Parker-Hannifin Corp. (NYSE:PH)

El análisis de los datos revela tendencias diferenciadas en los indicadores de liquidez a lo largo del período examinado.

Coeficiente de Liquidez Corriente

Se observa una ligera tendencia al alza desde el tercer trimestre de 2017 hasta el tercer trimestre de 2018, estabilizándose alrededor de 1.5. Posteriormente, se registra un incremento significativo en el primer trimestre de 2019, seguido de una disminución gradual hasta el cuarto trimestre de 2019. A partir de 2020, el coeficiente fluctúa entre 1.4 y 1.8, mostrando una nueva subida en el primer trimestre de 2021. En el último año analizado, se aprecia una disminución, llegando a valores de 1.28 y 1.3 en los últimos trimestres.

Ratio de Liquidez Rápida

Este ratio presenta una evolución más estable en los primeros períodos, oscilando alrededor de 0.9-1.0. Un aumento notable se produce en el segundo trimestre de 2019, alcanzando un valor de 1.84, aunque posteriormente disminuye considerablemente. A partir de 2020, el ratio se mantiene en un rango inferior, generalmente por debajo de 0.9, con una caída más pronunciada en el último año, situándose en valores entre 0.09 y 0.65.

Ratio de Liquidez en Efectivo

Este indicador muestra valores consistentemente bajos a lo largo de todo el período. Se observa una fluctuación modesta entre 0.2 y 0.3 hasta el primer trimestre de 2019. Un incremento significativo se registra en el segundo trimestre de 2019, alcanzando 1.07, pero este valor no se mantiene. A partir de 2020, el ratio vuelve a niveles bajos, con una tendencia a la baja en el último año, llegando a valores mínimos de 0.09 en los últimos trimestres.

En resumen, si bien el coeficiente de liquidez corriente se mantiene relativamente estable, los ratios de liquidez rápida y en efectivo muestran una tendencia decreciente, especialmente en el último año analizado. Esta disminución en la liquidez rápida y en efectivo podría indicar una menor capacidad para cubrir obligaciones a corto plazo sin depender de la venta de inventarios.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la composición del balance. Se observa una evolución constante en el activo circulante a lo largo del período analizado.

Activo Circulante

El activo circulante muestra un incremento general desde septiembre de 2017 hasta diciembre de 2021, con fluctuaciones trimestrales. Se identifica un aumento considerable en el activo circulante a partir de marzo de 2022, alcanzando su valor más alto en marzo de 2022, seguido de una disminución en los trimestres posteriores, aunque permaneciendo en niveles superiores a los iniciales.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente también experimenta variaciones trimestrales, pero con una tendencia más estable en comparación con el activo circulante. Se observa un incremento en el pasivo corriente hasta diciembre de 2018, seguido de una disminución y posterior recuperación. A partir de marzo de 2022, se registra un aumento significativo en el pasivo corriente, similar al observado en el activo circulante.

Coeficiente de Liquidez Corriente

El coeficiente de liquidez corriente presenta fluctuaciones a lo largo del tiempo. Inicialmente, se mantiene en un rango entre 1.44 y 1.60 hasta septiembre de 2018. Un aumento notable se observa en el trimestre finalizado en marzo de 2019, alcanzando un valor de 2.43. Posteriormente, el ratio disminuye, situándose en un rango entre 1.38 y 1.81 hasta diciembre de 2020. A partir de marzo de 2022, se identifica un nuevo incremento, con un valor máximo de 2.06, seguido de una disminución a 1.28 y 1.30 en los trimestres siguientes.

En resumen, se aprecia una correlación entre el comportamiento del activo circulante y el pasivo corriente, especialmente a partir de marzo de 2022. El coeficiente de liquidez corriente, aunque variable, se mantiene generalmente por encima de 1, indicando una capacidad de cobertura de las obligaciones a corto plazo. Las fluctuaciones en este ratio sugieren cambios en la gestión de activos y pasivos a lo largo del período.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la liquidez de la entidad a lo largo del período examinado.

