Estructura del balance: activo
Datos trimestrales
Basado en los informes: 10-Q (Fecha del informe: 2023-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2023-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2023-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2022-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2022-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2022-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2021-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2021-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2021-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2020-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2020-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2020-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2019-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2019-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2019-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2019-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2018-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2018-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2018-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2018-03-31).
- Patrón en la tenencia de efectivo y equivalentes de efectivo
- Entre el primer y el tercer trimestre de 2018, se observa una disminución significativa en el porcentaje de efectivo y equivalentes de efectivo respecto al total de activos, pasando de un 41.09% a un 12%. Esta tendencia continúa en los períodos siguientes, alcanzando niveles mínimos cercanos al 6.58% en septiembre de 2021 y un ligero incremento hasta el 13.46% en septiembre de 2023. La tendencia general indica una reducción notoria en la proporción de efectivo en la estructura de activos, seguida de una recuperación parcial en los últimos períodos, lo que puede reflejar cambios en la política de gestión de liquidez o en la estrategia de inversión en activos líquidos.
- Variaciones en inversiones a corto plazo
- Las inversiones a corto plazo mantienen una participación elevada en los activos totales, con picos del 79.33% en septiembre de 2018 y del 70.77% en septiembre de 2022. Se evidencia un patrón de disminución a partir de 2019, llegando a niveles mínimos del 42.67% en marzo de 2022, pero con una recuperación en 2023, situándose en torno al 59.35%. La tendencia sugiere una fluctuación en la asignación de recursos hacia inversiones a corto plazo, con un desplazamiento hacia una posición más conservadora o una gestión de inversión más activa en períodos recientes.
- Cuentas por cobrar y su participación en los activos
- La participación de las cuentas por cobrar es generalmente baja en comparación con otros componentes, aunque presenta picos ocasionales, como en septiembre de 2019 con un 6.16%. En otros períodos, su peso oscila en torno al 0.01% - 0.48%, señalando una gestión eficiente del ciclo de cobro o una estructura de negocio que genera menores cuentas por cobrar. La tendencia muestra una prevalencia de una política de cobro que evita la acumulación excesiva de cuentas pendientes.
- Activos contractuales
- Este componente tiene una participación significativa en los activos en los primeros años del análisis, alcanzando un 6.63% en marzo de 2018 y disminuyendo rápidamente en 2018 y 2019, con valores cercanos a 2% o menores. A partir de 2020, no se observan datos, pero la tendencia inicial indica una reducción en la importancia relativa de estos activos, evitando que representen una fuente relevante en la estructura general.
- Activo circulante vs. activo no corriente
- Se aprecia una alta proporción de activo circulante en toda la serie, con valores cercanos o superiores al 80%, señalando una estrategia orientada a mantener alta liquidez y flexibilidad operacional. Por otro lado, los activos no corrientes muestran una tendencia de incremento progresivo desde un 2.71% en 2018 hasta valores cercanos al 24.94% en 2021, pero permanecen relativamente estables en torno al 24% en 2023. La tendencia sugiere una gradual inversión en activos de largo plazo, potencialmente en bienes y equipo o activos intangibles.
- Bienes y equipo, neto y activos por derecho de uso
- Los bienes y equipo, neto, muestran una tendencia al alza en su participación porcentual, pasando de cifras bajas en 2018 de alrededor del 1%-1.17%, hasta superar el 10% en 2021 y mantener niveles cercanos en 2023, confirmando inversión continua en infraestructura o activos productivos. La categoría de activos por derecho de uso, que comienza a reflejarse en 2020, alcanza valores cercanos al 10%, indicando una incorporación significativa de activos arrendados, consistente con normativas de reconocimiento de activos por arrendamientos operativos en los últimos años.
- Otros activos y su evolución
- Los otros activos mantienen una participación menor en la estructura, fluctuando entre 0.14% y 4.55% en diferentes períodos, con picos en 2019. La tendencia revela una estabilidad relativa en esta categoría, sin cambios drásticos, sugiriendo que estos activos cumplen funciones específicas y limitadas dentro del total.
- Patrón en activos no corrientes
- Los activos no corrientes muestran un crecimiento pronunciado desde poco más del 1% en 2018 hasta casi el 35% en 2020, con fluctuaciones posteriores pero con tendencia a estabilizarse en torno al 24%. Esto refleja un proceso de inversión hacia activos de mayor duración y valor estratégico, además de un posible ajuste en la valoración de activos de larga vida útil que responde a cambios en las políticas contables o en las estrategias corporativas.