Estructura del balance: activo
Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2019-12-28), 10-K (Fecha del informe: 2018-12-29), 10-K (Fecha del informe: 2017-12-30), 10-K (Fecha del informe: 2016-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2015-12-31).
- Efectivo y equivalentes de efectivo
- Durante el período analizado, la proporción de efectivo respecto a los activos totales muestra una tendencia decreciente desde un 3.93% en 2015 hasta un 1.09% en 2018, con un ligero repunte al 2.25% en 2019. Esto puede indicar una reducción en la liquidez en comparación con el total de activos, o una utilización de efectivo para otras actividades, como inversiones o pagos de deuda.
- Cuentas por cobrar comerciales, netas de provisiones
- La participación de las cuentas por cobrar comerciales en los activos totales presenta fluctuaciones, con un descenso en 2016 respecto a 2015, seguido de un aumento en 2017 y 2018. La disminución en 2016, y posteriormente el incremento, sugieren una variabilidad en las políticas de crédito o en la gestión de cobros.
- Cuentas por cobrar vendidas
- Este concepto se muestra solo en los años iniciales, con una existencia significativa en 2015 y 2017, pero desaparece en 2016 y 2018, lo que puede reflejar cambios en las metodologías de factoring o en la venta de cuentas por cobrar.
- Impuestos sobre la renta por cobrar
- El porcentaje de este activo crece en 2016 y 2017, alcanzando hasta 0.48%, y se mantiene relativamente estable en 2018 y 2019. Esto puede indicar una gestión activa de impuestos diferidos o créditos fiscales.
- Inventarios
- El peso de los inventarios en los activos totales ha ido en aumento desde 2.13% en 2015 hasta 2.68% en 2019, indicando una acumulación progresiva de inventarios, lo que puede sugerir una estrategia de producción o stock que requiere atención por posibles riesgos de obsolescencia.
- Gastos pagados por adelantado
- Este concepto aparece a partir de 2018 con una proporción estable en torno a 0.38-0.39%, lo que refleja la existencia de pagos anticipados asociados a contratos de servicios o arrendamientos que ya no estaban presentes en períodos anteriores.
- Otros activos corrientes
- Este rubro presenta variabilidad, disminuyendo en 2016 respecto a 2015, y creciendo en 2018, siendo particularmente alto en 2018 con 1.18%, pero bajando en 2019 a 0.44%. La fluctuación puede reflejar cambios en la composición o clasificación de ciertos activos a corto plazo.
- Activos mantenidos para la venta
- Este activo surge en 2018 con un 1.33%, pero disminuye sustancialmente en 2019 a solo 0.12%, indicando que en ciertos momentos de 2018 existían activos clasificados para venta, pero estos fueron liquidándose en 2019.
- Activo circulante
- Su proporción en los activos totales fluctúa, alcanzando un máximo en 2018 con 8.77%, y disminuyendo en 2019 a 7.98%, reflejando cambios en la estructura global de corto plazo de la empresa.
- Inmovilizado material, neto
- Su participación en los activos totales es relativamente estable, con ligeras tendencias al alza desde 5.31% en 2015 hasta 6.95% en 2019, sugiriendo inversión constante en activos fijos físicos.
- Buena voluntad
- Este activo muestra una participación estable y relativamente elevada, en torno a 35%, con un ligero descenso en 2018 y 2019, reflejando la consolidación de valor en las adquisiciones y las posibles amortizaciones de buena voluntad adquirida.
- Activos intangibles, netos
- Su proporción en los activos totales permanece cercana al 50%, con una ligera disminución en 2018 y 2019, lo que puede indicar amortizaciones o cambios en las valoraciones de activos intangibles.
- Otros activos no corrientes
- Este rubro presenta una tendencia ascendente significativa, especialmente en 2019 con un aumento a 2.07%, señalando posibles adquisiciones o reevaluaciones de otros activos no corrientes.
- Activo no corriente
- La participación en los activos totales oscila alrededor del 92%, con leves variaciones a lo largo de los años, indicando que la estructura del balance se mantiene con predominancia de activos no corrientes.
- Resumen general
- La estructura de activos muestra una tendencia a mantener un alto porcentaje de activos no corrientes, con fluctuaciones en la composición de activos corrientes y cambios específicos en la liquidez y la gestión de inventarios. La proporción de efectivo ha disminuido, mientras que otros activos, como inventarios y activos intangibles, han aumentado en importancia relativa. La gestión de activos a corto plazo parece orientada a mantener niveles adecuados de inventarios y gestionar los cobros, mientras que la inversión en activos no corrientes se mantiene estable o en crecimiento en ciertos rubros, reflejando un enfoque de inversión sostenido en infraestructura y activos intangibles.