del último trimestre de 2016, se registra un incremento significativo, alcanzando un máximo de 2.5 en el primer trimestre de 2017. Posteriormente, el coeficiente experimenta una disminución gradual, situándose en torno a 1.14 al final del período analizado. Existe una fluctuación notable en el último trimestre de 2018 y el primer trimestre de 2019, con valores de 0.88 y 1.07 respectivamente, antes de estabilizarse nuevamente.

Ratio de Liquidez Rápida

Presenta un comportamiento similar al coeficiente de liquidez corriente en los primeros trimestres, con valores que se mantienen relativamente constantes. El ratio experimenta un aumento considerable a partir del último trimestre de 2016, alcanzando un pico de 1.99 en el primer trimestre de 2017. A partir de ese momento, se observa una tendencia a la baja, con fluctuaciones que lo sitúan entre 0.64 y 1.22. El ratio muestra una disminución más pronunciada en el último trimestre de 2018 y el primer trimestre de 2019, llegando a 0.53 y 0.64 respectivamente.

Ratio de Liquidez en Efectivo

Mantiene valores relativamente bajos y estables en los primeros trimestres, oscilando entre 0.35 y 0.42. A partir del último trimestre de 2016, se aprecia un incremento significativo, alcanzando un máximo de 1.34 en el primer trimestre de 2017. Posteriormente, el ratio disminuye de forma constante, aunque se mantiene por encima de 0.20 en la mayoría de los trimestres. Se observa una caída a 0.17 y 0.18 en el primer y segundo trimestre de 2019, recuperándose ligeramente en los trimestres siguientes.

En general, se puede inferir que la capacidad de pago a corto plazo experimentó una mejora sustancial a partir de finales de 2016, seguida de una estabilización y posterior ligera disminución. La disminución relativa en los ratios de liquidez rápida y en efectivo en los últimos trimestres sugiere una posible menor disponibilidad de activos líquidos para cubrir las obligaciones inmediatas, aunque el coeficiente de liquidez corriente se mantiene en un nivel aceptable.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la composición del balance. Se observa una fluctuación en el activo circulante a lo largo del período analizado, con un máximo en el cuarto trimestre de 2014 y una disminución general hasta el cuarto trimestre de 2017. Posteriormente, se registra un repunte en el primer trimestre de 2018, seguido de una estabilización y un ligero incremento en los trimestres finales de 2019 y el primer trimestre de 2020.

El pasivo corriente muestra una trayectoria similar, con una disminución constante desde el cuarto trimestre de 2014 hasta el primer trimestre de 2017. A partir de ese momento, se aprecia un aumento considerable, alcanzando su punto más alto en el cuarto trimestre de 2019, para luego experimentar una ligera reducción en el primer trimestre de 2020.

Coeficiente de liquidez corriente

El coeficiente de liquidez corriente presenta variaciones notables. Inicialmente, se mantiene relativamente estable alrededor de 1.18 a 1.29 entre el cuarto trimestre de 2014 y el cuarto trimestre de 2015. Un incremento significativo se observa en el primer trimestre de 2017, alcanzando un valor de 2.5, lo que indica una mejora sustancial en la capacidad de cubrir las obligaciones a corto plazo. Posteriormente, el ratio disminuye gradualmente hasta el primer trimestre de 2020, fluctuando entre 1.01 y 1.19. La disminución en los últimos trimestres sugiere una posible reducción en la liquidez, aunque se mantiene por encima de 1 en la mayoría de los períodos.

En resumen, la evolución del activo circulante y el pasivo corriente muestra un comportamiento dinámico, con períodos de disminución y aumento. El coeficiente de liquidez corriente refleja estas fluctuaciones, indicando cambios en la capacidad de la entidad para hacer frente a sus obligaciones financieras a corto plazo. La marcada mejora en el coeficiente en 2017, seguida de una estabilización y posterior ligera disminución, merece una atención particular en el contexto de una evaluación más amplia de la salud financiera.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la liquidez de la entidad a lo largo del período examinado.

