Estructura del balance: pasivo y patrimonio contable
Datos trimestrales
Chipotle Mexican Grill Inc., estructura del balance consolidado: pasivos y patrimonio contable (datos trimestrales)
Basado en los informes: 10-Q (Fecha del informe: 2025-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2025-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2024-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2024-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2024-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2024-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2023-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2023-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2023-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2023-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2022-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2022-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2022-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2021-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2021-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2021-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2020-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2020-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2020-03-31).
En el análisis de la evolución de los ratios financieros presentados, se observa una tendencia general de fortalecimiento en la estructura de capital a lo largo del período analizado. La proporción del patrimonio neto en relación con el pasivo total y patrimonio total ha mostrado un incremento sostenido, pasando aproximadamente del 32.11% en marzo de 2020 hasta cerca del 38% a finales de 2024 y principios de 2025. Esto indica una mayor participación del patrimonio en la financiación de la empresa, lo cual puede reflejar una reducción en la dependencia del pasivo y un intento de mejorar la solidez financiera.
- Cuentas a pagar
- El porcentaje de cuentas a pagar respecto al pasivo total y patrimonio muestra cierta volatilidad, pero mantiene niveles cercanos a aproximadamente 2.3% a 2.6%. Se observa una ligera disminución desde valores cercanos al 2.9% en 2020 hasta niveles por debajo del 2.4% en 2023, sugiriendo una gestión estable en las obligaciones de corto plazo relacionadas con cuentas por pagar.
- Nómina y beneficios acumulados
- Este concepto evidencia fluctuaciones en su porcentaje, alcanzando picos cercanos al 3.6% en ciertos trimestres de 2020 y 2021, seguido de una tendencia a la disminución hasta valores en torno al 1.7% en 2023. La reducción puede indicar una mejora en la administración de beneficios y obligaciones laborales, o cambios en la política de reconocimiento de estas partidas.
- Pasivos acumulados
- Este indicador mantiene una estrecha relación con lo observado en nóminas y beneficios acumulados, con porcentajes en torno al 2.2% a 2.8%. Los niveles permanecen relativamente estables, reflejando una gestión constante en las obligaciones acumuladas a corto plazo vinculadas a gastos operativos y otros pasivos.
- Ingresos no devengados
- Este rubro también presenta cierto dinamismo, creciendo hasta alcanzar picos del 2.64% en un período, y disminuyendo posteriormente a valores cercanos al 2.23%. La variabilidad puede estar asociada a cambios en la actividad de ventas y a la gestión de ingresos diferidos, aunque en general mantiene un nivel moderado.
- Pasivos corrientes por arrendamiento operativo
- Este concepto se mantiene en torno a un 3.15% en sus niveles más recientes, con cierta estabilidad en sus proporciones. La ligera variación sugiere una gestión constante de los pasivos derivados de arrendamientos financieros, sin cambios estructurales significativos en la política de arrendamiento.
- Impuesto sobre la renta a pagar
- Este pasivo mostró una presencia puntual, comenzando desde valores cercanos a 0.53% en un período y alcanzando hasta 2.18% en otro, pero posteriormente desaparecen o no se reportan en algunos períodos. La fluctuación refleja quizás cambios en la calificación fiscal y en la gestión tributaria, siendo un elemento con menor impacto en la estructura global en algunos trimestres.
- Pasivo corriente
- El porcentaje de pasivos corrientes respecto del pasivo total oscila en torno a 11.5% a 14.2%, con tendencia a reducirse en ciertos trimestres, alcanzando valores por debajo del 12%. Esto puede indicar una gestión eficiente de los pasivos de corto plazo, o una expansión en pasivos a largo plazo.
- Pasivos por arrendamiento operativo a largo plazo
- Este componente presenta una tendencia decreciente desde aproximadamente el 53% en 2020 hasta cerca del 45% en 2024, contribuyendo a un aumento en la proporción de pasivos a largo plazo. La reducción señala quizás una amortización de pasivos anteriores o cambios en la estructura de financiamiento, con una mayor preferencia por la deuda a largo plazo.
- Pasivos por impuestos diferidos
- Mostrar fluctuaciones menores, con una tendencia a la disminución en algunos períodos, llegando a valores por debajo del 1% hacia finales del período. La tendencia refleja potencialmente una menor diferencia temporal en obligaciones fiscales o una planificación tributaria que reduce estos pasivos.
- Otros pasivos
- Este rubro ha tenido un aumento paulatino desde valores cercanos a 0.68% en 2020 hasta superar el 0.85% en 2024, sugiriendo un incremento en pasivos diversos no especificados, aunque en proporciones relativamente pequeñas en comparación con otros conceptos.
- Pasivos a largo plazo
- Su participación en la estructura de financiamiento ha descendido desde aproximadamente el 55% en 2020 hasta cerca del 46-48% en 2024, indicando una tendencia hacia una menor dependencia de esta fuente de financiación, en línea con la consolidación en la estructura patrimonial.
- Pasivo total
- La proporción del pasivo total respecto al patrimonio y pasivo en conjunto muestra una ligera tendencia a disminuir, partiendo del 67.89% en 2020 hasta valores cercanos al 60% en 2024, lo cual puede interpretarse como una mejora en la solvencia y en la estructura financiera de la entidad.
- Acciones ordinarias y capital desembolsado adicional
- La participación de acciones ordinarias en el patrimonio se mantiene constante en un 0.01% en varios períodos, con leves cambios hacia 2024 y 2025, en los cuales aparecen en porcentajes levemente superiores. El capital desembolsado muestra una ligera disminución en términos relativos, pero en su conjunto refleja una estabilidad en la estructura de financiamiento mediante acciones.
- Autocartera
- Este componente, en negativo, indica la adquisición de acciones propias, reflejando una tendencia de autoprestación de valor, con valores cercanos al -60% en la mayoría de los períodos, principalmente en 2022 y 2023. La presencia de autoprestamos puede estar relacionada con estrategias de gestión de inversiones de la propia empresa.
- Utilidades retenidas
- Este indicador es uno de los principales componentes del patrimonio y ha mostrado una tendencia alcista significativa, pasando del 57.56% en marzo de 2020 a más del 75% en los últimos períodos, evidenciando una política de acumulación de beneficios y una reserva sólida para financiamiento interno y soporte de la estructura patrimonial.
- Patrimonio neto
- El patrimonio neto también ha experimentado un aumento en su porcentaje, en línea con las utilidades retenidas, reafirmando una estrategia de fortalecimiento del capital propio a medida que avanza el período, alcanzando niveles cercanos al 39% en 2024 y principios de 2025.