Nike Inc. (NYSE:NKE)

El análisis de los datos financieros revela tendencias significativas en los indicadores de liquidez a lo largo del período examinado.

Coeficiente de Liquidez Corriente

Se observa una tendencia general al alza desde el tercer trimestre de 2020 hasta el tercer trimestre de 2021, pasando de 2.55 a 3.19. Posteriormente, se aprecia una estabilización en torno a valores entre 2.63 y 2.87 hasta el tercer trimestre de 2023. A partir de este punto, se identifica una disminución constante hasta alcanzar 2.19 en el tercer trimestre de 2025, lo que sugiere una posible reducción en la capacidad de cubrir las obligaciones a corto plazo con los activos corrientes.

Ratio de Liquidez Rápida

El ratio de liquidez rápida muestra un comportamiento similar al coeficiente de liquidez corriente, con un incremento inicial desde 1.54 en el tercer trimestre de 2020 hasta 2.18 en el tercer trimestre de 2021. A partir de entonces, se registra una disminución progresiva, aunque más moderada que en el coeficiente de liquidez corriente, llegando a 1.24 en el tercer trimestre de 2025. Esta tendencia indica una reducción en la capacidad de cubrir las obligaciones a corto plazo con los activos más líquidos.

Ratio de Liquidez en Efectivo

El ratio de liquidez en efectivo presenta una trayectoria ascendente inicial, desde 1.1 en el tercer trimestre de 2020 hasta 1.71 en el tercer trimestre de 2021. Sin embargo, a partir de este punto, se observa una disminución constante y pronunciada, alcanzando 0.79 en el tercer trimestre de 2025. Esta caída sugiere una reducción significativa en la capacidad de cubrir las obligaciones a corto plazo únicamente con los activos en efectivo y equivalentes.

En resumen, los datos indican una disminución general en los indicadores de liquidez a lo largo del tiempo, especialmente en el ratio de liquidez en efectivo. Esta tendencia podría indicar una menor flexibilidad financiera y una mayor dependencia de la gestión eficiente del capital de trabajo para cumplir con las obligaciones a corto plazo.

El análisis de los datos financieros revela tendencias significativas en la estructura de activos y pasivos, así como en la liquidez de la entidad.

Activo Circulante

Se observa una tendencia general al alza en el activo circulante desde el 31 de agosto de 2020 hasta el 31 de mayo de 2021, alcanzando un máximo de 26291 millones de dólares. Posteriormente, se aprecia una estabilización y ligera disminución hasta el 31 de mayo de 2023, para luego mostrar una leve recuperación en los períodos siguientes. El valor más reciente, al 31 de mayo de 2025, se sitúa en 24609 millones de dólares.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente experimenta un incremento constante desde el 31 de agosto de 2020 hasta el 30 de noviembre de 2021, con un pico de 8857 millones de dólares. A partir de entonces, se registra un aumento más pronunciado hasta alcanzar 11246 millones de dólares en noviembre de 2024, mostrando una tendencia ascendente sostenida a lo largo del período analizado. El valor más reciente, al 31 de mayo de 2025, es de 11223 millones de dólares.

Coeficiente de Liquidez Corriente

El coeficiente de liquidez corriente presenta una mejora inicial desde 2.55 en agosto de 2020 hasta 3.19 en agosto de 2021. Sin embargo, a partir de febrero de 2022, se observa una disminución continua y constante, descendiendo a 2.19 en febrero de 2025. Esta tendencia sugiere una reducción en la capacidad de la entidad para cubrir sus obligaciones a corto plazo con sus activos circulantes. El valor más reciente, al 31 de mayo de 2025, es de 2.21.

En resumen, si bien el activo circulante ha mostrado cierta estabilidad, el incremento constante del pasivo corriente ha provocado una disminución progresiva del coeficiente de liquidez corriente. Esta evolución podría indicar una mayor dependencia de financiamiento a corto plazo o una gestión menos eficiente de los activos y pasivos circulantes.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la composición del balance y en la capacidad de respuesta a obligaciones a corto plazo.

