Estado de flujos de efectivo
El estado de flujo de efectivo proporciona información sobre los ingresos y pagos de efectivo de una empresa durante un período contable, mostrando cómo estos flujos de efectivo vinculan el saldo de efectivo final con el saldo inicial que se muestra en el balance general de la empresa.
El estado de flujos de efectivo consta de tres partes: flujos de efectivo proporcionados por (utilizados en) actividades operativas, flujos de efectivo proporcionados por (utilizados en) actividades de inversión y flujos de efectivo proporcionados por (utilizados en) actividades de financiamiento.
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El análisis de los datos financieros revelados muestra varias tendencias relevantes a lo largo de los años considerados. En términos de utilidad neta, se observa una recuperación significativa en 2021 respecto a 2020, alcanzando un monto positivo de US$ 15,689 millones después de una pérdida de US$ 5,561 millones en 2020. Sin embargo, en 2022 se presenta un aumento sustancial en la utilidad, llegando a US$ 35,608 millones, pese a que en 2023 experimenta una reducción a US$ 21,411 millones y en 2024 continua en descenso a US$ 17,749 millones.
La depreciación, agotamiento y amortización mantienen una tendencia estable, oscilando en torno a US$ 16 mil a US$ 19.5 mil millones durante todo el período, lo que indica una constancia en los cargos no monetarios relacionados con activos fijos y derechos de explotación.
El gasto en pozos secos presenta una fluctuación significativa: en 2020 fue modesto, con US$ 1,036 millones, pero en 2022 alcanza US$ 486 millones y en 2023 se acerca a niveles similares, en torno a US$ 436 millones. La tendencia sugiere un control o reducción en estos gastos en los años recientes.
Las distribuciones menores que los ingresos de las filiales tienen una tendencia negativa, siendo negativas en 2021 y 2022, lo cual puede indicar que las filiales están generando menos ingresos o que la empresa retiene fondos internos. En 2024, esta métrica se suaviza a -US$ 366 millones.
Las ganancias netas antes de impuestos muestran una tendencia negativa en 2020 y 2021, con valores cercanos a -US$ 760 millones y -US$ 1,021 millones, respectivamente. En 2022, estas ganancias mejoran a -US$ 550 millones, pero en los años siguientes vuelven a números negativos (-US$ 138 millones y -US$ 1,685 millones en 2023 y 2024), indicándose posibles presiones en los resultados operativos antes de la carga fiscal.
En cuanto a los efectos netos en moneda extranjera, se presentan fluctuaciones a lo largo de los años: en 2020 y 2022 muestran pérdidas (-US$ 412 y -US$ 629 millones), mientras que en otros períodos se registran efectos positivos (US$ 619, US$ 578 millones). Esto refleja una exposición significativa a movimientos en monedas y algunos períodos de cobertura o beneficios derivados de esas fluctuaciones.
La provisión por impuesto sobre la renta diferido muestra una tendencia variable, con valores positivos en 2021 y 2022, indicando posibles beneficios fiscales diferidos o cambios en las expectativas de pago de impuestos diferidos en esos años.
Las variaciones en cuentas por cobrar, inventarios y pagos por adelantado reflejan decisiones en la gestión del capital circulante: en 2020 se registra un aumento en cuentas por cobrar y cuentas por pagar, con una disminución en inventarios en 2021, seguido por cambios fluctuantes en años posteriores, evidenciando esfuerzos por optimizar el uso del capital de trabajo.
Los cambios en otras partidas de activo y pasivo muestran aumentos y disminuciones en línea con las operaciones y estrategia de financiamiento, incluyendo un notable incremento en pasivos por impuestos y en cuentas por pagar durante 2021 y 2022, seguido por ajustes en años posteriores.
Las aportaciones a planes de pensiones de empleados disminuyen progresivamente, reflejando posiblemente una reducción en obligaciones o cambios en las políticas de pensiones. La categoría "Otro" presenta fuerte variación en 2021 y 2024, lo cual podría estar asociado a movimientos en partidas no recurrentes o ajustadas específicamente en esos períodos.
El ajuste en los flujos de efectivo de las actividades operativas muestran una tendencia al aumento, alcanzando US$ 49,602 millones en 2022, aunque posteriormente disminuyen en 2023 y 2024. La inversión en activos fijos muestra una tendencia alcista en gastos de capital, con valores que superan los US$ 16 mil millones en 2024, indicando un plan de inversión agresivo en infraestructura o exploración.
La adquisición de negocios neta de efectivo recibido presenta un valor negativo en 2022 y 2023, sugiriendo adquisiciones netas en esos años. En actividades de financiamiento, los reembolsos de deuda a largo plazo y otras obligaciones, junto con los gastos en dividendos y recompra de acciones indican una estrategia de distribución de recursos a accionistas, evidenciada por los aumentos en dividendos en efectivo y en la recompra de acciones en todos los períodos, con intensificación en 2023 y 2024.
Las variaciones en endeudamiento neto reflejan una gestión activa de la estructura de financiamiento, con reembolsos significativos en 2020 y 2021 y reembolsos menores en años posteriores, acompañados por emisiones de deuda para mantener la flexibilidad financiera en años recientes.
Finalmente, la variación neta en efectivo muestra fluctuaciones con un pico en 2022, que coincide con un aumento en el efectivo y equivalentes, y una disminución hacia 2024. La liquidación final en el cierre de cada año refleja un manejo cuidadoso del efectivo, manteniendo saldos positivos todavía en 2024, aunque en niveles inferiores a los años previos. La estructura de la plantilla del efectivo indica una política de mantener niveles adecuados de liquidez para sostener las operaciones y las obligaciones financieras.