Estructura del balance: pasivo y patrimonio contable
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- Estado de resultado integral
- Balance general: pasivo y capital contable
- Estado de flujos de efectivo
- Estructura de la cuenta de resultados
- Análisis de ratios de actividad a corto plazo
- Relación entre el valor de la empresa y la EBITDA (EV/EBITDA)
- Valor actual del flujo de caja libre respecto al patrimonio neto (FCFE)
- Ratio de margen de beneficio operativo desde 2005
- Relación precio/ingresos de explotación (P/OP) desde 2005
- Análisis de ingresos
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Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2024-09-29), 10-K (Fecha del informe: 2023-10-01), 10-K (Fecha del informe: 2022-10-02), 10-K (Fecha del informe: 2021-10-03), 10-K (Fecha del informe: 2020-09-27), 10-K (Fecha del informe: 2019-09-29).
- Condición general de pasivos
- Los pasivos totales muestran una tendencia a la estabilización en términos relativos, alcanzando un porcentaje cercano al 124% al cierre de 2024, con una ligera disminución en comparación con niveles previos. La proporción del pasivo corriente ha fluctuado, siendo aproximadamente un 29% a finales de 2024, indicando cierta fluctuación en la composición del pasivo a corto plazo pero sin cambios dramáticos significativos. La porción del pasivo a largo plazo se mantiene en torno al 46-47%, sugiriendo una estructura de financiamiento con mayor énfasis en deuda a largo plazo.
- Composición y evolución de la deuda
- La deuda a largo plazo, excluida la parte corriente, representa una proporción significativa del pasivo, aproximadamente 45-46% en los últimos años, indicando una construcción en financiamiento a largo plazo. La deuda a corto plazo decreció notablemente, llegando a niveles mínimos en 2023, con apenas un 0.11%, y no se reporta en 2024, lo que puede reflejar una estrategia de reducción de deuda a corto plazo o una reestructuración. La porción actual de la deuda a largo plazo aumenta en 2022 y 2023, sagando un incremento en la tendencia hacia mayor estabilidad en los plazos de deuda.
- Pasivos operativos y diferidos
- Los pasivos por arrendamiento operativo, como parte del pasivo total, fluctúan alrededor de 4-5%, aumentando ligeramente en 2024. Los ingresos diferidos mantienen una proporción relativamente estable en torno al 20%, indicando cierta persistencia en obligaciones contraídas que aún no se reconocen como ingreso en los estados financieros. Los otros pasivos a largo plazo disminuyen en proporción en el período analizado, llegando a cerca del 2%, evidenciando posible consolidación en la estructura de pasivos a largo plazo.
- Pasivos relacionados con obligaciones específicas
- Las cuentas a pagar, que representan un porcentaje menor del pasivo total (alrededor del 5%), disminuyen desde 2019, aunque en 2024 mantienen una proporción del 5.09%. Los costes de ocupación devengados también muestran una reducción significativa en 2020, pero se estabilizan en torno a 0.26-0.3% en años posteriores. Otros pasivos, como las reservas de seguro, presentan una ligera disminución, manteniéndose debajo del 1%, y los impuestos sobre la renta a pagar muestran una tendencia a la baja desde casi un 7% en 2019 a cerca de 0.39% en 2024, lo que refleja menor carga tributaria o mejor gestión fiscal.
- Implicaciones en capital y resultado acumulado
- El capital desembolsado adicional experimenta fluctuaciones; tras un pico en 2020 con 1.27%, decrece en 2021 y 2022, pero aumenta ligeramente en 2024 a 1.03%. Por otro lado, el déficit retenido se presenta en valores negativos, con un aumento en 2022 (hasta –30.2%) y una gradualmente menor magnitud en 2024 (–23.43%), indicando una recuperación en las utilidades retenidas y una reducción en déficits acumulados. Otro resultado (pérdida) integral muestra un comportamiento variable, sin tendencias claras, reflejando efectos en las pérdidas o ganancias no realizados.
- Cambios en la estructura del pasivo y ratios asociados
- El pasivo total y déficit en porcentaje del pasivo total se mantiene en torno a 124% en 2024, con algunos altibajos en años anteriores. La proporción del pasivo a largo plazo respecto al total ha sido estable en torno a 46%, favoreciendo la estabilidad financiera a largo plazo. No se observa incremento sustancial en pasivos inmobiliarios o en pasivos de alto riesgo, lo que señala una gestión controlada del pasivo total. La disminución de pasivos operativos y el control en los pasivos a corto plazo puede indicar estrategias para reducir la exposición a créditos de corto plazo y mejorar la estructura financiera.