Activos Rápidos

Se observa una tendencia general al alza en el total de activos rápidos desde agosto de 2020 hasta mayo de 2021, alcanzando un máximo de 17939 millones de dólares. Posteriormente, se aprecia una disminución gradual hasta febrero de 2023, estabilizándose y mostrando fluctuaciones menores en los períodos siguientes. Existe una ligera recuperación en el último período analizado, aunque no alcanza los niveles máximos previos.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente experimenta un incremento constante desde agosto de 2020 hasta mayo de 2022, con un pico de 10730 millones de dólares en febrero de 2022. A partir de este punto, se registra una disminución, seguida de un nuevo aumento en los últimos trimestres, llegando a 11246 millones de dólares en febrero de 2025. Esta volatilidad sugiere cambios en la gestión de las obligaciones a corto plazo.

Ratio de Liquidez Rápida

El ratio de liquidez rápida muestra una mejora inicial, pasando de 1.54 en agosto de 2020 a 2.18 en agosto de 2021. Sin embargo, a partir de este momento, se observa una tendencia decreciente y sostenida, situándose en 1.24 en agosto de 2025. Esta disminución indica una reducción en la capacidad de la entidad para cubrir sus pasivos corrientes con activos líquidos, lo que podría implicar un mayor riesgo de iliquidez a largo plazo. La fluctuación en el ratio, aunque decreciente, sugiere una gestión activa de los activos y pasivos, pero la tendencia general es preocupante.

En resumen, si bien los activos rápidos muestran cierta estabilidad, el aumento del pasivo corriente y la consecuente disminución del ratio de liquidez rápida sugieren una potencial vulnerabilidad en la capacidad de la entidad para hacer frente a sus obligaciones financieras a corto plazo. Se recomienda un seguimiento continuo de estos indicadores y una evaluación de las estrategias de gestión de liquidez.

El análisis de los datos financieros revela tendencias significativas en la gestión de activos y pasivos corrientes. Se observa una evolución en el ratio de liquidez en efectivo que merece una atención detallada.

Activos totales en efectivo

Inicialmente, los activos totales en efectivo muestran un incremento constante desde el 31 de agosto de 2020 hasta el 31 de mayo de 2021, alcanzando un máximo de 13.476 millones de dólares. Posteriormente, se aprecia una fluctuación, con un descenso hasta los 11.876 millones de dólares en el 31 de agosto de 2022, seguido de una recuperación parcial. A partir del 28 de febrero de 2023, se registra una disminución más pronunciada, continuando hasta el 28 de febrero de 2025, donde se alcanza un mínimo de 8.575 millones de dólares. El último período analizado, el 31 de mayo de 2025, muestra un ligero repunte.

Pasivo corriente

El pasivo corriente experimenta un aumento general a lo largo del período analizado. Se observa un incremento notable entre el 31 de mayo de 2021 y el 31 de mayo de 2022, alcanzando un máximo de 10.730 millones de dólares. A partir de ese momento, el pasivo corriente se mantiene en niveles elevados, con fluctuaciones menores, y continúa aumentando hasta el 31 de mayo de 2025, llegando a 11.246 millones de dólares.

Ratio de liquidez en efectivo

El ratio de liquidez en efectivo presenta una tendencia general a la baja a lo largo del período. Inicialmente, se observa un aumento desde 1.1 en el 31 de agosto de 2020 hasta 1.66 en el 31 de mayo de 2021. A partir de ese momento, el ratio comienza a disminuir de forma constante, con una aceleración en la caída a partir del 31 de agosto de 2022. El ratio alcanza un mínimo de 0.79 en el 28 de febrero de 2025, lo que indica una menor capacidad para cubrir las obligaciones corrientes con activos en efectivo. Se observa una ligera recuperación en el último período analizado, situándose en 0.87 en el 31 de mayo de 2025.

En resumen, la disminución de los activos en efectivo, combinada con el aumento del pasivo corriente, ha provocado una reducción significativa del ratio de liquidez en efectivo. Esta tendencia sugiere una posible disminución en la capacidad de la entidad para hacer frente a sus obligaciones a corto plazo, lo que podría requerir una revisión de la estrategia de gestión de liquidez.