United Airlines Holdings Inc. (NASDAQ:UAL)

Desde el primer trimestre de 2020 hasta el cuarto de 2024, los ratios de liquidez de la entidad muestran una tendencia general de recuperación después de un período de marcada caída inicial.

Coeficiente de liquidez corriente

El ratio disminuyó significativamente en el primer trimestre de 2020, alcanzando valores cercanos a 0.49, reflejando una posición de liquidez muy precaria probablemente debido a los efectos inmediatos de la pandemia. Sin embargo, a partir de ese punto, se observa un aumento constante, alcanzando 1.16 en el cuarto trimestre de 2020, y manteniéndose en niveles superiores a 1 en la mayor parte del período subsecuente. Aunque presenta fluctuaciones menores, en los últimos trimestres de 2024, el ratio se estabiliza en torno a 0.7, indicando cierta recuperación pero aún por debajo de niveles anteriores a la crisis.

Ratio de liquidez rápido

Este ratio, que excluye inventarios y otros activos menos líquidos del cálculo, exhibe una tendencia similar. La caída inicial en 2020 fue pronunciada, con valores de 0.37 en el primer trimestre, aumentando progresivamente hasta un máximo cercano a 1.27 en el tercer trimestre de 2021. Desde entonces, presenta un patrón de recuperación con leves fluctuaciones, manteniéndose en torno a 0.62 a finales de 2024. La recuperación de este indicador refleja un aumento en la disponibilidad de activos líquidos más inmediatos tras la crisis.

Ratio de liquidez en efectivo

Este ratio, enfocado exclusivamente en activos en efectivo y equivalentes, también muestra una fuerte caída en el inicio de 2020, situándose en 0.32. Desde entonces, se observa una tendencia de recuperación constante, alcanzando valores cercanos a 0.87 en 2021, aunque en los últimos períodos vuelve a disminuir hasta valores cercanos a 0.54 en 2024. La evolución refleja una mayor disponibilidad de efectivo en los primeros años tras la crisis, aunque con signos de reducción en los niveles de efectivo en los períodos más recientes, posiblemente por estrategias de manejo de liquidez o inversión en otros activos.

En conjunto, los ratios de liquidez de la entidad evidencian una fase inicial de deterioro severo en el contexto de la pandemia, seguida por una recuperación paulatina y sostenida a lo largo de los años. La tendencia apunta a una mejora en la capacidad de la empresa para afrontar obligaciones a corto plazo, aunque los niveles de liquidez en los últimos trimestres no alcanzan los máximos previos a la crisis. Esto puede indicar un ajuste en la estrategia de gestión de activos líquidos o una adaptación a un entorno de mercado de menor incertidumbre.

Activos circulantes

Desde el primer trimestre de 2020, los activos circulantes muestran una tendencia creciente, alcanzando un pico en el tercer trimestre de 2021, con un valor de US$ 23,057 millones. Posteriormente, se observa una ligera disminución, con fluctuaciones en los valores subsiguientes, manteniéndose en niveles cercanos a los US$ 20,000 millones en los últimos periodos analizados. Esto refleja una recuperación progresiva tras una caída significativa en la primera mitad del 2020, posiblemente vinculada a la recuperación de las operaciones tras la crisis inicial.

Pasivos corrientes

El pasivo corriente presenta una tendencia general al alza desde el inicio del período analizado, incrementándose notablemente hacia finales de 2022 y durante 2023, alcanzando valores cercanos a los US$ 29,000 millones en el tercer trimestre de 2024. A lo largo del período, la empresa ha aumentado su pasivo corriente en respuesta a mayores necesidades de financiamiento o a cambios en la gestión de pasivos, evidenciado por un crecimiento sostenido en este rubro en los últimos trimestres.

Coeficiente de liquidez corriente

El ratio de liquidez corriente muestra una tendencia decreciente en el periodo observado, comenzando en 0.49 en el primer trimestre de 2020 y alcanzando 0.70 en el tercer trimestre de 2024. Aunque se mantiene por debajo de 1 en todo el período, permite indicar una disminución en la capacidad de la empresa para cubrir sus pasivos corrientes con sus activos circulantes, lo cual podría reflejar una tensión en la liquidez a partir del segundo semestre de 2021, o un incremento en los pasivos corrientes sin una correspondencia en el aumento de los activos líquidos.

