Becton, Dickinson & Co. (NYSE:BDX)

El análisis de los datos revela fluctuaciones significativas en los indicadores de liquidez a lo largo del período examinado. Inicialmente, el coeficiente de liquidez corriente muestra un valor relativamente bajo en los últimos trimestres de 2016 y principios de 2017, con un incremento notable en el segundo trimestre de 2017, manteniéndose en niveles elevados hasta finales de 2017. Posteriormente, se observa una tendencia decreciente, estabilizándose alrededor de 1.0 durante 2018 y principios de 2019, para luego experimentar cierta volatilidad sin una dirección clara definida.

El ratio de liquidez rápida presenta un comportamiento similar al coeficiente de liquidez corriente, con un aumento drástico en el segundo trimestre de 2017 y una posterior disminución. Sin embargo, los valores se mantienen generalmente más bajos que los del coeficiente de liquidez corriente, lo que sugiere una dependencia mayor de las existencias para cubrir las obligaciones a corto plazo. A partir de 2020, se aprecia una recuperación gradual, aunque con fluctuaciones trimestrales.

El ratio de liquidez en efectivo exhibe la mayor volatilidad de los tres indicadores. Tras un inicio modesto, experimenta un incremento sustancial en el segundo trimestre de 2017, similar a los otros ratios. No obstante, su valor disminuye considerablemente en los trimestres siguientes, mostrando una tendencia a la baja hasta finales de 2019. A partir de 2020, se observa una mejora progresiva, alcanzando valores más altos, aunque con variaciones trimestrales considerables.

Coeficiente de liquidez corriente

Presenta una alta volatilidad, con un pico significativo en 2017 seguido de una estabilización en torno a 1.0 y fluctuaciones posteriores.

Ratio de liquidez rápida

Muestra un patrón similar al coeficiente de liquidez corriente, pero con valores consistentemente más bajos, indicando una menor capacidad para cubrir las obligaciones a corto plazo con activos líquidos.

Ratio de liquidez en efectivo

Es el indicador más volátil, con un aumento pronunciado en 2017 y una posterior disminución, seguido de una recuperación a partir de 2020.

En resumen, los datos sugieren una mejora en la liquidez a partir de 2020, aunque con fluctuaciones trimestrales que requieren un análisis más profundo para determinar sus causas subyacentes. La disparidad entre los tres ratios indica una gestión de activos que puede variar en su enfoque entre la liquidez general, la liquidez rápida y la disponibilidad inmediata de efectivo.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la composición del balance. Se observa una fluctuación considerable en el activo circulante a lo largo del período analizado.

Activo Circulante

Inicialmente, el activo circulante experimenta una disminución entre el cuarto trimestre de 2016 y el primer trimestre de 2017. Posteriormente, se registra un aumento sustancial en el segundo trimestre de 2017, seguido de una estabilización relativa hasta finales de 2017. A partir de 2018, se observa una tendencia general a la disminución del activo circulante, con fluctuaciones trimestrales, hasta el primer trimestre de 2019. Un incremento notable se produce en el cuarto trimestre de 2019, continuando con un crecimiento en los trimestres siguientes hasta alcanzar un máximo en el cuarto trimestre de 2020. Finalmente, se aprecia una ligera disminución en el primer trimestre de 2021, seguida de fluctuaciones y un nuevo aumento en el cuarto trimestre de 2021, para luego disminuir nuevamente en el primer trimestre de 2022.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente muestra una disminución inicial entre el cuarto trimestre de 2016 y el segundo trimestre de 2017. A partir del tercer trimestre de 2017, se observa un aumento constante hasta el segundo trimestre de 2018. Posteriormente, se mantiene relativamente estable, con ligeras fluctuaciones, hasta el final de 2019. En el primer trimestre de 2020, se registra una disminución significativa, seguida de un aumento gradual en los trimestres siguientes. A finales de 2020, el pasivo corriente se estabiliza y muestra fluctuaciones menores en 2021 y 2022.

Coeficiente de Liquidez Corriente

El coeficiente de liquidez corriente presenta una volatilidad considerable. Inicialmente, se mantiene en un rango bajo, alrededor de 1.14 a 1.22. Un aumento drástico se observa en el segundo trimestre de 2017, alcanzando valores superiores a 5.5. Posteriormente, el coeficiente disminuye a 1.54 y 1.7 en los trimestres siguientes. A partir de 2018, el coeficiente fluctúa entre 0.96 y 1.86, mostrando una tendencia general a la estabilización en un rango entre 1.0 y 1.5. Se observa una ligera disminución en el primer trimestre de 2019, seguida de un aumento en el cuarto trimestre de 2019 y fluctuaciones posteriores. El coeficiente alcanza un máximo de 1.86 en el cuarto trimestre de 2020, para luego disminuir y estabilizarse en un rango entre 1.2 y 1.5 en 2021 y 2022.

