Gilead Sciences Inc. (NASDAQ:GILD)

Coeficiente de liquidez corriente

El coeficiente de liquidez corriente muestra variaciones a lo largo del período analizado, iniciando en 3.04 en el primer trimestre de 2020 y alcanzando un mínimo de 1.02 en el primer trimestre de 2023. Posteriormente, se observan incrementos hacia valores más altos, llegando a 1.37 en el segundo trimestre de 2025. La tendencia indica una fluctuación general con una disminución significativa en algunos periodos, sugiriendo cambios en la capacidad de la empresa para cubrir sus obligaciones a corto plazo, desde niveles considerables hasta valores cercanos a la unidad en ciertos trimestres, lo que refleja una reducción en la holgura financiera en algunos momentos y recuperación en otros.

Ratio de liquidez rápido

El ratio de liquidez rápido presenta una tendencia decreciente desde valores cercanos a 2.78 en el primer trimestre de 2020 hasta un mínimo de 0.69 en el tercer trimestre de 2029, mostrando una disminución en la capacidad de la empresa para cubrir sus pasivos a corto plazo excluyendo inventarios. Sin embargo, en los periodos más recientes, se observa una recuperación que lo lleva a valores cercanos a 1.00, indicando una posible mejora en la capacidad de responder ante obligaciones inmediatas. La tendencia general refleja una reducción en la posición de liquidez rápida en los primeros años, seguida por una tendencia de estabilización y ligera recuperación en los últimos trimestres.

Ratio de liquidez en efectivo

El ratio de liquidez en efectivo también exhibe una tendencia decreciente desde 2.34 en el primer trimestre de 2020 a un mínimo de 0.26 en el tercer trimestre de 2029, lo cual indica una disminución significativa en la proporción de efectivo disponible para cubrir obligaciones a corto plazo en ese período. Aunque en los trimestres posteriores aparece cierta recuperación, los valores permanecen relativamente bajos, en torno a 0.36 a 0.83 en los últimos registros, reflejando una posición de liquidez en efectivo más restringida en comparación con el inicio del análisis. Esta tendencia sugiere una disminución en la disponibilidad de efectivo en relación con los pasivos corrientes durante el período considerado.

El análisis de los datos financieros revela varias tendencias relevantes en los indicadores considerados, en particular en el activo circulante, el pasivo corriente y el coeficiente de liquidez corriente durante el período de 2020 a 2025.

Activo circulante

Tras un pico en marzo de 2020 con 26,950 millones de dólares, se observa una caída significativa en el segundo trimestre del mismo año, llegando a 12,978 millones de dólares. Posteriormente, se presenta una tendencia de recuperación y estabilidad relativamente variable. En 2021, se mantiene en niveles cercanos a los 14,000 millones, con ligeras fluctuaciones. Durante 2022 y en 2023, el activo circulante muestra una tendencia general en aumento, alcanzando máximos cercanos a 19,173 millones en junio de 2024 y luego disminuyendo nuevamente.

Pasivo corriente

El pasivo corriente presenta cierto incremento en algunos períodos, alcanzando un pico de 13,964 millones en diciembre de 2022. Sin embargo, en general, hay fluctuaciones considerables, con períodos de aumento y disminución a lo largo del período analizado. Este comportamiento refleja posibles cambios en las obligaciones a corto plazo, y no muestra una tendencia definitiva a la alza o baja, aunque en algunos trimestres se aprecia cierta estabilidad relativa.

Coeficiente de liquidez corriente

Este ratio presenta una tendencia inicial bastante alta en marzo de 2020 (3.04), que disminuye notablemente en los períodos siguientes hasta un valor mínimo de aproximadamente 1.02 en diciembre de 2021. Luego, se observa una recuperación gradual que lleva el ratio a valores por encima de 1.3 en 2023 y 2024, alcanzando un valor de 1.6 en junio de 2025. La tendencia indica una recuperación de la capacidad de cobertura de las obligaciones a corto plazo, tras periodos de menor liquidez, particularmente en 2021.

En resumen, la empresa experimentó una caída significativa en su activo circulante en 2020, seguida de una fase de recuperación gradual. El pasivo corriente mostró fluctuaciones pero sin una tendencia clara de incremento sostenido. El coeficiente de liquidez corriente sugirió una disminución en la capacidad de cobertura a corto plazo en la segunda mitad de 2020 y en 2021, para luego recuperarse paulatinamente, alcanzando niveles satisfactorios a partir de 2023. En conjunto, estos indicadores reflejan cambios en la estructura de liquidez y la gestión del activo y pasivo circulante a lo largo del período analizado.