Variación en el total de activos rápidos

Entre el 31 de marzo de 2020 y el 30 de junio de 2020, se observa un incremento significativo en los activos rápidos, pasando de 6,013 millones de dólares a 8,320 millones, seguido de un aumento sustancial hasta alcanzar 14,873 millones en septiembre de 2020. Posteriormente, se evidencia una tendencia de estabilización y fluctuación, alcanzando un máximo de 22,292 millones en septiembre de 2022. A partir de ese punto, se observa una tendencia a la baja, con una recuperación parcial hacia finales de 2023 y una ligera recuperación proyectada para 2024, terminando en 17,902 millones en marzo de 2025.

Comentarios sobre el pasivo corriente

El pasivo corriente presenta una tendencia general al alza, aumentando desde 16,087 millones de dólares en marzo de 2020 a 29,792 millones de dólares en junio de 2025. Se registran incrementos principalmente a partir de diciembre de 2020, alcanzando picos en marzo de 2022 y septiembre de 2022, con valores superiores a los 23,000 millones. La tendencia indica una creciente obligación a corto plazo a lo largo del período, lo cual puede reflejar una mayor utilización de financiamiento o aumentos en las obligaciones operativas.

Ratios de liquidez rápida

El ratio de liquidez rápida inicia en 0.37 en marzo de 2020, mostrando una recuperación significativa para llegar a 1.27 en junio de 2021. Este aumento refleja una mejora en la capacidad de la empresa para cubrir sus obligaciones de corto plazo con activos rápidamente realizables durante ese período. Sin embargo, desde ese punto, el ratio experimenta una tendencia decreciente, alcanzando valores cercanos a 0.66 en septiembre de 2021 y descendiendo a aproximadamente 0.62 en septiembre de 2024. La reducción en este ratio sugiere una disminución en la disponibilidad de activos líquidos en relación con las obligaciones corrientes, aunque sigue permaneciendo por encima del nivel de 0.5, indicando cierta liquidez.

El análisis de los datos financieros revela varias tendencias relevantes en la liquidez y la posición de activos y pasivos a lo largo del período considerado.

Activos totales en efectivo

Se observa un incremento significativo en los activos en efectivo desde finales de marzo de 2020, con un valor inicial de 5,221 millones de dólares, hasta un pico en diciembre de 2020 de 18,406 millones. Posteriormente, se mantienen en niveles relativamente altos, fluctuando entre aproximadamente 14,388 y 19,138 millones hasta fines de 2022. Desde esa fecha, los activos en efectivo tienden a disminuir lentamente, alcanzando valores cercanos a 14,164 millones en marzo de 2024, lo que sugiere una posible reducción en la liquidez immediate de la empresa, aunque aún conservando niveles considerables de efectivo.

Pasivo corriente

El pasivo corriente muestra una tendencia al alza a partir de la segunda mitad de 2020. Inicialmente, en marzo de 2020, se encontraba en 16,087 millones, niveles que permanecen relativamente estables en 2020, con fluctuaciones menores. Sin embargo, desde mediados de 2021, se observa un crecimiento sostenido, alcanzando un máximo en septiembre de 2023 con 25,798 millones. La tendencia sugiere un aumento en las obligaciones a corto plazo, lo que podría reflejar una mayor presión en la liquidez o estrategias de financiamiento a corto plazo.

Ratio de liquidez en efectivo

Este indicador presenta una tendencia descendente desde niveles relativamente cómodos en los primeros meses de 2020 (0.32) hasta valores cercanos a 0.54 en marzo de 2025. La caída significativa en este ratio en 2021, alcanzando valores por debajo de 1, refleja una reducción en la capacidad de la empresa de cubrir sus pasivos corrientes únicamente con sus activos en efectivo. La tendencia a la baja continúa, lo que indica una posible disminución en la liquidez con el tiempo o una mayor dependencia de obligaciones a corto plazo en relación con los activos líquidos. Sin embargo, cabe destacar que, en ningún momento, el ratio desciende a niveles indicativos de una crisis de liquidez, aunque sí sugiere un deterioro progresivo en la posición de liquidez relativa.

En conjunto, los datos sugieren que, tras un aumento sustancial en la disponibilidad de efectivo en 2020, la empresa ha experimentado una estabilización o ligera disminución en sus activos en efectivo, acompañada de un aumento en las obligaciones a corto plazo. La disminución en el ratio de liquidez indica un deterioro en la capacidad de cubrir rápidamente los pasivos corrientes, aunque sin llegar a niveles críticos. La tendencia general puede interpretarse como un período de ajuste o recuperación tras un evento disruptivo, con un incremento progresivo en las obligaciones y una relativa contracción en la liquidez inmediata.