HP Inc. (NYSE:HPQ)

Coeficiente de liquidez corriente

Entre octubre de 2013 y octubre de 2015, este ratio mostró una tendencia ascendente, alcanzando un máximo de 1.23 en 2015, lo que indica una mejora en la capacidad de la empresa para cubrir sus pasivos a corto plazo con sus activos corrientes. Sin embargo, a partir de 2016, se observó una caída significativa, llegando a 0.98, y posteriormente a 0.85 en 2018. Esto sugiere una disminución en la suficiencia de los activos corrientes para cubrir las obligaciones inmediatas, evidenciando una posible disminución en la liquidez general.

Ratio de liquidez rápido

Este ratio, que excluye inventarios y otros activos menos líquidos, mostró un crecimiento progresivo hasta 2015, alcanzando 0.8, indicando una mejora en la capacidad de la empresa para cubrir pasivos a corto plazo con activos altamente líquidos. No obstante, a partir de 2016, el ratio comenzó a disminuir de manera sostenida, situándose en 0.55 ese año y descendiendo a 0.41 en 2018. La tendencia sugiere una reducción en la calidad de los activos líquidos disponibles para hacer frente a las obligaciones inmediatas.

Ratio de liquidez en efectivo

Este ratio, que se centra únicamente en el efectivo y equivalentes de efectivo, presenta una tendencia de crecimiento hasta 2015, con un valor de 0.41, indicando una mejora en la disponibilidad inmediata de efectivo. A partir de ese año, se evidenció un descenso constante, llegando a valores de 0.33 en 2016, 0.31 en 2017 y 0.21 en 2018. La disminución en este ratio indica una reducción en la proporción de efectivo en relación con los pasivos a corto plazo, lo que podría reflejar una menor liquidez inmediata y mayor dependencia de otros medios para cubrir obligaciones inmediatas.

En conjunto, los indicadores reflejan una tendencia general de deterioro en la liquidez de la empresa en los últimos años del período analizado. Inicialmente, en 2013 y 2015, los ratios mostraron una posición más saludable, pero desde 2016 en adelante, se observa una marcada disminución, sugiriendo que en los últimos años la empresa ha tenido una menor disponibilidad de activos líquidos para afrontar sus obligaciones a corto plazo. Esta tendencia debe monitorizarse para evaluar si está relacionada con cambios en la gestión de activos líquidos o en las condiciones operativas y financieras de la compañía.

Activo circulante

Se observa una tendencia estable en los años 2013 y 2014, con valores cercanos a los 50,000 millones de dólares. En 2015, el activo circulante aumenta ligeramente, alcanzando aproximadamente 51,787 millones. Sin embargo, en 2016 se presenta una disminución significativa, bajando a 18,468 millones, y en los años siguientes se mantiene en niveles similares, finalizando en 21,387 millones en 2018. Este patrón indica una reducción sustancial en los activos líquidos de la empresa en 2016, seguida de una estabilización en niveles más bajos.

Pasivo corriente

Igual que en el caso del activo circulante, los pasivos corrientes mantienen una tendencia estable en 2013 y 2014, con valores cercanos a los 45,000 millones de dólares. En 2015 se produce una ligera disminución a 42,191 millones de dólares. En 2016, los pasivos disminuyen significativamente hasta 18,808 millones, y en los años siguientes se observan incrementos progresivos, alcanzando 25,131 millones en 2018. Esto sugiere una tendencia a reducir y luego reequilibrar rápidamente los pasivos a partir de 2016.

Coeficiente de liquidez corriente

El ratio muestra una mejora en 2014 y 2015, alcanzando valores por encima de 1 (1.15 en 2014 y 1.23 en 2015), indicando una posición de liquidez saludable en esos años. Sin embargo, en 2016 se detecta una caída a 0.98, seguida de una disminución adicional en 2018 a 0.85, reflejando una reducción en la capacidad de cubrir los pasivos corrientes con los activos líquidos disponibles. La tendencia apunta hacia una situación de menor liquidez relativa en los últimos años.

Total de activos rápidos

Se observa una tendencia inicial de incremento en los activos rápidos desde 2013 hasta 2015, alcanzando un pico de 33,714 millones de dólares en 2015. Sin embargo, en 2016 se experimenta una disminución significativa a 10,402 millones, manteniéndose en niveles similares en 2017 y 2018 con valores de 11,411 y 10,279 millones respectivamente. Este patrón sugiere una reducción notable en activos líquidos o de rápida conversión en el corto plazo después de 2015, lo que podría indicar cambios en la política de gestión de activos o en la estructura de negocio que afectaron la disponibilidad inmediata de recursos.

Pasivo corriente

El pasivo corriente presenta una tendencia descendente desde 2013 hasta 2016, donde alcanza su valor más bajo en 18,808 millones de dólares, reflejando una disminución en las obligaciones a corto plazo. A partir de 2016, se observa un incremento progresivo en los pasivos corrientes, llegando a 25,131 millones en 2018. Este comportamiento puede interpretarse como un aumento en las obligaciones financieras a corto plazo o en necesidades de financiamiento adicional, lo cual puede tener implicaciones sobre la liquidez y la gestión de pasivos a corto plazo.

Ratio de liquidez rápido

El ratio de liquidez rápido muestra una tendencia de aumento gradual de 0.69 en 2013 a 0.80 en 2015, lo que indica una mejor posición de liquidez durante ese período. Sin embargo, a partir de 2016, se produce una disminución constante, pasando a 0.55 en 2016, 0.51 en 2017 y 0.41 en 2018. La disminución en este ratio refleja una reducción en la capacidad de la empresa para cubrir sus pasivos corrientes con sus activos líquidos en el corto plazo, evidenciando una posible deterioración en la posición de liquidez y en la eficiencia de gestión de activos líquidos en los últimos años.

Activos totales en efectivo

Se observa una tendencia general de incremento en los activos totales en efectivo durante los años 2013 a 2015, alcanzando un pico en 2015 con 17,433 millones de dólares. Sin embargo, a partir de ese año, se registra una disminución significativa en 2016 a 6,288 millones, seguida de una leve recuperación en 2017 a 6,997 millones y una disminución adicional en 2018, alcanzando 5,166 millones. Esto puede indicar cambios en la gestión de liquidez o en las estrategias financieras de la empresa.

Pasivo corriente

El pasivo corriente muestra una tendencia decreciente desde 2013 (45,521 millones) hasta 2016, con una reducción considerable en ese período. A partir de 2016, se observa un aumento en 2017 y 2018, llegando a 25,131 millones en 2018, aunque aún por debajo de los niveles de 2013. Esto podría reflejar cambios en las obligaciones a corto plazo y en la estructura de financiamiento.

Ratio de liquidez en efectivo

El ratio de liquidez en efectivo presenta una tendencia ascendente de 0.27 en 2013 a 0.41 en 2015, lo que indica una mejora en la capacidad de la empresa para cubrir sus obligaciones corrientes con sus activos en efectivo. Sin embargo, a partir de 2015, el ratio empieza a disminuir, bajando a 0.33 en 2016, 0.31 en 2017 y llegando a 0.21 en 2018. La caída en este ratio sugiere una reducción en la liquidez inmediata relativa, posiblemente debido a cambios en la disponibilidad de efectivo o en la gestión del pasivo corriente.