Estée Lauder Cos. Inc. (NYSE:EL)

El análisis de los datos proporcionados revela tendencias notables en los indicadores de liquidez a lo largo del período examinado.

Coeficiente de Liquidez Corriente

Se observa una fluctuación en este ratio. Inicialmente, presenta un valor de 1.75, descendiendo gradualmente hasta 1.53. Posteriormente, se aprecia una recuperación, alcanzando un máximo de 2.12, seguido de una estabilización en torno a 1.75. Hacia el final del período, se registra un descenso a 1.46.

Ratio de Liquidez Rápida

Este ratio muestra una tendencia general a la baja. Comienza en 1.18 y experimenta un declive constante hasta alcanzar 0.88. Se identifica un ligero repunte en algunos trimestres, pero la trayectoria predominante es descendente. El valor inicial de 1.18 no se recupera a lo largo del período.

Ratio de Liquidez en Efectivo

El ratio de liquidez en efectivo presenta una mayor volatilidad. Inicialmente, se observa un incremento de 0.56 a 0.69, seguido de una disminución a 0.49. Posteriormente, experimenta un crecimiento significativo, alcanzando un máximo de 1.23. Sin embargo, este valor no se mantiene, y el ratio se reduce gradualmente hasta 0.65 al final del período. Se identifica una correlación con el ratio de liquidez rápida, aunque con mayor variabilidad.

En general, se constata una disminución en la capacidad de la entidad para cubrir sus obligaciones a corto plazo con activos líquidos, especialmente en lo que respecta al ratio de liquidez rápida. El ratio de liquidez corriente, aunque más estable, también muestra una tendencia decreciente en el último período analizado. La volatilidad del ratio de liquidez en efectivo sugiere una gestión activa de la tesorería, pero también una posible dependencia de factores externos.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la composición del balance y la liquidez a lo largo del período examinado.

Activo Circulante

Se observa una trayectoria general ascendente en el activo circulante. Inicialmente, se registra un incremento desde 6249 unidades monetarias en septiembre de 2018 hasta alcanzar un máximo de 7212 en marzo de 2019. Posteriormente, experimenta una ligera disminución, seguida de un aumento considerable hasta 8348 en diciembre de 2019. El activo circulante continúa creciendo, superando las 9000 unidades monetarias en 2020, para luego fluctuar entre 8795 y 10291 unidades monetarias en los trimestres siguientes. En 2022, se observa una disminución gradual, aunque se recupera en marzo de 2023, alcanzando 11247 unidades monetarias, para luego disminuir a 9139 en junio de 2023.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente también muestra una tendencia al alza, aunque con mayor volatilidad. Aumenta constantemente desde 3563 en septiembre de 2018 hasta 4605 en diciembre de 2018. Continúa incrementándose hasta 5681 en marzo de 2020. Posteriormente, se observa una fluctuación, con un pico de 5815 en diciembre de 2020. En 2022, el pasivo corriente experimenta un aumento significativo, alcanzando 7700 en marzo de 2023, y continúa en 6240 en junio de 2023.

Coeficiente de Liquidez Corriente

El coeficiente de liquidez corriente presenta fluctuaciones a lo largo del período. Inicialmente, se mantiene relativamente estable entre 1.71 y 1.75. En 2019, disminuye ligeramente hasta 1.53, para luego recuperarse y superar la unidad 1.6 en diciembre de 2019. A partir de 2020, el ratio muestra una tendencia al alza, alcanzando un máximo de 2.12 en marzo de 2021. Posteriormente, disminuye gradualmente, situándose en 1.46 en marzo y junio de 2023. En general, el ratio se mantiene por encima de 1, lo que indica una capacidad adecuada para cubrir las obligaciones a corto plazo, aunque con una tendencia decreciente en los últimos trimestres.

En resumen, se aprecia un crecimiento general tanto en el activo circulante como en el pasivo corriente, con un coeficiente de liquidez corriente que, si bien se mantiene en niveles aceptables, muestra una tendencia a la baja en el período más reciente.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la composición de activos y pasivos, así como en la capacidad de pago a corto plazo.

