Estructura del balance: activo
Datos trimestrales
Basado en los informes: 10-Q (Fecha del informe: 2024-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2023-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2023-10-01), 10-Q (Fecha del informe: 2023-07-02), 10-Q (Fecha del informe: 2023-04-02), 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2022-10-02), 10-Q (Fecha del informe: 2022-07-03), 10-Q (Fecha del informe: 2022-04-03), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2021-10-03), 10-Q (Fecha del informe: 2021-07-04), 10-Q (Fecha del informe: 2021-04-04), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2020-09-27), 10-Q (Fecha del informe: 2020-06-28), 10-Q (Fecha del informe: 2020-03-29), 10-K (Fecha del informe: 2019-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2019-09-29), 10-Q (Fecha del informe: 2019-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2019-03-31).
El análisis de la estructura de activos revela varias tendencias y patrones relevantes a lo largo de los diferentes trimestres considerados.
La proporción de efectivo y equivalentes de efectivo en relación con los activos totales muestra una tendencia al alza, partiendo de un 18.49% en marzo de 2019 y alcanzando un máximo de 29.46% en diciembre de 2020. Posteriormente, se observa una disminución paulatina, situándose en torno al 20% en los últimos períodos, indicando una posible gestión de liquidez más conservadora o cambios en la estrategia de inversión en efectivo.
Los valores negociables, que inicialmente representaban frecuencia significativa en la estructura, experimentan una caída pronunciada en 2019 y 2020, pasando de más del 16% en marzo de 2019 a un mínimo cercano al 1.13% en abril de 2023, con ligeros picos en ciertos períodos. Esto puede reflejar una disminución en la inversión en activos financieros a corto plazo o un cambio en la estrategia de gestión de inversiones.
Las cuentas por cobrar, menos la provisión, mantienen una participación relativamente estable en torno al 12-21% de los activos totales, con picos en ciertos períodos intermedios, lo cual puede indicar variaciones en el volumen de ventas a crédito o en la política de cobranza. La tendencia general sugiere cierta estabilidad en esta partida, aunque con fluctuaciones menores.
Las existencias muestran una tendencia de incremento, llegando a representar hasta cerca del 10.4% en diciembre de 2022, desde un 6.17% en marzo de 2019. Esto puede señalar un aumento en inventarios posiblemente asociado a preparación para futuras ventas, o a cambios en los ciclos de producción y distribución.
Los prepagos experimentan un aumento significativo en su participación en los activos totales desde valores prácticamente nulos en 2019 hasta alrededor del 16-17% en los últimos años, indicando posibles avances en gastos pagados por anticipado o inversiones en contratos o servicios futuros.
En cuanto a los activos corrientes, estos mantienen una proporción constante alrededor del 60-67% del total, con una ligera tendencia a estabilizarse en niveles superiors al 60%. Esto refleja una estructura que prioriza la liquidez y la rotación de activos a corto plazo.
El inmovilizado material, que representa una participación en torno al 10-12% de los activos totales, presenta una ligera tendencia al aumento, especialmente a partir de 2022, alcanzando valores cercanos al 13.41% en 2023, lo cual sugiere inversión en activos tangibles para la operación.
Los activos por uso de arrendamiento operativo, con porcentajes en torno al 2%, mantienen una participación relativamente estable, mostrando poca variabilidad a lo largo del tiempo.
Los activos por impuestos diferidos, en ascenso desde aproximadamente el 2.66% en 2019 al 5.45% en 2024, reflejan una posible estrategia de planificación fiscal y reconocimiento de beneficios tributarios diferidos.
Los activos intangibles adquiridos, en su mayoría, reducen su participación respecto al total, bajando del 4.56% en 2019 a menos del 1% en los últimos períodos, lo cual puede indicar amortización y menor inversión en activos intangibles con el tiempo.
La buena voluntad mantiene una participación estable a un nivel cercano al 11-14%, sugiriendo que las operaciones de adquisiciones no han generado cambios significativos en esta partida en los períodos analizados, aunque su participación en relación con el activo total ha bajado ligeramente en algunos períodos.
El porcentaje del activo total a largo plazo se mantiene en niveles cercanos al 35-40%, con ligeros incrementos en 2023, lo cual puede indicar una estrategia de inversión de largo plazo que busca equilibrar activos fijos y otras inversiones.
En conjunto, la estructura de activos se caracteriza por una alta proporción de activos corrientes, principalmente efectivo y cuentas por cobrar, acompañada de incrementos en inventarios y prepagos en los últimos períodos. La disminución relativa en valores negociables y activos intangibles señala un enfoque en mantener liquidez y disminuir inversiones en activos financieros y no tangibles en favor de inversiones en activos fijos y otros activos de naturaleza más estable y duradera.