Activos Rápidos

Se observa una tendencia general al alza en el total de activos rápidos desde septiembre de 2017 hasta diciembre de 2019, con un incremento notable en el trimestre final de 2019. Posteriormente, se registra una disminución en los activos rápidos durante el primer semestre de 2020, seguida de una recuperación parcial en el segundo semestre de 2020 y una fluctuación en 2021. En 2022, se aprecia un nuevo aumento, culminando en el valor más alto del período analizado.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente muestra una relativa estabilidad entre septiembre de 2017 y marzo de 2018, con fluctuaciones menores. A partir de marzo de 2019, se observa un incremento considerable, alcanzando su punto máximo en marzo de 2022. Posteriormente, se registra una ligera disminución en los trimestres siguientes, aunque permaneciendo en niveles elevados.

Ratio de Liquidez Rápida

El ratio de liquidez rápida se mantiene relativamente estable, oscilando alrededor de 0.9 a 1.0 durante el período comprendido entre septiembre de 2017 y diciembre de 2018. Se produce un aumento significativo en el primer trimestre de 2019, alcanzando un valor de 1.84. A partir de ese momento, el ratio experimenta una disminución considerable, llegando a un mínimo de 0.54 en el segundo trimestre de 2021. En los trimestres posteriores, se observa una ligera recuperación, aunque sin alcanzar los niveles previos a 2019. El ratio finaliza el período en 0.65.

En resumen, la entidad experimentó un crecimiento en sus activos rápidos, pero este fue acompañado por un aumento aún mayor en su pasivo corriente, lo que resultó en una disminución de su ratio de liquidez rápida, especialmente a partir de 2019. Esta tendencia sugiere una posible reducción en la capacidad de la entidad para cubrir sus obligaciones a corto plazo con sus activos más líquidos.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la gestión de activos y pasivos corrientes. Se observa una fluctuación en los activos totales en efectivo a lo largo del período analizado.

Activos totales en efectivo

Inicialmente, se registra un incremento desde 974.558 unidades monetarias en septiembre de 2017 hasta 1.190.735 unidades monetarias en marzo de 2018. Posteriormente, se produce una disminución hasta 855.132 unidades monetarias en junio de 2018, seguida de una recuperación y un nuevo máximo de 1.168.919 unidades monetarias en marzo de 2019. A partir de este punto, se observa un aumento considerable a 3.909.495 unidades monetarias en septiembre de 2019, seguido de una disminución drástica a 790.153 unidades monetarias en diciembre de 2019. El nivel de efectivo continúa fluctuando, con un mínimo en septiembre de 2020 (529.870 unidades monetarias) y un máximo reciente en diciembre de 2022 (777.666 unidades monetarias).

Pasivo corriente

El pasivo corriente muestra una relativa estabilidad en los primeros trimestres, oscilando entre 3.467.124 y 3.537.703 unidades monetarias. A partir de marzo de 2019, se aprecia un incremento significativo, alcanzando un máximo de 4.157.328 unidades monetarias. Posteriormente, se observa una disminución, aunque se mantiene en niveles elevados, superando consistentemente las 3 millones de unidades monetarias. En los últimos trimestres analizados, el pasivo corriente experimenta un aumento notable, llegando a 5.859.318 unidades monetarias en marzo de 2022.

Ratio de liquidez en efectivo

El ratio de liquidez en efectivo presenta una volatilidad considerable. Inicialmente, se mantiene en un rango entre 0.22 y 0.34. En septiembre de 2019, se registra un pico significativo de 1.07, seguido de una caída abrupta a 0.22 en diciembre de 2019. A lo largo de 2020 y 2021, el ratio fluctúa en un rango más bajo, entre 0.09 y 0.25. En los últimos trimestres, el ratio se mantiene bajo, con un valor de 0.14 en diciembre de 2022.

En resumen, se observa una dinámica compleja en la gestión de la liquidez. Si bien los activos en efectivo experimentan fluctuaciones, el pasivo corriente muestra una tendencia al alza, lo que impacta negativamente en el ratio de liquidez en efectivo, especialmente en los períodos más recientes.