Activos Rápidos

Se observa una tendencia general al alza en el total de activos rápidos desde septiembre de 2018 hasta diciembre de 2019, con un incremento notable. Posteriormente, se aprecia una fluctuación, con un pico en marzo de 2020, seguido de una disminución y una recuperación parcial hasta diciembre de 2020. A partir de marzo de 2021, la cifra experimenta una disminución más pronunciada, estabilizándose en niveles inferiores hasta junio de 2022, para luego mostrar un incremento significativo en septiembre de 2022 y diciembre de 2022. Finalmente, se observa una disminución en los siguientes trimestres.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente muestra un crecimiento constante desde septiembre de 2018 hasta diciembre de 2020. La tasa de crecimiento se acelera en el período comprendido entre marzo de 2019 y diciembre de 2020. A partir de marzo de 2021, se observa una estabilización y una ligera disminución, seguida de un nuevo aumento en septiembre de 2022, alcanzando su valor más alto en el período analizado. Posteriormente, se registra una disminución en los trimestres siguientes.

Ratio de Liquidez Rápida

El ratio de liquidez rápida se mantuvo relativamente estable en torno a 1.17-1.18 entre septiembre de 2018 y marzo de 2019. Posteriormente, experimentó una disminución hasta 1.05 en junio de 2019, para luego recuperarse y alcanzar un máximo de 1.57 en marzo de 2021. A partir de ese momento, el ratio muestra una tendencia decreciente, llegando a 0.88 en marzo de 2023. Esta disminución sugiere una menor capacidad para cubrir las obligaciones a corto plazo con activos líquidos.

En resumen, si bien los activos rápidos muestran una tendencia general al alza a lo largo del período, el crecimiento del pasivo corriente ha sido más consistente, lo que ha impactado negativamente en el ratio de liquidez rápida, especialmente en los trimestres más recientes. La disminución del ratio de liquidez rápida indica una potencial vulnerabilidad en la capacidad de la entidad para cumplir con sus obligaciones financieras a corto plazo.

El análisis de los datos financieros revela tendencias significativas en la gestión de activos y pasivos corrientes a lo largo del período examinado.

Activos totales en efectivo

Se observa una fluctuación considerable en los activos totales en efectivo. Inicialmente, se registra un aumento desde 1993 millones de dólares en septiembre de 2018 hasta alcanzar un máximo de 5022 millones de dólares en diciembre de 2020. Posteriormente, se aprecia una disminución, aunque con repuntes intermedios, llegando a 4029 millones de dólares en junio de 2023. Esta volatilidad sugiere una gestión activa de la liquidez, posiblemente influenciada por factores operativos o estratégicos.

Pasivo corriente

El pasivo corriente muestra una tendencia general al alza durante la mayor parte del período. A partir de 3563 millones de dólares en septiembre de 2018, se incrementa de forma constante hasta alcanzar 7700 millones de dólares en diciembre de 2022. En el último período analizado, junio de 2023, se observa una ligera disminución a 6240 millones de dólares. Este incremento podría indicar un mayor endeudamiento a corto plazo o un aumento en las obligaciones operativas inmediatas.

Ratio de liquidez en efectivo

El ratio de liquidez en efectivo, calculado como la relación entre los activos totales en efectivo y el pasivo corriente, presenta una evolución variable. Inicialmente, se sitúa en 0.56 en septiembre de 2018 y experimenta un crecimiento hasta alcanzar un máximo de 1.23 en marzo de 2021. A partir de este punto, el ratio disminuye, aunque se mantiene generalmente por encima de 0.60, excepto en septiembre de 2019 (0.49) y en algunos períodos de 2022. La fluctuación del ratio refleja la dinámica entre la disponibilidad de efectivo y las obligaciones a corto plazo, indicando cambios en la capacidad de la entidad para cubrir sus deudas inmediatas con sus activos líquidos.

En resumen, los datos sugieren una gestión de la liquidez que responde a las necesidades operativas y financieras de la entidad, con variaciones significativas en los niveles de efectivo y un aumento general del pasivo corriente. El ratio de liquidez en efectivo, aunque variable, se mantiene en niveles que, en general, indican una capacidad razonable para hacer frente a las obligaciones a corto plazo.