Estructura del balance: pasivo y patrimonio contable
Datos trimestrales
Target Corp., estructura del balance consolidado: pasivos y patrimonio contable (datos trimestrales)
Basado en los informes: 10-Q (Fecha del informe: 2025-05-03), 10-K (Fecha del informe: 2025-02-01), 10-Q (Fecha del informe: 2024-11-02), 10-Q (Fecha del informe: 2024-08-03), 10-Q (Fecha del informe: 2024-05-04), 10-K (Fecha del informe: 2024-02-03), 10-Q (Fecha del informe: 2023-10-28), 10-Q (Fecha del informe: 2023-07-29), 10-Q (Fecha del informe: 2023-04-29), 10-K (Fecha del informe: 2023-01-28), 10-Q (Fecha del informe: 2022-10-29), 10-Q (Fecha del informe: 2022-07-30), 10-Q (Fecha del informe: 2022-04-30), 10-K (Fecha del informe: 2022-01-29), 10-Q (Fecha del informe: 2021-10-30), 10-Q (Fecha del informe: 2021-07-31), 10-Q (Fecha del informe: 2021-05-01), 10-K (Fecha del informe: 2021-01-30), 10-Q (Fecha del informe: 2020-10-31), 10-Q (Fecha del informe: 2020-08-01), 10-Q (Fecha del informe: 2020-05-02), 10-K (Fecha del informe: 2020-02-01), 10-Q (Fecha del informe: 2019-11-02), 10-Q (Fecha del informe: 2019-08-03), 10-Q (Fecha del informe: 2019-05-04).
La proporción de cuentas a pagar como porcentaje del pasivo total y de la inversión de los accionistas muestra cierta fluctuación a lo largo del período analizado, con un aumento notable en algunos momentos, alcanzando un pico en el tercer trimestre de 2021 con aproximadamente 42.92%. Sin embargo, en general, la tendencia parece estabilizarse alrededor del 21-25%, sugiriendo una gestión equilibrada de las obligaciones comerciales en relación con la estructura financiera total.
Los pasivos devengados y otros pasivos corrientes permanecen relativamente estables en torno al 9-11%, evidenciando una consistencia en la parte de pasivos que se generan por obligaciones que aún no han sido pagadas formalmente, con ligeras variaciones pero sin un patrón de incremento o disminución sostenida significativa.
La participación de la parte corriente de la deuda a largo plazo y otros empréstitos en relación con el pasivo total muestra una tendencia variable. Se observa una caída notable en algunos períodos (como en el segundo trimestre de 2020), llegando a valores cercanos a 0.23%, y picos en ciertos períodos (sobre 3.97%). Esto podría reflejar cambios en las estrategias de financiamiento a largo plazo, con incrementos en deuda en ciertos momentos y reducciones en otros.
El pasivo corriente como porcentaje del pasivo total muestra un patrón de incremento hasta alcanzar un máximo en el tercer trimestre de 2020 (aproximadamente 42.78%) y luego una tendencia establecida en torno al 33-38%, lo que indica una proporción significativa y relativamente estable de obligaciones a corto plazo en relación con el total de pasivos.
La deuda a largo plazo, excluida la parte corriente, evidencia cierta estabilidad en torno al 24-27%, aunque muestra fluctuaciones en periodos específicos, con valores alcanzando aproximadamente 30% en algunos trimestres. La tendencia general indica una moderada participación de financiamiento a largo plazo en la estructura del pasivo.
Los pasivos por arrendamiento operativo no corriente permanecen relativamente constantes en torno al 4.3-6.3%, con una ligera tendencia al incremento en los últimos períodos, lo cual podría reflejar una mayor utilización de arrendamientos operativos no corrientes, ajustándose a prácticas contables que reconocen estos pasivos en los balances.
Los impuestos diferidos sobre la renta muestran una tendencia ascendente en los porcentajes del pasivo total, incrementándose desde valores cercanos al 2.5% en 2019 a niveles superiores al 4% en los períodos más recientes. Este patrón puede indicar cambios en la posición fiscal, diferimientos en el reconocimiento de obligaciones tributarias o estrategias de planificación fiscal.
Otros pasivos no corrientes se mantienen en niveles bajos, con fluctuaciones menores, en torno al 3-4%. La estabilidad en estos pasivos indica que no han ocurrido cambios significativos en otros pasivos a largo plazo que puedan afectar la estructura general del pasivo.
El pasivo total, en relación con la inversión de los accionistas, ampliamente en aumento en los primeros años, alcanza picos cercanos al 80% en ciertos períodos, para posteriormente estabilizarse alrededor del 74-78%, reflejando incrementos en la estructura de pasivos en comparación con las aportaciones de los accionistas. La tendencia sugiere una mayor apalancamiento durante ciertos momentos, aunque con una tendencia de estabilización hacia los últimos períodos.
La participación de las acciones ordinarias en relación con el pasivo total y la inversión de los accionistas es mínima y relativamente estable, en torno a 0.07%. Esto indica que la emisión de acciones ordinarias representa una porción muy pequeña de la estructura de financiamiento comparada con la deuda y otros pasivos.
El capital desembolsado adicional, en tanto, mantiene una proporción que oscila en torno al 12-13% en la mayor parte del análisis, con leves incrementos en algunos períodos. Este patrón puede reflejar aportaciones adicionales de los accionistas o aumentos contribuidos en el capital social.
Las utilidades retenidas muestran una tendencia de crecimiento constante a partir de niveles cercanos al 8-10% en 2019, alcanzando valores superiores al 14% en los períodos precedentes a principios de 2024. Este incremento sugiere acumulación de beneficios y una política de retención de utilidades como parte de la estrategia financiera.
La otra pérdida integral acumulada, en contraste, mantiene un valor negativo constante en torno a -1.9%, con leves fluctuaciones, lo que indica que las pérdidas no realizadas o ajustes de valor que afectan el patrimonio continúan siendo una pequeña proporción en comparación con el total de la inversión de los accionistas.
Finalmente, la inversión de los accionistas en relación con el pasivo total y la inversión muestra una tendencia ascendente desde aproximadamente el 20-27% en 2019, alcanzando picos superiores al 26% en los períodos más recientes, reflejando un aumento en la participación de recursos propios en la estructura financiera total, aunque siempre en una proporción menor comparada con el total del pasivo.