IQVIA Holdings Inc. (NYSE:IQV)

El análisis de la estructura de pasivos a largo plazo revela una tendencia general al incremento de la deuda total durante el período comprendido entre 2018 y 2022. No obstante, se observan fluctuaciones anuales que merecen consideración.

Deuda a largo plazo, menos parte corriente

Este componente de la deuda muestra un crecimiento constante desde 2018 hasta 2020, pasando de 10907 millones de dólares a 12384 millones de dólares. En 2021 se registra una ligera disminución a 12034 millones de dólares, seguida de un nuevo aumento en 2022, alcanzando los 12595 millones de dólares. Esta trayectoria sugiere una estrategia de financiamiento a largo plazo con ajustes puntuales.

La porción actual de la deuda a largo plazo se mantuvo estable en 100 millones de dólares entre 2018 y 2019. En 2020, experimentó un incremento a 149 millones de dólares, para luego disminuir a 91 millones de dólares en 2021 y finalmente aumentar a 152 millones de dólares en 2022. Esta variabilidad indica cambios en la programación de los pagos de deuda a corto plazo.

Pasivos por arrendamiento financiero a largo plazo

Este concepto no se reporta hasta 2020, momento en el que se registra un valor de 122 millones de dólares. A partir de ahí, se observa un crecimiento significativo, alcanzando los 177 millones de dólares en 2021 y los 224 millones de dólares en 2022. Este aumento sugiere una mayor utilización de arrendamientos financieros como fuente de financiamiento.

Los pasivos corrientes por arrendamiento financiero comienzan a reportarse en 2021 con un valor de 9.5 millones de dólares. La ausencia de datos previos impide establecer una tendencia clara, pero su presencia indica la existencia de obligaciones de arrendamiento a corto plazo.

Deuda total a largo plazo y pasivos por arrendamiento financiero (importe en libros)

La deuda total, considerando tanto la deuda a largo plazo como los pasivos por arrendamiento financiero, muestra un patrón similar al de la deuda a largo plazo, con un crecimiento general entre 2018 y 2022. Se observa un incremento de 11007 millones de dólares en 2018 a 12976 millones de dólares en 2022, con fluctuaciones anuales que reflejan los cambios en los componentes individuales.

En resumen, la estructura de pasivos a largo plazo presenta una tendencia al incremento, impulsada principalmente por el aumento de los pasivos por arrendamiento financiero y la deuda a largo plazo. La variabilidad en la porción actual de la deuda a largo plazo sugiere una gestión activa de los vencimientos de la deuda.