Balance general: pasivo y capital contable
El balance general proporciona a los acreedores, inversores y analistas información sobre los recursos (activos) de la empresa y sus fuentes de capital (su patrimonio y pasivos). Normalmente, también proporciona información sobre la capacidad de ganancias futuras de los activos de una empresa, así como una indicación de los flujos de efectivo que pueden provenir de cuentas por cobrar e inventarios.
Los pasivos representan las obligaciones de una empresa derivadas de acontecimientos pasados, cuya liquidación se espera que dé lugar a una salida de beneficios económicos de la entidad.
Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2025-07-26), 10-K (Fecha del informe: 2024-07-27), 10-K (Fecha del informe: 2023-07-29), 10-K (Fecha del informe: 2022-07-30), 10-K (Fecha del informe: 2021-07-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-07-25).
Numerosos indicadores muestran una tendencia de incremento en los pasivos a largo plazo y en el pasivo total, evidenciando una posible estrategia de financiamiento mediante deuda a largo plazo. En particular, la deuda a largo plazo, excluida la parte corriente, experimentó un aumento significativo entre 2023 y 2025, pasando de 6,658 millones de dólares en julio de 2023 a 22,861 millones en julio de 2025, lo que indica una intensificación en la apalancamiento financiero.
El pasivo corriente también ha mostrado un incremento fructífero en los últimos años, con un notable ascenso en 2024, llegando a más de 40 mil millones de dólares. Este comportamiento puede deberse tanto a una estrategia de financiamiento a corto plazo como a mayores obligaciones operativas, dado el aumento en los ingresos diferidos, que refleja mayores responsabilidades por ingresos aún no realizados.
Es importante destacar la disminución en la deuda a corto plazo en 2022, que muestra una reducción respecto a períodos anteriores, aunque posteriormente se observa un repunte en 2024 y 2025. Este patrón puede indicar una gestión activa en la refinanciación o en la reestructuración de deuda a corto plazo, ajustándose a las necesidades de financiamiento y liquidez.
En términos de activos, la mayor parte del patrimonio, representado por acciones ordinarias y utilidades retenidas, ha crecido a lo largo del tiempo, lo cual señala una expansión en el valor para los accionistas y una mejora en la rentabilidad acumulada, aunque con fluctuaciones en el patrimonio retenido, que en algunos años mostró déficit, como en 2020, pero se recuperó a partir de 2021, alcanzando valores positivos en 2023 y siguientes.
El patrimonio total, que combina acciones y utilidades retenidas, exhibe una tendencia de crecimiento constante, alcanzando cerca de 47,847 millones de dólares en 2025, lo que indica una sólida base de capital que puede sustentar las nuevas obligaciones y estrategias de expansión.
Por otro lado, los ingresos diferidos han mostrado un aumento constante desde 2020 hasta 2025, lo cual puede reflejar contratos pendientes de reconocimiento, mayor volumen de ventas diferidas o exigencias regulatorias. Este incremento es coherente con las obligaciones crecientes en los pasivos corrientes y a largo plazo.
Finalmente, las utilidades retenidas han tenido fluctuaciones, alternando entre déficit y superávit, pero en general han mostrado una tendencia de recuperación desde 2021, incrementándose en el último año. La disminución en la pérdida acumulada y la tendencia a la recuperación en el patrimonio indican una posible mejora en la rentabilidad y en la gestión de resultados.