Northrop Grumman Corp. (NYSE:NOC)

Coeficiente de liquidez corriente

Entre el primer trimestre de 2018 y el cuarto de 2019, el ratio de liquidez corriente muestra una tendencia ascendente, pasando de 2.52 a 1.44. Posteriormente, desde el primer trimestre de 2020 hasta el primer trimestre de 2021, la lectura mantiene una tendencia de mejora, alcanzando un pico de 1.6 en marzo de 2021. Sin embargo, a partir de ese punto, se observa una reducción gradual en la proporción, concluyendo en 1.22 en el primer trimestre de 2023, indicando una posible disminución en la capacidad de cubrir obligaciones a corto plazo con activos corrientes.

Ratio de liquidez rápido

Sigue una tendencia similar, con un aumento desde 2.41 en marzo de 2018 a un máximo de 1.31 en septiembre de 2021. Al igual que el coeficiente de liquidez corriente, en los últimos períodos se evidencia una caída, llegando a 1.03 en marzo de 2023. La reducción en este ratio sugiere una disminución en la capacidad de hacer frente a pasivos inmediatos excluyendo inventarios, lo que podría reflejar cambios en la estructura de activos líquidos de la empresa.

Ratio de liquidez en efectivo

Este ratio presenta una tendencia de baja sostenida desde aproximadamente 1.62 en marzo de 2018 hasta un valor de 0.24 en diciembre de 2019. Sin embargo, a partir de ese punto, presenta algunos ligeros incrementos, alcanzando 0.24 en diciembre de 2022 y 0.24 en marzo de 2023. La marcada disminución en los primeros períodos indica una reducción significativa en la proporción de recursos en efectivo respecto a pasivos corrientes, aunque en los últimos trimestres se observa cierta estabilización.

Activo circulante

El activo circulante muestra una tendencia variable a lo largo del período analizado. Después de un pico en el primer trimestre de 2018, donde alcanzó aproximadamente US$16,157 millones, se observa una disminución significativa en el segundo trimestre de 2018, alcanzando cerca de US$9,722 millones. A partir de ese momento, el activo vuelve a experimentar altibajos pero manteniéndose en niveles elevados, con valores que oscilan entre aproximadamente US$11,556 millones y US$15,344 millones en 2020, y posteriormente estabilizándose en torno a US$12,488 millones hacia finales de 2022 y primeros trimestres de 2023. La tendencia tuerce hacia incrementos y disminuciones moderadas, demostrando una gestión del capital circulante que fluctúa pero con niveles relativamente altos respecto a los primeros años.

Pasivo corriente

El pasivo corriente exhibe una tendencia creciente a largo plazo. Desde valores cercanos a US$6,415 millones en el primer trimestre de 2018, se observa una progresión constante hasta superar los US$11,500 millones hacia finales de 2022. Notablemente, hay una fase de aumento sostenido en 2020, alcanzando valores superiores a US$10,800 millones, con un pico en el primer trimestre de 2023 de aproximadamente US$10,483 millones. Esta alza refleja una mayor dependencia de obligaciones a corto plazo, aunque en proporción a la liquidez, la empresa mantiene un nivel que parece manejable dentro de su estructura financiera.

Coeficiente de liquidez corriente

El ratio financiero de liquidez corriente presenta una tendencia de fluctuaciones, pero con un patrón general de disminución en los últimos períodos. Inicialmente, en 2018, el ratio es alto, alcanzando hasta 2.52 en marzo de 2018, indicando buena capacidad para cubrir pasivos corrientes. Sin embargo, tras ese período, se observa un descenso progresivo, alcanzando valores cercanos a 1.08 en el tercer trimestre de 2022, y posteriormente recuperándose ligeramente a 1.22 en marzo de 2023. La tendencia sugiere un deterioro en la relación entre activos líquidos y pasivos corrientes, aunque en niveles que aún permiten cierta solvencia a corto plazo. La fluctuación en el ratio también refleja cambios en la gestión del efectivo y en la estructura de pasivos a corto plazo.

