Estructura del balance: pasivo y patrimonio contable
Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2024-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2023-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31).
La proporción relativa de cuentas a pagar en relación con el pasivo total y patrimonio neto muestra una tendencia ascendente, pasando del 2.04% en 2020 al 2.66% en 2022, para luego experimentar una disminución a 2.46% en 2023 y una ligera reducción a 2.29% en 2024. Esto indica una gestión progresiva de las obligaciones con proveedores, con una ligera disminución en su peso dentro del financiamiento total.
La responsabilidad de compensación para trabajadores mantuvo una participación estable en torno al 0.4%, con una ligera reducción en 2021, culminando en 0.38% en 2023 y 2024. Por otro lado, las nóminas devengadas, bonificaciones e impuestos experimentaron una significativa variación, creciendo notablemente de 0.7% en 2020 a 1.62% en 2021, y alcanzando un pico en 2022 con 1.71%, antes de aumentar a 2.12% y 2.13% en 2023 y 2024, respectivamente. Esto refleja un incremento en las obligaciones relacionadas con remuneraciones y beneficios, posiblemente debido a mayores gastos o cambios en políticas laborales.
En cuanto a los impuestos sobre la nómina del empleador acumulados y diferidos, estos datos faltaron en los registros de 2021 en adelante, pero en 2020 representaron un 1.18% del total. Otros pasivos asociados, como las reservas de seguros, beneficios acumulados y otros pasivos acumulados, mostraron una tendencia de disminución significativa hasta 2022, en particular en las reservas de seguros (de 0.86% a 0.43%), pero posteriormente experimentaron una ligera recuperación en 2024, mostrando cierta estabilidad o incremento leve en su participación.
Los pasivos acumulados en general decrecieron de 2.75% en 2020 a 2.13% en 2022, para posteriormente estabilizarse en torno al 1.84% en 2023 y aumentar ligeramente a 1.95% en 2024. Esta tendencia refleja una reducción en este concepto, posiblemente debido a pagos o reestructuraciones en las obligaciones por pasivos acumulados.
Los ingresos no devengados, en tanto, mantuvieron un valor cercano al 2.14% en 2020, aumentando paulatinamente hasta 2.64% en 2022, y estabilizándose en torno a 2.59%-2.61% en 2023 y 2024. Esto indica un crecimiento en las obligaciones relacionadas con ingresos anticipados, que podrían relacionarse con ventas o servicios no aún realizados o reconocidos.
Los pasivos por arrendamiento operativo a largo plazo presentaron una participación cercana a la mitad del pasivo total, fluctuando entre 49.35% en 2020 y 46.31% en 2024, con un máximo en 2022. Los pasivos por impuestos diferidos decrecieron de 2.5% en 2020 a solo 0.5% en 2024, señalando una reducción consistente en pasivos fiscales diferidos, posiblemente beneficiando la liquidez o resultado fiscal.
Los pasivos a largo plazo, que constituyen una parte sustancial del pasivo total, permanecieron alrededor del 52-52.5% en 2020 y 2022, pero disminuyeron a 49.12% en 2023 y a 47.59% en 2024, reflejando una reducción en la carga de pasivos a largo plazo y quizás una estrategia de menor apalancamiento.
El pasivo total mostró una tendencia decreciente desde 66.23% en 2020 a 60.28% en 2024, indicando una disminución en la proporción de obligaciones frente a la estructura patrimonial, probablemente mediante amortizaciones o reestructuración de deuda.
Por otro lado, el patrimonio neto mostró un crecimiento constante en porcentaje, del 33.77% en 2020 al 39.72% en 2024, reflejando una mejora en la base de financiamiento propio, principalmente atribuible al incremento en utilidades retenidas, que pasaron del 54.76% en 2020 a 69.70% en 2022, y su disminución subsiguiente a 17.1% en 2024, evidenciando un descenso en la acumulación de utilidades retenidas en ese último año.
El capital desembolsado adicional experimentó un ligero aumento en 2022, alcanzando el 26.41%, para luego disminuir a 24.32% en 2023 y 22.58% en 2024, mientras que la autocartera, que fue negativa en todos los años, mostró una participación significativa en torno a -50%, destacando acciones en cartera propia adquiridas por la empresa, sin cambios sustancial en el patrón.
En relación a las acciones ordinarias, su participación se mantuvo muy baja, incrementándose ligeramente en 2024 al 0.15%. La otra pérdida integral acumulada y las utilidades retenidas reflejaron cambios menores, con una tendencia a estabilizarse en valores negativos o positivos cercanos, sugiriendo una estabilidad relativa en las partidas de resultados acumulados.
Finalmente, el patrimonio neto en porcentaje del pasivo total y patrimonio total aumentó desde 33.77% en 2020 hasta 39.72% en 2024, consolidando la tendencia hacia una estructura financiera con mayor peso del patrimonio propio, lo cual puede interpretarse como una mejora en la solvencia y estabilidad financiera de la entidad.