Estructura del balance: activo
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- Estado de flujos de efectivo
- Estructura del balance: pasivo y patrimonio contable
- Análisis de ratios de rentabilidad
- Análisis de ratios de solvencia
- Análisis de ratios de actividad a corto plazo
- Análisis de segmentos reportables
- Ratio de deuda sobre fondos propios desde 2005
- Relación precio/utilidad neta (P/E) desde 2005
- Relación precio/ingresos (P/S) desde 2005
- Análisis de ingresos
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Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2019-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2018-12-31).
- Patrón de efectivo y equivalentes de efectivo
- Se observa un incremento en la proporción de efectivo y equivalentes en relación con los activos totales desde un 5.04% en 2018, alcanzando un pico del 18.12% en 2020, para luego disminuir a 11.96% en 2021 y situarse en 6.75% en 2022. Esto indica una mayor disponibilidad de efectivo en 2020, posiblemente para hacer frente a necesidades de liquidez o aprovechar oportunidades, pero con una reducción significativa en los períodos posteriores, sugiriendo una gestión más conservadora o una utilización del efectivo en otras áreas.
- Cuentas y pagarés, netas
- Este concepto muestra una tendencia a la estabilidad relativa, con un ligero decremento del 14.96% en 2018 al 12.13% en 2020, seguido de un aumento hasta el 15.38% en 2022. La fluctuación indica cambios en la estructura de financiamiento y en la gestión del pasivo a corto plazo, con un incremento en la proporción en los últimos años, lo que puede reflejar mayores obligaciones pendientes o cambios en la estrategia de financiamiento.
- Inventarios
- Los inventarios experimentaron una disminución significativa del 9.37% en 2018 al 6.55% en 2020, evidenciando una posible optimización en la gestión de inventarios durante ese período. Sin embargo, en 2022, la proporción vuelve a elevarse al 11.03%, reflejando una acumulación o incremento en los niveles de inventarios, posiblemente debido a cambios en la demanda, aumento en la producción o estrategias de inventario.
- Otros activos corrientes
- Con un descenso del 2.63% en 2018 a 1.24% en 2020, y posteriormente un ligero aumento a 2.13% en 2022, estos activos parecen mantener una participación relativamente baja y estable en comparación con otros activos. La variación es mínima y no presenta cambios sustanciales en la estructura del activo corriente.
- Activo circulante
- Este concepto presenta una tendencia estable, con una participación en torno a un 30-38% del total de activos. Se observa un aumento en 2020, alcanzando un 38.03%, seguido de una estabilización en aproximadamente 35% en los años posteriores. La fluctuación refleja una gestión flexible de los activos líquidos y corrientes en respuesta a las necesidades operativas.
- Inmovilizado material, neto
- Este activo muestra una reducción del 9.66% en 2018 a 7.43% en 2020, con una recuperación leve a 8.5% en 2022. La tendencia indica una disminución en la inversión o en el valor contable del inmovilizado material, sugiriendo posible depreciación, desinversiones o una menor inversión en activos fijos a lo largo del período analizado.
- Buena voluntad
- Se mantiene relativamente estable alrededor del 33%, con una ligera disminución de 33.27% en 2018 a 30.44% en 2022. Dicha estabilidad puede indicar que las percepciones sobre la plusvalía y la marca de la empresa permanecen similares en los años considerados.
- Activos intangibles, netos
- Este concepto presenta una evolución estable, con valores en torno al 20%, descendiendo del 20.29% en 2018 a 18.05% en 2022. La ligera reducción puede reflejar amortizaciones o una disminución en los activos intangibles relacionados con adquisiciones o desarrollos internos.
- Otros activos no corrientes
- Este grupo muestra un incremento de 4.79% en 2018 a un 7.73% en 2022, indicando un aumento en activos no corrientes diversos, lo cual puede involucrar inversiones, propiedades o activos especializados distintos a los anteriores, reflejando cambios en la estructura patrimonial a largo plazo.
- Activo no corriente
- Se observa que la participación en los activos totales se mantiene en torno al 61-69%, con una ligera reducción de 68% en 2018 a 64.72% en 2022, sugiriendo una ligera disminución en el peso de los activos no corrientes, posiblemente debido a cambios en las inversiones a largo plazo o en la estructura operativa y financiera.
- Resumen general
- El análisis de los ratios revela una estructura de activos que en general ha mantenido cierta estabilidad, aunque con variaciones en la composición de los activos corrientes y no corrientes. La mayor presencia de efectivo en 2020 y su posterior reducción refleja cambios en la liquidez. La gestión de inventarios mostraba una optimización inicial, seguida por un aumento en inventarios en los últimos años, lo que podría indicar ajustes en la producción o en la demanda. La estructura de pasivos refleja un aumento en las cuentas y pagarés en relación con los activos, en línea con una posible estrategia de financiamiento más activa, mientras que la participación de activos intangibles y buena voluntad permanece relativamente constante, indicando la continuidad en las inversiones en activos intangibles y en la percepción del valor de marca.