La provisión para cuentas por cobrar de dudoso cobro (deudas incobrables) es una cuenta en contra que reduce el saldo de las cuentas por cobrar brutas de la empresa. La relación entre la provisión y el saldo de las cuentas por cobrar debe ser relativamente constante, a menos que se produzca un cambio en la economía en general o en la base de clientes.
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Provisión para cuentas por cobrar de dudoso cobro
Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2022-06-30), 10-K (Fecha del informe: 2021-06-30), 10-K (Fecha del informe: 2020-06-30), 10-K (Fecha del informe: 2019-06-30), 10-K (Fecha del informe: 2018-06-30), 10-K (Fecha del informe: 2017-06-30).
1 2022 cálculo
Provisión como porcentaje de las cuentas por cobrar comerciales, brutas = 100 × Provisión para pérdidas crediticias ÷ Cuentas por cobrar comerciales, brutas
= 100 × ÷ =
El análisis de los datos proporcionados revela tendencias significativas en la gestión del crédito y las cuentas por cobrar. Se observa una fluctuación en la provisión para pérdidas crediticias a lo largo del período analizado.
- Provisión para pérdidas crediticias
- Inicialmente, la provisión disminuyó de 14.336 miles de dólares en 2017 a 8.874 miles de dólares en 2019. Posteriormente, experimentó un aumento en 2020, alcanzando los 11.644 miles de dólares, seguido de un ligero incremento en 2021 (12.078 miles de dólares). En 2022, se registró una disminución a 9.942 miles de dólares. Esta volatilidad sugiere ajustes en la evaluación del riesgo crediticio a lo largo del tiempo.
- Cuentas por cobrar comerciales, brutas
- Las cuentas por cobrar comerciales brutas mostraron un crecimiento constante desde 1.945.087 miles de dólares en 2017 hasta 2.351.446 miles de dólares en 2022. Hubo una ligera disminución en 2019, pero la tendencia general es ascendente, indicando un aumento en las ventas a crédito o una prolongación de los plazos de cobro.
- Provisión como porcentaje de las cuentas por cobrar comerciales, brutas
- El porcentaje de la provisión en relación con las cuentas por cobrar brutas disminuyó de 0,74% en 2017 a 0,41% en 2019, reflejando una percepción inicial de menor riesgo crediticio. En 2020, este porcentaje aumentó a 0,62%, posiblemente en respuesta a condiciones económicas adversas o cambios en la cartera de clientes. En 2021 se situó en 0,55% y en 2022 disminuyó a 0,42%. Esta fluctuación indica una gestión dinámica de la provisión, ajustándose a la evolución del riesgo crediticio.
En resumen, la empresa ha experimentado un crecimiento en sus cuentas por cobrar, mientras que la provisión para pérdidas crediticias ha fluctuado, manteniendo una relación variable con el total de las cuentas por cobrar. La tendencia general del porcentaje de provisión sugiere una adaptación a las condiciones del mercado y a la composición de la cartera de clientes.