Total de activos rápidos

La serie muestra una tendencia fluctuante a lo largo del período analizado. Desde un valor alto de 15,479 millones de dólares en marzo de 2018, se observa una disminución significativa en junio de 2018 a 8,626 millones y en septiembre de 2018 a 8,530 millones, alcanzando un punto bajo en diciembre de 2019 con 9,905 millones de dólares. Posteriormente, la tendencia de aumentos y disminuciones se mantiene, alcanzando un pico en septiembre de 2020 con 12,676 millones y un valor cercano nuevamente a los 10,000 millones en marzo de 2023, con un valor de 10,071 millones. En general, los activos rápidos muestran una reducción en los primeros años del período, seguida de cierta recuperación en los años posteriores, aunque no retoman los niveles iniciales de 2018.

Pasivo corriente

El pasivo corriente muestra una tendencia general de aumento a lo largo del período, partiendo de 6,415 millones en marzo de 2018, ascendiendo de manera constante hasta alcanzar 11,587 millones en marzo de 2023. Se observa una fase de crecimiento sostenido desde mediados de 2018, tras un leve descenso en 2019, con picos en 2020 y 2023. La tendencia apunta a una ampliación de las obligaciones a corto plazo, lo cual podría reflejar una mayor rotación de deudas o cambios en la estructura de financiamiento de la organización, aunque también puede indicar una mayor exposición a cuestiones de liquidez en el corto plazo.

Ratio de liquidez rápido

El ratio de liquidez rápido, que refleja la capacidad de la empresa para cubrir sus pasivos corrientes con activos líquidos rápidos, muestra fluctuaciones a lo largo del período. Inicialmente, en marzo de 2018, presenta un valor alto de 2.41, indicando buena liquidez. Sin embargo, en los meses siguientes, decrece considerablemente, alcanzando un mínimo de 0.87 en septiembre de 2022. A partir de ese punto, el ratio se recupera gradualmente hasta cerrar en 1.03 en marzo de 2023, mostrando una recuperación parcial tras periodos de deterioro. La tendencia general indica momentos de presión de liquidez en 2022, seguidos de una tentativa de estabilización hacia 2023, aunque los niveles no alcanzan los picos de 2018.

El análisis de los activos totales en efectivo revela una tendencia significativa de fluctuación a lo largo del período evaluado. Se observa un pico en marzo de 2020, con un valor de 4,278 millones de dólares, seguido por una disminución drástica en los trimestres posteriores, llegando a un mínimo en junio de 2022 con 1,169 millones. Posteriormente, hay cierta recuperación en los valores de efectivo hacia finales de 2022 y principios de 2023, situándose en torno a los 2,495 millones en marzo de 2023.

En cuanto al pasivo corriente, se presenta una tendencia general de aumento, especialmente visible desde 2018 hasta 2023. Inicialmente, los valores oscilaban en torno a los 6,415 millones en marzo de 2018 y alcanzan picos en torno a los 11,587 millones en marzo de 2023. Esto indica un incremento en las obligaciones a corto plazo, lo que puede reflejar una mayor utilización de financiamiento a corto plazo o cambios en la estructura del pasivo de la empresa.

El ratio de liquidez en efectivo, que mide la capacidad de la empresa para cubrir sus pasivos corrientes con sus activos en efectivo, presenta una evolución bastante variable durante el período analizado. En 2018, el ratio se situaba en niveles relativamente bajos, en torno a 1.62 en marzo, y experimentó una disminución significativa en los trimestres siguientes, alcanzando mínimos de 0.09 en junio de 2019. Desde ese punto, el ratio muestra una tendencia de recuperación, alcanzando picos de aproximadamente 0.51 en 2020, y finalmente estabilizándose en valores cercanos a 0.22 en 2023. Esto sugiere que, aunque ha habido periodos de recuperación en la liquidez, la capacidad relativa de la empresa para hacer frente a sus pasivos en efectivo ha permanecido relativamente baja en comparación con los niveles iniciados en 2018.

En conjunto, estos datos indican una gestión de liquidez variable y una estructura de pasivos en crecimiento. La disminución en los activos en efectivo en ciertos trimestres, junto con el aumento en el pasivo corriente, podrían señalar una estrategia de financiamiento más apalancada o una necesidad de gestión de efectivo más ajustada. La recuperación parcial del ratio de liquidez en efectivo en los últimos períodos puede ser vista como una mejora en la posición de liquidez, aunque todavía se mantiene en niveles moderados. La tendencia general requiere un monitoreo constante para evaluar cómo estos cambios afectan la salud financiera y la capacidad de generación de efectivo de la empresa en el largo plazo.