Sherwin-Williams Co. (NYSE:SHW)

Coeficiente de liquidez corriente

El ratio presenta una tendencia general de mejora en los primeros periodos analizados, alcanzando un pico en septiembre de 2020 con un valor de 1.19. Posteriormente, se observa un comportamiento relativamente estable en torno a 1, aunque con ligeras fluctuaciones. A partir de diciembre de 2022, el ratio comienza a disminuir gradualmente, alcanzando valores cercanos a 0.78-0.79 en los últimos períodos considerados, lo que indica una posible disminución en la capacidad para cubrir obligaciones a corto plazo con los activos corrientes. Sin embargo, mantiene una posición cercana a la unidad en la mayoría de los periodos, sugiriendo una gestión relativamente equilibrada del liquidez corriente.

Ratio de liquidez rápido

Este ratio muestra una tendencia de incremento en los primeros meses, llegando a un máximo de 0.71 en septiembre de 2020, y posteriormente estabilizándose en torno a 0.45-0.52 en la mayor parte del período analizado. Desde diciembre de 2022 en adelante, se observa una ligera disminución, llegando a valores de aproximadamente 0.38 en los últimos trimestres, lo que indica una reducción en la proporción de activos líquidos más inmediatos en relación con los pasivos corrientes. La tendencia de ligera disminución puede reflejar una menor disponibilidad de recursos líquidos de rápida conversión en ese período, o cambios en la estructura del activo.

Ratio de liquidez en efectivo

Este ratio se mantiene relativamente estable a lo largo del período, con fluctuaciones menores en torno a valores entre 0.02 y 0.14. La cifra más alta se presenta en diciembre de 2020 con 0.14, mientras que en la mayoría de los casos oscila en torno a 0.02-0.08. Se observa además una tendencia a la estabilidad con una ligera disminución en los valores en los últimos períodos, los cuales se ubican en 0.03 en 2024 y 2025. La estabilidad del ratio en efectivo en comparación con los otros ratios de liquidez puede indicar una política conservadora de mantener niveles controlados de efectivo disponible.

Activo circulante

El activo circulante muestra una tendencia de crecimiento en general, especialmente a partir del tercer trimestre de 2020. Después de una ligera disminución en el segundo trimestre de 2020, se observa un incremento sostenido durante los siguientes períodos, alcanzando picos en los primeros trimestres de 2022 y 2023. Sin embargo, en el último período, se registra una ligera caída en comparación con los picos anteriores, aunque mantiene niveles superiores a los de 2020. Esto indica una gestión de activos líquidos y recursos a largo plazo que ha sido adaptativa a las condiciones del mercado.

Pasivo corriente

El pasivo corriente presenta una tendencia de aumento constante a lo largo de los trimestres analizados. Desde valores en torno a 4.4 millones de dólares en junio de 2020, ha escalado a más de 8.1 millones en marzo de 2025. La tendencia ascendente sugiere un incremento en obligaciones a corto plazo, posiblemente asociado a mayores pasivos financieros o compras a crédito. La relación entre el pasivo corriente y el activo circulante evidencia un aumento en la proporción de obligaciones a corto plazo en relación con los recursos disponibles para su cancelación.

Coeficiente de liquidez corriente

El ratio de liquidez corriente fluctúa a lo largo del período, evidenciando una situación de liquidez variable. Tras una mejora en 2020, alcanzando un máximo de 1.19 en septiembre de ese año, ha fluctuado alrededor del valor de 1 en los siguientes trimestres. Aunque en algunos períodos cae por debajo de 1, lo que indica posibles dificultades para cubrir obligaciones a corto plazo en ciertos momentos, en general, mantiene niveles cercanos a la unidad, sugiriendo una gestión de liquidez relativamente equilibrada con periodos de tensión ocasionales. La tendencia hacia valores por debajo de 1 en algunos trimestres más recientes puede reflejar desafíos en la liquidez, pero sin una caída muy marcada ni sostenida por debajo de 0.8, lo que indica que la empresa continúa manteniendo una posición de liquidez aceptable.

