Trane Technologies plc (NYSE:TT)

La proporción de efectivo y equivalentes de efectivo respecto del activo total muestra una tendencia variable. Desde un bajo porcentaje en 2018 (entre 4.09% y 6.4%) hasta alcanzar un pico en el primer trimestre de 2020 (15.01%), seguido de una caída que lo ubica en niveles cercanos a 3.87% en 2023. Este patrón sugiere una mayor liquidez en los primeros meses de 2020, posiblemente en respuesta a condiciones de incertidumbre, seguido por una disminución progresiva.

Las cuentas y pagarés, netas, mantienen un porcentaje relativamente estable de aproximadamente entre 12% y 16% del activo total, sin cambios sustanciales. Esto indica una gestión constante del pasivo corriente en relación con los activos totales, sin tendencias marcadas hacia aumento o disminución significativa.

Los inventarios muestran un incremento sostenido en su proporción, pasando de niveles cercanos a 9.69% en 2018 a aproximadamente 13.1% en 2023. La tendencia indica un aumento en los inventarios respecto del activo total, lo que puede reflejar una acumulación mayor de existencias o cambios en la rotación de inventarios, especialmente en el período reciente.

Otros activos corrientes, en contraste, presentan fluctuaciones leves pero con una tendencia marginal a estabilizarse alrededor de 2% en los últimos años, lo que sugiere una gestión controlada y estable en estos activos.

El activo circulante, como porcentaje del total activo, se muestra relativamente estable en torno a 33% a 36%, aunque experimenta un aumento en ciertos trimestres, alcanzando picos superiores en 2020 (hasta casi 38.9%). La tendencia evidencia cierta estabilidad en la composición del activo circulante, aunque con picos asociados a períodos específicos, posiblemente relacionados con la estrategia de gestión de liquidez y rotación de activos en respuesta a las condiciones económicas.

El inmovilizado material, neto, mantiene un porcentaje cercano al 8-9% del activo total, con leves variaciones. La estabilidad en estos valores indica una política constante en activos fijos, sin cambios relevantes en las inversiones de capital en infraestructura o equipos.

La buena voluntad, en cambio, presenta una tendencia decreciente en su proporción respecto del activo total desde valores cercanos al 33% en 2018, bajando a alrededor del 30% en 2023. Esto podría reflejar amortizaciones, reevaluaciones o cambios en las percepciones de valor asociado a los activos intangibles relacionados con negocios adquiridos.

Los activos intangibles, netos, muestran una ligera disminución en su participación, situándose en torno al 18-20% del activo total en todo el período, sin cambios significativos en su tendencia general. Esto indica una inversión constante en activos intangibles, aunque con una ligera tendencia a estabilizarse o reducirse marginalmente en proporción.

Otros activos no corrientes presentan un aumento en su participación, pasando de aproximadamente 4.4% en 2018 a cerca de 8.3% en 2023. La tendencia señala una creciente importancia de estos activos no corrientes, posiblemente por adquisición o incremento en activos diversos no clasificables en las categorías principales.

La proporción del activo no corriente respecto del total ha fluctuado en torno a 61% a 69% a lo largo del período, con tendencias levemente a estabilizarse en niveles cercanos a 65%. Esto indica una estructura basada en una inversión significativa en activos no corrientes, consistente con una estrategia de inversión en infraestructura a largo plazo.

La composición del activo total refleja una gestión que combina niveles moderados de liquidez y una inversión sustancial en activos no corrientes, con cambios en la composición de inventarios y activos intangibles que podrían estar relacionados con cambios en la estrategia de negocio o en las condiciones del mercado.