Estructura del balance: activo
Datos trimestrales
Basado en los informes: 10-Q (Fecha del informe: 2023-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2023-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2022-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2022-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2022-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2021-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2021-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2021-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2020-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2020-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2020-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2019-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2019-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2019-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2019-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2018-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2018-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2018-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2018-03-31).
El análisis de los datos financieros proporciona una visión clara de la evolución de la estructura de activos durante el período considerado.
- Posición de efectivo y equivalentes de efectivo
- La proporción de efectivo en relación con los activos totales mostró una tendencia creciente desde alrededor del 5.09% en marzo de 2018 hasta un pico cercano al 12.71% en septiembre de 2020. Posteriormente, experimentó fluctuaciones a la baja, situándose en torno al 4% en marzo de 2023. Esto indica una política de gestión de liquidez que se ajustó a diferentes fases del ciclo económico.
- Inversiones a corto plazo
- Las inversiones a corto plazo aparecen en los datos a partir de mediados de 2020, con porcentajes que oscilan entre 0.5% y 7.56% de los activos totales, alcanzando máximos en 2022. La presencia de estos activos en este período puede reflejar una estrategia de inversión conservadora o una gestión de liquidez más activa ante la incertidumbre del entorno económico.
- Cuentas a cobrar a clientes, menos provisiones
- El porcentaje de cuentas por cobrar ha variado en un rango cercano al 9.95% en diciembre de 2019 hasta un pico del 14.19% en marzo de 2022. La tendencia sugiere cierta volatilidad en la gestión de cobranzas, aunque en general se mantiene en valores moderados, indicando una gestión eficiente de créditos comerciales.
- Activos circulantes
- La proporción del activo circulante en relación con los activos totales presenta una tendencia a la baja desde niveles cercanos al 28-29% en 2021 y 2022, bajando a aproximadamente 14.67% en marzo de 2023. La reducción puede reflejar una estrategia de inversión en activos de mayor duración o una política de optimización de recursos líquidos.
- Porcentaje de equipos de ingresos
- Este concepto ha mostrado una tendencia alcista, pasando de aproximadamente el 43% en 2018 a más del 52% en 2023, con algunas fluctuaciones. La tendencia indica una posible inversión en infraestructura o equipo para mejorar capacidades operativas, ajustándose a las necesidades del negocio.
- Terrenos y estructuras
- La participación de terrenos y estructuras ha aumentado progresivamente, pasando de alrededor del 50.5% en 2018 a más del 58% en 2023. Este incremento refleja una inversión significativa en activos fijos no corrientes, lo cual puede estar asociado a la expansión física de la operación o a la modernización de las instalaciones.
- Otros activos fijos
- Este rubro presenta cierta estabilidad, con porcentajes en torno al 11-13% en la mayor parte del período. La ligera tendencia al alza en 2022 y 2023 podría señalar un crecimiento en inversiones complementarias o en activos de menor valor.
- Bienes brutos y equipo
- El porcentaje de bienes brutos y equipo en relación con los activos totales ha mostrado un incremento paulatino desde aproximadamente 105% en 2018 a más de 123% en 2023. Esto se explica por la acumulación de depreciación y amortización, reflejando una política de inversión en activos operativos que eventualmente se reflejan en un mayor valor neto de los bienes.
- Amortización acumulada
- La amortización acumulada ha incrementado en porcentaje, del -38.89% en 2018 a valores cercanos al -43% en 2023, lo que indica una depreciación progresiva de los activos fijos a lo largo del tiempo, acorde con la inversión en bienes de larga duración.
- Bienes netos y equipos
- El porcentaje de bienes netos y equipos ha mostrado una tendencia ascendente, del 66.69% en 2018 hasta aproximadamente 80.36% en 2023, reflejando la acumulación neta de valor tras registrar la depreciación. Esto sugiere un fortalecimiento del nivel de activos netos en estos conceptos.
- Activo no corriente
- El porcentaje de activo no corriente en relación con los activos totales ha variado desde alrededor del 80% en 2018, llegando a más del 85% en 2023. La tendencia alcista indica una política de inversión en activos fijos a largo plazo, fortaleciendo la estructura de activos no corrientes.
En general, la estructura de activos evidencia una tendencia hacia una mayor inversión en activos no corrientes, especialmente en terrenos, estructuras y bienes de equipo, lo que apunta a una estrategia de expansión o modernización. La disminución en la participación relativa del activo circulante y en la proporción de efectivo puede sugerir una gestión de liquidez adaptada a necesidades de inversión o crecimiento, manteniendo niveles adecuados de caja. La gestión de cuentas por cobrar parece relativamente estable, con leves fluctuaciones, reflejando un control eficiente en la gestión crediticia y de cobranzas.