Philip Morris International Inc. (NYSE:PM)

El análisis de los datos financieros revela tendencias significativas en la composición del activo de la entidad a lo largo del período examinado.

Activo Circulante

Se observa una fluctuación en el activo circulante, con un incremento inicial hasta 2021, seguido de una disminución en 2022. A partir de 2023, se registra un aumento constante, culminando en un valor superior al inicial en 2025. Dentro del activo circulante, el efectivo y equivalentes de efectivo muestra variabilidad, con picos en 2020 y 2021, y una tendencia a la estabilización posterior. Las cuentas por cobrar comerciales también presentan fluctuaciones, con un aumento general a lo largo del período, aunque con variaciones trimestrales. Los inventarios muestran una tendencia general al alza, con un incremento notable en 2022 y 2023.

Activo No Corriente

El activo no corriente exhibe una relativa estabilidad en los primeros años, con un aumento significativo en 2022, impulsado principalmente por la buena voluntad. La buena voluntad experimenta un incremento sustancial en 2022, aunque se mantiene relativamente estable en los períodos posteriores. El inmovilizado material, neto de la amortización acumulada, muestra un crecimiento gradual a lo largo del período. Las inversiones de capital se mantienen relativamente constantes, con ligeras fluctuaciones. Los activos intangibles también muestran un aumento, especialmente a partir de 2023.

Activos Totales

Los activos totales siguen una tendencia general al alza, con un incremento notable en 2022, debido al aumento en el activo no corriente. A partir de 2023, el crecimiento se modera, pero continúa siendo positivo. La composición del activo se transforma, con un aumento relativo del peso del activo no corriente en comparación con el activo circulante, especialmente a partir de 2022.

Materias Primas y Producto Terminado

Tanto el tabaco en hoja como otras materias primas muestran una tendencia a la estabilización, con fluctuaciones menores a lo largo del tiempo. El producto terminado presenta una mayor volatilidad, con un pico en 2020 y una disminución posterior, seguido de un nuevo aumento en 2023. La gestión de inventarios parece ser dinámica, respondiendo a las necesidades de producción y demanda.

En resumen, la entidad presenta una evolución favorable en sus activos totales, con un crecimiento impulsado tanto por el activo circulante como por el no corriente. La gestión de inventarios y las cuentas por cobrar comerciales requieren un seguimiento continuo, dada su volatilidad. El aumento significativo en la buena voluntad en 2022 merece una atención especial para evaluar su impacto en la rentabilidad futura.