Estructura del balance: pasivo y patrimonio contable
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- Análisis de ratios de rentabilidad
- Análisis de ratios de actividad a corto plazo
- Análisis de ratios de actividad a largo plazo
- Análisis de segmentos reportables
- Ratios de valoración de acciones ordinarias
- Relación entre el valor de la empresa y el EBITDA (EV/EBITDA)
- Modelo de fijación de precios de activos de capital (CAPM)
- Ratio de rendimiento sobre el capital contable (ROE) desde 2005
- Ratio de rotación total de activos desde 2005
- Relación precio/ingresos (P/S) desde 2005
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Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2022-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2019-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2018-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2017-03-31).
- Análisis de las cuentas a pagar
- Desde 2017 hasta 2022, la proporción de cuentas a pagar en relación con los pasivos totales y el capital contable muestra una tendencia al alza, pasando de un 1.94% en 2017 a un 2.13% en 2022. Esto indica un ligero incremento en la deuda a corto plazo con proveedores, posiblemente reflejando cambios en las condiciones de crédito o en las políticas de pago.
- Compensación y beneficios acumulados
- Este concepto, ausente en 2017, presenta un incremento gradual desde un 1.06% en 2018 hasta un 1.32% en 2022. La tendencia sugiere un aumento en las obligaciones relacionadas con beneficios acumulados, que puede reflejar una mayor acumulación de compensaciones pendientes o un incremento en las obligaciones laborales.
- Impuestos sobre la renta a pagar
- Los impuestos a pagar muestran un comportamiento estable, con una ligera disminución en 2019 y 2020, para luego experimentar un aumento significativo en 2022, alcanzando un 0.75%. La variabilidad puede estar relacionada con cambios en las obligaciones fiscales retrasadas o en la planificación fiscal de la empresa.
- Reservas relacionadas con las ventas
- Esta partida, inexistente en 2017 y 2018, comienza a figurar en 2019 con aproximadamente un 2%, alcanzando un 2.52% en 2022. La tendencia indica un aumento en las provisiones relacionadas con las ventas, probablemente en respuesta a condiciones de mercado o regulaciones.
- Parte corriente de los pasivos por arrendamiento operativo
- Su presencia inicia en 2021 con valores alrededor del 0.24% y decrece ligeramente en 2022 al 0.21%, sugiriendo una reducción en los pasivos de arrendamiento operativo en su porción corriente, lo cual puede reflejar cambios en las políticas de leasing o en las arrendadoras del activo.
- Gastos devengados y otros pasivos
- Este rubro muestra una tendencia decreciente desde 2.76% en 2017 a 1.18% en 2021, para luego aumentar a 1.71% en 2022. La reducción puede indicar una gestión más eficiente de los gastos devengados o cambio en la política de reconocimiento de estos pasivos, con un repunte en 2022 sugiere cambios en gastos o provisiones.
- Pasivos acumulados
- Se observa un incremento constante en la participación en los pasivos totales, pasando de un 2.76% en 2017 a un 6.51% en 2022. Este aumento refleja un mayor nivel de obligaciones acumuladas, indicando posiblemente mayores compromisos en el corto plazo.
- Ingresos diferidos en envíos a distribuidores
- Esta categoría aparece únicamente en 2017 y 2018, alcanzando participaciones del 3.81% y 4.04%. La ausencia en períodos posteriores puede indicar cambios en el reconocimiento de ingresos o en las políticas de promoción de ventas.
- Porción actual de la deuda a largo plazo
- El porcentaje muestra gran volatilidad, desde un 0.65% en 2017, un pico de 15.86% en 2018, para reducirse a un 3.49% en 2020 y aumentar nuevamente a 8.03% en 2022. Esto refleja una gestión activa en la estructura de la deuda, con mayor énfasis en la deuda a largo plazo en ciertos períodos y una reducción en otros.
- Pasivo corriente
- El pasivo corriente experimenta fluctuaciones, alcanzando su punto máximo en 2022 con un 14.62% desde un 9.16% en 2017, indicando una posible mayor concentración de obligaciones a corto plazo en ese ejercicio.
- Deuda a largo plazo, excluidos los vencimientos corrientes
- Este componente varía en torno a un 21.3% en 2018 hasta un 50.92% en 2020, estabilizándose cerca del 47.45% en 2022. La tendencia revela un incremento en la participación relativa de la deuda a largo plazo, lo cual puede ser estratégico para estabilizar la carga financiera de corto plazo.
- Impuesto sobre la renta a largo plazo a pagar
- El porcentaje fluctúa ligeramente, con un aumento notorio en 2018 (9.14%) y en los años siguientes manteniéndose cercano a un 4%, reflejando probablemente cambios en las obligaciones fiscales diferidas.
- Pasivos por impuestos diferidos a largo plazo
- Este concepto muestra una caída significativa desde 5.32% en 2017 a aproximadamente 0.25% en 2022, sugiriendo una disminución en obligaciones diferidas de impuestos, posiblemente por la utilización de beneficios fiscales o cambios en las políticas de reconocimiento.
- Otros pasivos a largo plazo
- Se mantiene relativamente estable alrededor del 2.83% a 2.93%, con ligeros incrementos, lo que indica una proporción constante de obligaciones diversas en el largo plazo.
- Pasivos a largo plazo
- En general, la participación de los pasivos a largo plazo en la estructura de pasivos totales indica una tendencia a mantener una proporción elevada, conservándose en torno al 55%, con picos cercanos al 58% en algunos periodos.
- Pasivo total
- El porcentaje en relación con la estructura total oscila, alcanzando un máximo del 71.19% en 2019 y disminuyendo ligeramente a un 63.61% en 2022, sugiriendo una ligera reducción en la proporción de pasivos respecto a la totalidad del pasivo y capital.
- Capital desembolsado adicional
- Este componente decrece desde un 33.01% en 2017 hasta aproximadamente un 14.6% en 2019 y mantiene una ligera tendencia de incremento, alcanzando un 15.65% en 2022, reflejando quizás una disminución en aportaciones extra a capital en ciertos períodos.
- Acciones ordinarias en tesorería
- Su participación negativa indica que la empresa mantiene acciones en tesorería, con una tendencia a incrementar esta posición desde -9.52% en 2017 a -4.92% en 2022, sugiriendo una política de recompra de acciones en marcha.
- Otras pérdidas integralmente acumuladas
- Se mantiene relativamente constante con ligeros cambios, en torno a -0.19% a -0.13%, reflejando pequeñas fluctuaciones en las pérdidas acumuladas que no afectan de manera significativa la estructura del capital.
- Utilidades retenidas
- Este indicador muestra una tendencia alcista, desde un 19.25% en 2017 hasta un 25.77% en 2022, indicando una acumulación progresiva de beneficios retenidos que fortalecen la posición de patrimonio de la empresa.
- Capital contable
- El capital contiene un incremento constante desde un 42.55% en 2017 hasta un 36.39% en 2022, reflejando una mayor contribución de las utilidades retenidas y una recuperación en la estructura de patrimonio relativa.