Estructura del balance: pasivo y patrimonio contable
Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2019-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2018-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2017-12-31).
- Porcentaje del pasivo a largo plazo respecto al total de pasivos y patrimonio
- Se observa una variación en la porción de deuda a largo plazo, comenzando en un 5.33% en 2017 y alcanzando un máximo de 6.95% en 2021. Esta tendencia indica un aumento en la proporción de deuda de largo plazo en relación con la estructura de financiamiento total en el período considerado. La subida en 2021 sugiere una posible estrategia de financiamiento con mayor énfasis en deudas a largo plazo en ese año.
- Participación en mercado de dinero y pasivos corrientes
- El porcentaje del mercado de dinero fluctúa, con picos en 2018 (2.8%) y 2019 (4.73%), antes de disminuir en 2020 y 2021. Los pasivos corrientes, por otra parte, muestran un incremento significativo en 2020 al representar el 26.23%, y posteriormente en 2021 alcanza un 22.59%. Esto evidencia que en 2020 la compañía experimentó un aumento en pasivos a corto plazo, posiblemente reflejando necesidades de liquidez o refinanciamiento, aunque en 2021 la proporción se estabiliza en niveles similares a años anteriores.
- Pasivos por arrendamiento operativo y otros pasivos
- Los pasivos por arrendamiento operativo a corto plazo se mantienen bajos y relativamente estables, en aproximadamente 0.21% a 0.32%. Los gastos devengados y otros pasivos bajan en 2020 y en 2021, sugiriendo una reducción en obligaciones acumuladas o en gastos diferidos. Los instrumentos financieros derivados experimentan aumentos en 2019 y 2021, posiblemente asociados a cambios en la gestión de riesgos financieros o en estrategias de cobertura.
- Depósitos de clientes y deuda a largo plazo
- Los depósitos de clientes muestran una tendencia ascendente de 10.06% en 2017 a 11.37% en 2018, manteniendo niveles elevados posteriormente, aunque con una notable disminución en 2020 a 5.5%, para recuperarse en 2021 a 9.8%. La deuda a largo plazo, excluyendo la parte corriente, muestra un crecimiento rápido desde un 28.48% en 2017 hasta un 58.43% en 2021. Esto refleja un incremento sustancial en la dependencia de financiamiento a largo plazo, en línea con la mayor participación del pasivo total y un cambio en la estructura de deuda hacia una composición más orientada a largo plazo.
- Pasivos por arrendamiento operativo a largo plazo y otros pasivos
- Estos pasivos representan un porcentaje menor del pasivo total, estabilizándose en torno al 1.6% a 2% en años recientes. La presencia de pasivos por arrendamiento operativo a largo plazo muestra poca variación, indicando que esta fuente de pasivo ha sido relativamente constante y puede considerarse una porción gestionada de la estructura de deuda a largo plazo.
- Composición del patrimonio neto
- El patrimonio neto en términos porcentuales decrece de un 48% en 2017 a 15.77% en 2021, evidenciando una significativa reducción en la proporción del patrimonio en relación con la estructura total. La participación en capital desembolsado incrementa desde un 15.2% en 2017 a 23.43% en 2021, mientras que las utilidades retenidas disminuyen notablemente en el mismo período, pasando del 40.47% en 2017 a solo 0.94% en 2021. Esto sugiere que la compañía ha estado financiándose en mayor medida a través de deuda, reduciendo la importancia relativa de las utilidades retenidas en su estructura de financiamiento.
- Pasivo total y participación en patrimonio
- El pasivo total aumenta de un 52% en 2017 a un 84.23% en 2021 del total del pasivo más patrimonio. La participación de la deuda a largo plazo en el total del pasivo y patrimonio crece significativamente, llegando a representar aproximadamente el 61.65% en 2021. La participación de la participación minoritaria redimible permanece baja, y las acciones ordinarias mantienen una proporción mínima del 0.01% en todo el período analizado, lo que indica una estructura financiera altamente apalancada, con mayor énfasis en deuda a largo plazo y menor en patrimonio propio.