Sherwin-Williams Co. (NYSE:SHW)

Se observa una variabilidad en la proporción de efectivo y equivalentes de efectivo en relación a los activos totales, presentando picos en ciertos períodos, como en marzo y junio de 2020. Sin embargo, en general, estos valores oscilan alrededor del 1%, indicando una leve variación en la liquidez inmediata de la empresa a lo largo del tiempo.

Las cuentas por cobrar mantienen un porcentaje relativamente estable cercano al 12%, con leves fluctuaciones que oscilan entre 10% y 13%. Esto sugiere una política de gestión de cobros relativamente constante, sin evidencias de cambios sustanciales en los plazos o intensidad de la cobranza.

Por otro lado, los inventarios muestran una tendencia al aumento porcentual en relación a los activos totales, pasando de alrededor del 9.5% en 2020 a aproximadamente 10% en la mayor parte de los años siguientes, llegando a picos superiores en ciertos trimestres. Esto podría reflejar cambios en las políticas de inventario, producción o en las estrategias de stock ante fluctuaciones en la demanda.

Los otros activos corrientes mantienen porcentajes estables en torno al 2%, sin cambios relevantes en el período analizado. La suma del activo circulante fluctúa de manera moderada, alcanzando picos por encima del 28% en algunos trimestres, y bajando a valores cercanos al 23%. La variación sugiere ajustes en la liquidez y en los componentes del activo corriente en respuesta a las condiciones operativas y financieras.

El porcentaje del inmovilizado material, neto, presenta una tendencia al alza desde aproximadamente 8.9% en 2020 a cerca del 15% en 2024, indicando una acumulación o modernización de activos físicos, reflejando posiblemente inversiones en infraestructura, maquinaria o equipo.

Por otra parte, los activos intangibles muestran una disminución progresiva en su participación relativa del 22.29% en 2020 a aproximadamente 14% en 2024. Esto puede indicar amortizaciones acumuladas, desprendimientos de activos intangibles, o cambios en la estrategia de inversión en activos intangibles.

Los buenos canales de gestión de los activos intangibles y bienes tangibles se evidencian en la estabilidad relativa de estos porcentajes. La buena voluntad fluctúa alrededor del 32%, con ligeras variaciones, sugiriendo que las adquisiciones o deterioros de marca, cliente o relaciones comerciales no han cambiado sustancialmente en los últimos años.

Los otros activos muestran una tendencia al alza en porcentaje, del 2.85% en 2020 a cerca del 7% en 2024, lo que podría reflejar acumulación de gastos diferidos, activos por impuestos diferidos, o nuevas categorías de activos no corrientes.

En conjunto, la estructura del activo trae una imagen de estabilidad relativa en la proporción entre los diferentes componentes en el tiempo, con algunas tendencias que reflejan cambios en las políticas de inversión en activos físicos y la gestión de activos intangibles. La fluctuación en el activo circulante, en particular, por los componentes de efectivo, cuentas por cobrar e inventarios, puede estar relacionada con las condiciones del mercado, la rotación de inventarios y la gestión de liquidez.

Los cambios porcentuales en los activos tangibles e intangibles sugieren que la empresa ha realizado inversiones en infraestructura y maquinaria, mientras que la disminución en los activos intangibles puede responder a amortizaciones o a una reevaluación de estos activos.

En términos generales, la estabilidad en la composición relativa del activo indica una estrategia de gestión de activos conservadora, con enfoque en mantener un equilibrio entre liquidez, inversión en activos físicos y control de activos intangibles, en línea con una posible orientación hacia la estabilidad financiera y operacional.