En el análisis de la evolución de los activos rápidos, se observa una tendencia general al alza durante el período analizado, con un incremento desde aproximadamente 2.53 millones de dólares en el primer trimestre de 2020 hasta alcanzar un valor cercano a 3.38 millones de dólares en el último trimestre de 2024. Este crecimiento indica una mayor disponibilidad de activos líquidos o rápidamente realizables con el tiempo, lo cual puede reflejar mejoras en la gestión de inventarios y cuentas por cobrar o una estrategia de liquidez más conservadora.

Por otro lado, el pasivo corriente muestra fluctuaciones significativas a lo largo del período. Aunque mantiene una tendencia general al aumento, pasando de cerca de 5.22 millones de dólares en el primer trimestre de 2020 a aproximadamente 8.20 millones en el último trimestre de 2024, se evidencian picos y caídas en diferentes períodos. Esto puede sugerir variaciones en las obligaciones a corto plazo, posiblemente relacionadas con financiamiento, compras o desafíos en la gestión de pasivos.

El ratio de liquidez rápido presenta una tendencia general de disminución, comenzando en 0.48 en el primer trimestre de 2020 y llegando a valores cercanos a 0.41 en el último trimestre de 2024. Aunque existen breves periodos de estabilización o ligeros incrementos, la tendencia predominante indica una disminución en la capacidad de la empresa para cubrir sus pasivos corrientes con sus activos líquidos inmediatos. Este comportamiento puede señalar un deterioro en la liquidez relativa, o un incremento en las obligaciones a corto plazo que no han sido ajustadas proporcionalmente con la liquidez.

En conjunto, los datos reflejan un incremento en los activos líquidos y en los pasivos corrientes, junto con una reducción en el ratio de liquidez rápido, sugiriendo una posible mayor exposición a riesgos de liquidez o cambios en la estructura financiera. La evolución debe ser monitoreada con atención para evaluar el impacto de estas tendencias en la estabilidad financiera a medio y largo plazo.

El análisis de los datos financieros trimestrales revela varias tendencias y patrones relevantes en los indicadores observados.

Activos totales en efectivo

Se detecta una alta volatilidad en los activos en efectivo a lo largo del período, con un valor mínimo de aproximadamente US$ 130,500 en diciembre de 2021 y un máximo cercano a US$ 503,400 en diciembre de 2021. Aunque hay fluctuaciones significativas, a partir de mediados de 2023 se observa una tendencia estable en torno a los US$ 200,000 a US$ 269,800, indicando cierta estabilización en las reservas de efectivo en los últimos trimestres.

Pasivo corriente

El pasivo corriente muestra una tendencia creciente en el transcurso del período analizado, pasando de valores cercanos a los US$ 4,2 millones en marzo de 2020 a aproximadamente US$ 8,2 millones en junio de 2025. La acumulación progresiva del pasivo corriente sugiere un incremento en las obligaciones a corto plazo, lo cual podría estar asociado a mayores necesidades de financiamiento o cambios en la estructura de pasivos, aunque la relación entre activos en efectivo y pasivo corriente requiere un análisis adicional para determinar su impacto en la liquidez.

Ratio de liquidez en efectivo

Este ratio presenta una estructura de fluctuaciones marcada por valores bastante bajos en comparación con estándares usuales de liquidez, variando entre 0.02 y 0.14 en la totalidad del período. Es importante señalar que, aunque en algunos trimestres se observan incrementos, la tendencia general refleja una situación de liquidez relativamente limitada, con ratios frecuentemente por debajo de 0.1. El período de mayor ratio (0.14 en septiembre de 2020) coincide con niveles relativamente menores de pasivo corriente, pero en general el ratio indica que la compañía mantiene un nivel de efectivo en relación con sus obligaciones a corto plazo que no es particularmente alto.

En resumen, si bien los activos en efectivo presentan una tendencia de estabilización en los últimos trimestres, el incremento sostenido en el pasivo corriente podría representar un desafío para la liquidez, dado que el ratio de liquidez en efectivo continúa siendo bajo. La vulnerabilidad a variaciones en la liquidez sería un aspecto a monitorear de manera continua para evaluar la salud financiera en el corto plazo, considerando los altos niveles de obligaciones actuales en relación con los activos disponibles en efectivo.