Apple Inc. (NASDAQ:AAPL)

Coeficiente de liquidez corriente

El coeficiente de liquidez corriente mostró una tendencia general de aumento desde finales de 2018 hasta principios de 2020, alcanzando un máximo cercano a 1.6 en diciembre de 2019 y marzo de 2020. Posteriormente, se observó una disminución significativa a partir del segundo trimestre de 2020, alcanzando valores por debajo de 1 en ciertos períodos, especialmente en diciembre de 2021, donde bajó a 0.86. Desde ese punto, ha mostrado una recuperación moderada, estabilizándose ligeramente por encima de 0.8 en los períodos más recientes, si bien no alcanza los niveles máximos anteriores. Esto indica que la liquidez a corto plazo ha sido más volátil y que, en períodos recientes, la empresa ha tenido una capacidad de cubrir sus pasivos corrientes sin un exceso notable de activos líquidos.

Ratio de liquidez rápido

El ratio de liquidez rápido, que excluye inventarios y otros activos menos líquidos, presenta una tendencia similar a la del coeficiente de liquidez corriente. Se mantiene relativamente estable en torno a 1.1 a 1.4 durante gran parte del período, alcanzando un pico de 1.38 en junio de 2019. Sin embargo, en el segundo semestre de 2020, la tendencia a la baja se hizo más pronunciada, llegando a 0.68 en diciembre de 2021, lo que sugiere una disminución en los activos líquidos disponibles para cubrir pasivos a corto plazo en relación con el total de deudas corrientes. Desde entonces, ha mostrado una ligera recuperación, estabilizándose alrededor de 0.7 a 0.8, pero sin volver a niveles máximos anteriores. Esto puede reflejar una gestión más conservadora o cambios en la estructura de activos líquidos.

Ratio de liquidez en efectivo

El ratio de liquidez en efectivo presenta mayor variabilidad y una tendencia decreciente a lo largo del período analizado. Inicialmente, en 2018 y 2019, alcanza valores cercanos a 0.8 y 1.05, indicando cierta disponibilidad de efectivo para cubrir pasivos inmediatos. Sin embargo, a partir de 2020, la proporción de efectivo en relación con los pasivos corrientes se reduce significativamente, llegando a valores mínimos de 0.31 en septiembre de 2020. Desde esa fecha, muestra cierta recuperación pero sin volver a niveles altos, manteniéndose en torno a 0.34 a 0.55 en los períodos más recientes. Esto puede indicar una disminución en la proporción de efectivo respecto a pasivos a corto plazo, posiblemente reflejando cambios en políticas de gestión de efectivo o en la estructura de activos líquidos.

Activo circulante

Los activos circulantes muestran una tendencia variable a lo largo del período analizado. Se observa un incremento en algunos trimestres, alcanzando picos en diciembre de 2019 y marzo de 2021, con valores cercanos a los US$163.231 millones y US$154.106 millones respectivamente. No obstante, también hay períodos de disminución, especialmente en los registros de marzo y junio de 2020, y una reducción significativa en marzo de 2022 respecto a los picos previos. En general, la tendencia indica fluctuaciones en la liquidez a corto plazo, con ciertos periodos de aumento que probablemente reflejan acumulaciones de efectivo o equivalentes.

Pasivo corriente

El pasivo corriente exhibe una tendencia de incremento a lo largo de la serie temporal, con algunos picos notables en los trimestres de marzo y junio de 2022, alcanzando valores superiores a los US$176.392 millones. También se evidencian periodos de disminución, en particular en los trimestres de diciembre de 2020 y marzo de 2021. La tendencia general sugiere una ampliación de las obligaciones a corto plazo, lo que podría estar asociado a cambios en la estrategia financiera o a necesidades de financiamiento a corto plazo.

