Estado de flujos de efectivo
El estado de flujo de efectivo proporciona información sobre los ingresos y pagos de efectivo de una empresa durante un período contable, mostrando cómo estos flujos de efectivo vinculan el saldo de efectivo final con el saldo inicial que se muestra en el balance general de la empresa.
El estado de flujos de efectivo consta de tres partes: flujos de efectivo proporcionados por (utilizados en) actividades operativas, flujos de efectivo proporcionados por (utilizados en) actividades de inversión y flujos de efectivo proporcionados por (utilizados en) actividades de financiamiento.
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- Utilidad (pérdida) neta
- Se observa una tendencia significativa de fluctuación en la utilidad neta, con un cambio marcado entre años consecutivos. En 2019, la utilidad fue positiva, pero en 2020 se registró una pérdida sustancial, seguida de una recuperación en 2021 y un aumento en 2022. Sin embargo, en 2023 la utilidad disminuye pero mantiene niveles positivos, aunque no iguales a los de 2021 y 2019, mostrando cierta volatilidad en la rentabilidad.
- Amortización de costes de financiación diferidos y descuento de deuda
- Los valores muestran cierta estabilidad en los primeros años con incrementos moderados, pero en 2023 se presenta una reversión, alcanzando un valor negativo, lo que puede indicar la finalización o ajuste en estos costes amortizables o la reducción del descuento de deuda en dicho año.
- Gasto por deterioro
- Se presenta solo en 2019 y 2020, con valores elevados en ambos años, lo que indica que en esos períodos la empresa pudo haber registrado pérdidas por deterioro de activos. La ausencia de datos en años posteriores puede reflejar que no se efectuaron nuevas evaluaciones o que los activos ya no estaban sujetes a deterioro significativo.
- Depreciación y amortización
- Este concepto mantiene una tendencia estable, con ligeros cambios a lo largo de los años, típicos en activos de larga duración. Los valores permanecen relativamente constantes, indicando una política de depreciación constante o una base de activos que no cambió sustancialmente.
- Pensiones y otras prestaciones posteriores a la jubilación, netas
- La variabilidad en estos valores refleja cambios en las obligaciones o en las estimaciones actuariales. Se observan años con cifras positivas y otros con cifras negativas, sugiriendo ajustes en las provisiones o en los beneficios pagados.
- Impuestos diferidos sobre la renta
- Este concepto presenta variaciones considerables, con años en los que la cuenta es positiva y otros en los que se vuelve negativa, reflejando cambios en la estimación de impuestos diferidos, posibles reconocimiento o reversión de pasivos fiscales.
- Beneficio neto por enajenación de activos
- Este ingreso continúa mostrando una tendencia negativa, creciendo en magnitud en 2022, con lo cual la empresa parece haber registrado mayores pérdidas relacionadas con la enajenación, o menor ingreso por venta de activos en ciertos períodos.
- Pérdida (de ingresos) por inversiones por el método de participación
- Se observa una tendencia de pérdida, con valores negativos en la mayoría de los años analizados, y solo en 2020 se presenta un ingreso por revaluación, evidenciando que en años específicos las inversiones asociadas registraron ganancias, mientras que en otros predominan las pérdidas.
- Distribuciones de las inversiones por el método de la participación
- Estas distribuciones muestran un incremento progresivo, lo que implica que la empresa ha realizado mayores distribuciones relacionadas con sus inversiones, reflejando quizás un enfoque en la recuperación de inversiones o en la distribución de beneficios de las mismas.
- Ingresos por operaciones interrumpidas
- Solo se presentan en 2020 y 2021, con valores negativos significativos en 2021, lo que indica que dichas operaciones generaron pérdidas sustanciales en esos años, posiblemente por cierre, reestructuración o venta de segmentos de negocio.
- Cambios en el impuesto sobre la renta a cobrar
- Las variaciones en estos cambios reflejan fluctuaciones en las estimaciones fiscales o en las obligaciones fiscales relacionadas con las operaciones interrumpidas, impactando la carga fiscal reportada en años específicos.
- Cambios en el valor razonable de los instrumentos derivados
- Este componente muestra fluctuaciones con años de incremento y otros de disminución significativa, indicando la volatilidad en las valuaciones de instrumentos financieros derivados, posiblemente utilizados para gestión de riesgos financieros.
- Cuentas por cobrar corrientes
- Se evidencia una inversión en esas cuentas en 2019, con percepción positiva, pero en 2020 y 2021 cambian a valores negativos, señalando una reducción sustancial en las cuentas por cobrar, quizás por cobros o baja en ventas a crédito. En 2023, muestran una recuperación significativa.
- Inventarios
- Los inventarios presentaron una caída en 2021 y 2022, seguida por una recuperación en 2023, reflejando fluctuaciones en la gestión de inventarios o en las niveles de producción y demanda.
- Cuentas por pagar y pasivos devengados
- Estos pasivos varían señalando cambios en obligaciones comerciales y operativas, con picos en 2021 y 2022 que indican aumento en las compras a crédito o en los pasivos acumulados, y una reducción en 2023.
- Activos por derecho de uso y pasivos por arrendamiento operativo, netos
- Valores negativos o cercanos a cero en estos conceptos muestran la gestión de activos arrendados y sus pasivos correspondientes, con pequeños cambios y algunos ajustes reportados en los años respectivos.
- Cambios en los activos y pasivos operativos, netos
- Se evidencia una volatilidad considerable, con años de incrementos importantes y otros de disminución, reflejando cambios en la estructura de activos y pasivos operativos, posiblemente por adquisiciones, ventas o reestructuraciones de operaciones.