El análisis de la tendencia en los activos rápidos revela varias fluctuaciones a lo largo del período considerado. Desde un pico en marzo de 2020 con 24,692 millones de US$, se observa una caída significativa en junio de 2020 a 22,108 millones, seguida de un aumento notable en septiembre de 2020 alcanzando 27,888 millones. Esta tendencia de incremento continúa en los trimestres siguientes, alcanzando un máximo en diciembre de 2022 con 11,654 millones, y posteriormente disminuye a lo largo de 2023 y en los primeros meses de 2024, situándose en 9,394 millones en diciembre de 2023, y en 9,624 millones en marzo de 2024. En los primeros meses de 2025, se evidencia un incremento a 12,314 millones, aunque todavía se mantienen por debajo del pico de diciembre de 2022.

El pasivo corriente presenta una tendencia generalmente ascendente en el período. Desde 8,879 millones en marzo de 2020, aumenta llegando a su punto más alto en diciembre de 2022 con 13,015 millones. Posteriormente, en 2023 y 2024, fluctúa en torno a los 11,000 millones, con leves descensos y aumentos, y alcanza los 12,404 millones en marzo de 2025. Este patrón indica un incremento sostenido en las obligaciones a corto plazo durante casi todo el período analizado.

El ratio de liquidez rápida presenta una tendencia variable significativa a lo largo del tiempo. En marzo de 2020, registra un valor alto de 2.78, lo que indica una capacidad de cubrir pasivos corrientes con activos rápidos varias veces. Sin embargo, en el trimestre de junio de 2020, baja a 2.09 y se mantiene por encima de 2 en varias mediciones posteriores, alcanzando un máximo de 2.93 en septiembre de 2020. A partir de entonces, se evidencia una caída general, llegando a valores por debajo de 1 en diversos trimestres, incluyendo un valor de 0.72 en junio de 2021 y 0.69 en septiembre de 2021, lo que sugiere una menor capacidad de liquidez rápida en esos momentos. A partir de 2022, el ratio muestra cierta recuperación, alcanzando cifras cercanas a la unidad, como 1.06 en septiembre de 2022 y 1 en junio de 2025. Estos cambios reflejan una evolución variable en la capacidad de la empresa para cubrir sus pasivos inmediatos con sus activos líquidos rápidos.

Patrón general de activos en efectivo

Los activos totales en efectivo muestran fluctuaciones significativas a lo largo del período analizado. Se observa un pico en marzo de 2020, alcanzando US$ 20,785 millones, seguido de una disminución pronunciada en junio de 2020. A partir de ese punto, la tendencia se vuelve variable, con incrementos y caídas leves hasta aproximadamente mediados de 2021, cuando se presenta un aumento sustancial en los activos en efectivo, alcanzando un máximo en diciembre de 2022 con US$ 6,864 millones. Posteriormente, en 2023 y 2024, se evidencia una disminución importante, llegando a niveles considerablemente más bajos en marzo de 2024 (US$ 2,772 millones). Sin embargo, hacia finales de 2024 y en los primeros meses de 2025, se observa un repunte, alcanzando casi US$ 10,000 millones en marzo de 2025, lo que puede indicar una recuperación o reestructuración de los activos en efectivo.

Comportamiento del pasivo corriente

El pasivo corriente muestra una tendencia ascendente desde marzo de 2020, comenzando en US$ 8,879 millones y alcanzando picos relevantes en diferentes momentos, especialmente en diciembre de 2022 con US$ 13,015 millones. A lo largo del período, su tendencia general es de aumento, aunque presenta algunas fluctuaciones, y en algunos periodos (marzo de 2024), vuelve a reducirse. La tendencia indica una mayor carga de obligaciones a corto plazo con el paso del tiempo, lo que puede reflejar cambios en la estructura de financiamiento o en las necesidades operativas de la empresa.

Ratio de liquidez en efectivo

El ratio de liquidez muestra una tendencia variable a lo largo del período. Tras un valor alto de 2.34 en marzo de 2020, se observa una caída significativa a 0.65 en junio de 2020, indicativo de una menor capacidad de cubrir pasivos a corto plazo con efectivo. Posteriormente, en 2021, el ratio se mantiene relativamente estable, en su mayoría por debajo de 1. lo cual sugiere que la empresa operaba con una liquidez ajustada o dependía de otras fuentes de financiamiento. En 2022, el ratio fluctúa nuevamente, alcanzando niveles tan bajos como 0.26 en marzo de 2023, evidenciando una posición de liquidez más precaria. Sin embargo, en los meses posteriores, especialmente en marzo de 2025, el ratio aumenta hasta 0.83, indicando una mejoría en la capacidad de cubrir obligaciones a corto plazo en comparación con periodos anteriores. La tendencia general refleja una gestión fluctuante de la liquidez, con períodos de menor y mayor capacidad de análisis inmediato.