Estructura del balance: activo
Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2019-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2018-12-31).
El análisis de la estructura del activo total revela varias tendencias y cambios relevantes a lo largo de los distintos periodos considerados.
- Efectivo y equivalentes de efectivo
- El porcentaje de efectivo y equivalentes en relación con los activos totales muestra una tendencia variable. Se observa un incremento desde aproximadamente 4.19% en 2018 hasta un máximo de 11.03% en 2020, indicando una mayor disponibilidad de liquidez en ese período. Posteriormente, la proporción disminuye a 8.29% en 2021 y a 5.89% en 2022, lo que puede reflejar una disminución en la acumulación de efectivo o una utilización de recursos líquidos para otras inversiones o pagos.
- Cuentas por cobrar, netas
- Este concepto mantiene una participación relativamente estable en torno al 3.2% al 3.4% durante todo el período, con una ligera disminución en 2019 y luego estabilidad. Esto sugiere una gestión de cobranza consistente y una cartera de cuentas por cobrar controlada en relación con el tamaño total de los activos.
- Cuentas por cobrar no facturadas, netas
- Se observa una disminución en 2019 respecto a 2018, seguida de una reducción significativa en 2020, cuando representa aproximadamente el 11.56%. Posteriormente, la proporción aumenta gradualmente, alcanzando aproximadamente 13.67% en 2022, indicando una tendencia de incremento en las cuentas por cobrar no facturadas respecto al total de activos.
- Costos inventariados, netos
- Este componente presenta una ligera tendencia a aumentar a partir de 2019, alcanzando un 2.24% en 2022, desde un 1.74% en 2018. La acumulación de inventarios en relación con los activos totales sugiere una mayor inversión en inventarios en los últimos años.
- Gastos pagados por adelantado y otros activos corrientes
- Estos activos muestran una tendencia ascendente, subiendo de aproximadamente 2.58% en 2018 a 3.29% en 2022, reflejando quizás un incremento en gastos prepagados y otros activos corrientes, lo cual puede estar asociado a estrategias de gestión de efectivo o inversiones a corto plazo.
- Activo circulante
- Su participación en los activos totales aumenta desde 25.71% en 2018 hasta aproximadamente 34.5% en 2020, aunque posteriormente cae a 29.18% en 2021 y 28.54% en 2022. La tendencia indica una mayor concentración en activos circulantes en 2020, seguido de una suave reducción, posiblemente por cambios en la estructura de activos o en las estrategias de gestión del capital de trabajo.
- Inmovilizado material, neto de amortización acumulada
- Este componente mantiene una participación cercana al 16-17% en 2018 y 2019, pero aumenta de manera significativa a 18.54% en 2021 y alcanza 20.11% en 2022. La tendencia creciente puede señalar inversiones en bienes de inmóvil o en mejoras de infraestructura.
- Activos por derecho de uso de arrendamiento operativo
- Su participación empieza a claramente aumentar a partir de 2019, alcanzando un 4.14% en 2022, reflejando la adopción potencial de nuevas estrategias de arrendamiento o reconocimiento de activos por lease agreements según las normativas vigentes.
- Buena voluntad
- Este concepto presenta un descenso desde casi el 50% en 2018 a aproximadamente 40% en 2022. La disminución puede indicar amortizaciones de buena voluntad, o cambios en las valoraciones de activos intangibles adquiridos en compras o fusiones.
- Activos intangibles, netos
- El porcentaje de activos intangibles en relación con el total de activos muestra una tendencia decreciente marcada, desde 3.64% en 2018 a solo 0.88% en 2022. Esto puede reflejar amortizaciones, enajenaciones o cambios en las políticas de reconocimiento de estos activos.
- Activos por impuestos diferidos
- Se mantiene en porcentajes bajos y relativamente estables, con ligeros cambios, en torno a 0.25% en 2018 y 0.37% en 2022, lo que indica una menor importancia relative de estos componentes en la estructura del activo total.
- Otros activos no corrientes
- Su participación aumenta gradualmente desde 3.89% en 2018 a 5.93% en 2022, sugiriendo un incremento en activos diferenciados no considerados de corto plazo o de operación corriente.
- Activo no corriente
- Este segmento mantiene una participación significativa, fluctuando entre aproximadamente 65.5% en 2020 y 74.29% en 2018, pero en general permaneciendo cercano o por encima del 70%, confirmando la predominancia de activos no corrientes en la estructura de la empresa, con un leve aumento en 2022.
- Resumen general
- En conjunto, la estructura del activo revela un desplazamiento gradual hacia una mayor proporción de activos no corrientes, específicamente en inmovilizado material, activos por derecho de uso y disminución en la importancia relativa de los activos intangibles y buena voluntad. La liquidez medida por efectivo y equivalentes muestra picos en 2020, pero luego disminuye, mientras que la gestión de inventarios y cuentas por cobrar no facturadas se incrementa, indicando cambios en la estrategia de gestión del capital de trabajo. Finalmente, la participación en activos corrientes fluctúa, con un aumento notable en 2020, seguido de una reducción, reflejando posibles cambios en el ciclo operativo o en las políticas de financiamiento y inversión.