- Todos los demás, netos
- Este rubro refleja resultados variables, con valores negativos y positivos a lo largo de los años, sugiriendo ajustes diversos no especificados que impactan en el resultado total.
- Ajustes para conciliar la utilidad (pérdida) neta con el efectivo neto de actividades operativas
- Se muestran fluctuaciones que corresponden a diferencias entre la utilidad contable y el efectivo proveniente de operaciones, con picos en 2019 y 2020, y una reducción en 2021 y años subsiguientes, indicando cambios en la calidad de la utilidad y en la gestión del efectivo operacional.
- Efectivo neto proporcionado por las actividades operativas
- Este indicador muestra un comportamiento estable en 2020, con un incremento notable en 2022, aunque valores ligeramente menores en 2023, lo cual evidencia buena generación de efectivo por las operaciones principales.
- Adiciones a propiedades, planta y equipo
- Se registra una tendencia de inversión constante en activos físicos, con montos relativamente similares en todos los años, aunque con una ligera reducción en 2023, indicando mantenimiento o sustitución de activos.
- Adquisiciones, neto de efectivo adquirido
- Se observa una variabilidad en las adquisiciones de activos y empresas, con adquisiciones menores en 2022 y 2023, reflejando una posible estrategia de inversión más conservadora o una pausa en adquisiciones de gran escala.
- Enajenación de activos
- Las ventas de activos se mantienen en valores modestos, con decrecimiento en 2022 y 2023, lo que sugiere menor actividad de desinversión en los años recientes.
- Inversiones, adquisiciones y aportaciones
- Este concepto refleja una inversión constante a lo largo del período, aunque en montos negativos, indicando desembolsos por inversión y aportaciones que no han sido retornadas rápidamente en el mismo período.
- Inversiones, reembolsos, reembolsos, devolución de capital e ingresos por ventas
- Se muestran valores positivos en varios años, con aumentos significativos en 2020 y 2021, demostrando que la empresa ha obtenido retornos por inversiones realizadas o reembolsos de capital en esos años.
- Compras de inversiones a corto plazo
- Se evidencia una significativa actividad de compra en 2020 y 2021, con disminución en 2022 y 2023, indicando una estrategia de inversión en instrumentos a corto plazo más activa en años previos.
- Ventas de inversiones a corto plazo
- Las ventas por inversiones a corto plazo incrementan en 2022 y 2023, sugiriendo rotación de portafolio y realización de ganancias en estos instrumentos.
- Vencimientos de las inversiones a corto plazo
- Valores elevados en 2022 y 2023 reflejan una cantidad significativa de inversiones que han llegado a su madurez, permitiendo liquidez para otras operaciones.
- Todos los demás, netos
- Movimientos diversos en estos conceptos, con valores positivos en algunos años que sugieren ajustes o ingresos diversos no especificados, contribuyendo a la variabilidad del flujo de caja.
- Efectivo neto (utilizado en) proporcionado por las actividades de inversión
- En general, presenta un patrón de utilización de efectivo en inversiones, con años de aportes significativos y otros de recuperación mediante entradas de efectivo, reflejando una gestión activa en asignación de recursos.
- Papel comercial, emitido
- El aumento en 2020 y 2021 indica una expansión en la emisión de deuda a corto plazo, mientras que en 2022 y 2023 no se reportan emisiones, lo que puede señalar una reducción en financiamiento a corto plazo o una estrategia diferente.
- Pagarés comerciales, reembolsos
- Se presentan en 2020 y 2022 con valores negativos, evidenciando reembolsos de estos instrumentos o reducción de pasivos comerciales a corto plazo.
- Deuda a largo plazo, empréstitos
- Tras un aumento en 2019 y 2020, se observa una disminución en 2021 y una reducción significativa en 2022 y 2023, indicando el pago progresivo de deuda a largo plazo, posiblemente por estrategia de desendeudamiento o refinanciamiento.
- Deudas a largo plazo, reembolsos
- Reflejan una tendencia de reembolsos constante, complementando la reducción en la deuda total, consolidando una política de disminución de pasivos a largo plazo.
- Costes de emisión de deuda
- Valores relativamente bajos y estables, sugiriendo costos asociados controlados y consistentes en la emisión de nueva deuda.
- Emisión de acciones ordinarias
- Presenta incrementos en 2021 y 2022, con menor valor en 2023, dependiendo de la estrategia de financiamiento mediante emisión de capital, que parece haberse intensificado en años intermedios.
- Acciones ordinarias recompradas
- Se evidencian recompras significativas en 2020 y 2022, con valores que aumentan en 2022 y 2023, indicando una política de recompra de acciones para gestionar el valor en mercado o la estructura de capital.
- Dividendos pagados
- Los dividendos mantienen una tendencia estable, relativamente constante, reflejando una política de distribución de beneficios consistente a lo largo de los años.
- Distribuciones a participaciones minoritarias
- Se observa una leve tendencia de incremento en estas distribuciones, lo cual puede reflejar mayores aportaciones o repartos a socios minoritarios en años recientes.
- Recompras de participaciones minoritarias y amortización de participaciones preferentes
- Estos aspectos muestran movimientos relacionados con la gestión del capital social y la estructura de participación, con aumentos en recompras y amortizaciones en determinados años, indicando esfuerzos por optimizar la estructura accionarial.
- Variación neta en efectivo y saldos finales
- El efectivo final refleja un aumento en 2020 y 2021, seguido de una disminución significativa en 2022 y 2023, sugiriendo cambios sustanciales en la generación y utilización del efectivo durante el período analizado.