Activos Rápidos

Se observa una fluctuación en el total de activos rápidos. Inicialmente, se registra un incremento desde el último trimestre de 2014 hasta mediados de 2015, seguido de un descenso notable hasta finales de 2015. Posteriormente, se aprecia una recuperación parcial en 2016, aunque con una disminución considerable en el tercer trimestre. A partir de finales de 2016, la tendencia es variable, con altibajos que culminan en un aumento significativo en el primer trimestre de 2020.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente muestra una disminución general desde el último trimestre de 2014 hasta el primer trimestre de 2016. Sin embargo, a partir de ese momento, se observa un incremento considerable, especialmente marcado en el primer trimestre de 2017. Posteriormente, se registra una reducción en los trimestres siguientes, aunque con una nueva subida en el último trimestre de 2019 y un aumento más pronunciado en el primer trimestre de 2020.

Ratio de Liquidez Rápida

El ratio de liquidez rápida presenta una evolución variable. Se mantiene relativamente estable entre el último trimestre de 2014 y mediados de 2015, con valores cercanos a 0.85-0.92. A partir de ese momento, se observa un descenso significativo en el tercer trimestre de 2016, alcanzando un mínimo de 0.73. Posteriormente, se registra un aumento notable en el primer trimestre de 2017, superando la unidad y alcanzando un máximo de 1.99. A partir de ese momento, el ratio fluctúa considerablemente, mostrando una tendencia general a la baja hasta el primer trimestre de 2020, donde se observa una ligera recuperación.

En resumen, la entidad experimenta cambios significativos en su liquidez a lo largo del período analizado. Las fluctuaciones en los activos rápidos y el pasivo corriente impactan directamente en el ratio de liquidez rápida, que muestra una volatilidad considerable. El incremento del ratio en 2017 sugiere una mejora en la capacidad de la entidad para cubrir sus obligaciones a corto plazo, mientras que la posterior disminución indica una posible reducción en esta capacidad.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la gestión de activos y pasivos corrientes, así como en la liquidez en efectivo.

Activos totales en efectivo

Se observa una fluctuación en los activos totales en efectivo a lo largo del período analizado. Inicialmente, se registra un incremento desde 3122 millones de dólares en diciembre de 2014 hasta 3393 millones en junio de 2015. Posteriormente, se produce una disminución hasta 3054 millones en septiembre de 2015, seguida de una estabilización y un nuevo aumento significativo hasta alcanzar 5039 millones en marzo de 2017. A partir de este punto, se aprecia una tendencia a la baja, con fluctuaciones, hasta llegar a 2583 millones en diciembre de 2019. En marzo de 2020, se registra un aumento a 2583 millones.

Pasivo corriente

El pasivo corriente muestra una tendencia general a la disminución desde 8877 millones de dólares en diciembre de 2014 hasta 4146 millones en septiembre de 2016. Sin embargo, a partir de este punto, se observa un incremento, alcanzando 7940 millones en diciembre de 2019. Se aprecia una variabilidad considerable en los valores del pasivo corriente a lo largo del tiempo.

Ratio de liquidez en efectivo

El ratio de liquidez en efectivo presenta una evolución variable. Inicialmente, se observa un incremento modesto desde 0.35 en diciembre de 2014 hasta 0.42 en junio de 2016. Posteriormente, se registra un descenso significativo hasta 0.17 en marzo de 2018, indicando una menor capacidad para cubrir las obligaciones corrientes con activos en efectivo. A partir de marzo de 2019, se aprecia una recuperación gradual, alcanzando 0.33 en diciembre de 2019. El ratio fluctúa considerablemente, lo que sugiere cambios en la estrategia de gestión de liquidez.

En resumen, la empresa experimenta fluctuaciones en sus niveles de efectivo y pasivo corriente. El ratio de liquidez en efectivo, aunque variable, muestra una tendencia a la mejora en los últimos períodos analizados, aunque con una volatilidad significativa. La gestión de la liquidez parece ser un área que requiere un seguimiento continuo.