Coeficiente de liquidez corriente

Este ratio, que refleja la capacidad de la empresa para cubrir sus pasivos corrientes con sus activos circulantes, muestra una tendencia a la baja en el período analizado. En los primeros trimestres del período, el ratio fluctúa alrededor de 1.3 a 1.6, alcanzando un pico de 1.54 en septiembre de 2019. Sin embargo, desde 2020, el ratio presenta una caída progresiva, llegando a valores cercanos o inferiores a 0.9 en algunos trimestres, como marzo y junio de 2022. Valores por debajo de 1 indican una posible reducción en la liquidez relativa, sugiriendo que en ciertos períodos la empresa pudo haber enfrentado mayores dificultades para cubrir sus obligaciones a corto plazo con los activos disponibles.

Patrón general en los activos rápidos

Se observa una tendencia de fluctuación en los activos rápidos, con picos significativos en ciertos períodos, particularmente en marzo de 2020 y marzo de 2021. Sin embargo, a largo plazo, la cifra presenta una ligera tendencia a estabilizarse en torno a los 100,000 millones de dólares, mostrando cierta resiliencia frente a los cambios del entorno económico. Las fluctuaciones podrían reflejar variaciones en inventarios, cuentas por cobrar o disponibilidades, pero en general, la empresa mantiene un nivel consistente de activos líquidos de alta liquidez.

Variaciones del pasivo corriente

El pasivo corriente muestra un patrón de aumento notable en marzo de 2020, alcanzando máximos históricos en torno a los 176,392 millones de dólares. Posteriormente, experimenta cierta disminución y estabilización con niveles que oscilan entre los 120,000 y 145,000 millones de dólares. La tendencia indica una gestión dinámica de las obligaciones a corto plazo, posiblemente en respuesta a necesidades de financiamiento operacional o cambios en la estructura de pasivos.

Ratios de liquidez rápida

El ratio de liquidez rápido presenta una tendencia de disminución en el período analizado, partiendo de valores superiores a 1.1 en 2018 y 2019, y alcanzando niveles próximos a 0.68-0.75 en los últimos trimestres de 2024 y 2025. Esto indica que la capacidad de cubrir los pasivos corrientes únicamente con activos líquidos ha disminuido a lo largo del tiempo, situándose por debajo del umbral de 1 en algunos períodos recientes. La caída puede reflejar un aumento en el pasivo corriente en comparación con los activos líquidos, sugiriendo una gestión financiera que prioriza otros elementos del balance o una estrategia de financiamiento más activa.

El análisis de los activos totales en efectivo muestra una tendencia general de fluctuación, con un aumento significativo en el primer semestre del período analizado, alcanzando un pico en el 29 de diciembre de 2019 con US$107,162 millones. Posteriormente, se observa una disminución notable en los niveles de efectivo en los trimestres siguientes, alcanzando los US$48,231 millones en marzo de 2022. A partir de ese momento, los activos en efectivo se recuperan parcialmente, alcanzando un valor superior en diciembre de 2023, cerca de los US$65,171 millones, aunque aún no regresan a los niveles máximos históricos observados en 2019.

En relación con el pasivo corriente, se evidencia una tendencia a la alza a lo largo de la mayor parte del período, con un notable incremento en marzo de 2025 a US$144,571 millones respecto a los niveles de inicio. Este aumento en el pasivo circulante puede reflejar una estrategia de financiamiento o mayores obligaciones a corto plazo, que tienden a aumentar en momentos donde los activos en efectivo disminuyen.

El ratio de liquidez en efectivo muestra variaciones significativas a lo largo del tiempo, siendo relativamente alto en 2019, cercano o superior a 1, indicando una posición sólida para cubrir obligaciones a corto plazo en ese período. Sin embargo, desde 2020 en adelante, se observa una tendencia a la disminución de este ratio, alcanzando valores mínimos de 0.31 en septiembre de 2020 y 0.37 en varias ocasiones posteriores. Aunque hay momentos de recuperación, como en marzo de 2021 y junio de 2021, la tendencia general indica una reducción en la disponibilidad de efectivo en relación con el pasivo corriente, lo que podría implicar una mayor utilización de otros recursos o financiamiento externo para cumplir con obligaciones inmediatas.