En resumen, la empresa experimenta variaciones significativas en sus activos y pasivos circulantes, lo que impacta directamente en su capacidad de cubrir sus obligaciones a corto plazo, reflejado en las fluctuaciones del coeficiente de liquidez corriente. La volatilidad observada sugiere la necesidad de un análisis más profundo de los factores que impulsan estas variaciones.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la composición de activos y pasivos, así como en la capacidad de pago a corto plazo.

Activos Rápidos

Se observa una fluctuación considerable en el total de activos rápidos a lo largo del período analizado. Inicialmente, se registra una disminución desde el último trimestre de 2016 hasta el primer trimestre de 2017. Posteriormente, se experimenta un aumento sustancial en el segundo trimestre de 2017, seguido de una estabilización y ligera disminución hasta finales de 2018. A partir de finales de 2019, se aprecia un incremento notable, que continúa a lo largo de 2020 y 2021, para luego mostrar una ligera reducción en 2022.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente presenta una tendencia general al alza durante la mayor parte del período. Se observa una disminución inicial desde el último trimestre de 2016 hasta el segundo trimestre de 2017, pero a partir de ese momento, el pasivo corriente aumenta de manera constante hasta finales de 2018. Posteriormente, se registra una disminución en 2019, seguida de un nuevo aumento en 2020. En 2021 y 2022, se observa una ligera disminución, aunque los niveles se mantienen elevados en comparación con los primeros años del período.

Ratio de Liquidez Rápida

El ratio de liquidez rápida exhibe una volatilidad significativa. Inicialmente, se mantiene en niveles bajos, alrededor de 0.53 a 0.54, hasta el primer trimestre de 2017. A partir del segundo trimestre de 2017, se produce un aumento drástico a 4.77, que se mantiene constante hasta el cuarto trimestre de 2017. Posteriormente, el ratio disminuye gradualmente hasta alcanzar valores alrededor de 0.43 a 0.46 en 2019. A finales de 2019 y durante 2020, se observa una recuperación, alcanzando un máximo de 1.12 en el tercer trimestre de 2020. Finalmente, el ratio experimenta una ligera disminución en 2021 y 2022, situándose en torno a 0.63 a 0.85.

En resumen, la evolución del ratio de liquidez rápida sugiere cambios importantes en la gestión de activos y pasivos a corto plazo. El aumento significativo en 2017 y 2020 podría indicar una mejora en la capacidad de pago a corto plazo, mientras que las fluctuaciones posteriores podrían reflejar ajustes en la estrategia financiera o cambios en las condiciones del mercado.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la gestión de activos y pasivos corrientes. Se observa una fluctuación considerable en los activos totales en efectivo a lo largo del período analizado.

Activos totales en efectivo

Inicialmente, se registra un valor de 937 millones de dólares en diciembre de 2016. Posteriormente, experimenta un aumento notable hasta alcanzar los 1524 millones de dólares en diciembre de 2017. A partir de este punto, se observa una disminución gradual hasta los 1046 millones de dólares en diciembre de 2018. En 2019, se mantiene una relativa estabilidad, con fluctuaciones menores. En 2020, se aprecia un incremento significativo, alcanzando los 3922 millones de dólares en diciembre. Finalmente, en 2021 y 2022, se registra una disminución, situándose en 3335 millones de dólares en marzo de 2022.

En cuanto al pasivo corriente, se identifica una tendencia general al alza durante el período.

Pasivo corriente

El pasivo corriente comienza en 4570 millones de dólares en diciembre de 2016 y aumenta progresivamente, alcanzando un máximo de 8755 millones de dólares en diciembre de 2019. Aunque presenta fluctuaciones trimestrales, la tendencia general es ascendente. En 2020 y 2021, se observa una estabilización relativa, con valores que oscilan entre 5376 y 7749 millones de dólares. En marzo de 2022, se registra un valor de 6626 millones de dólares.

El ratio de liquidez en efectivo muestra una volatilidad considerable, lo que sugiere cambios en la capacidad de la entidad para cubrir sus obligaciones a corto plazo con activos líquidos.

Ratio de liquidez en efectivo

El ratio comienza en 0.21 en diciembre de 2016, disminuye a 0.14 en marzo de 2017, y luego experimenta un aumento drástico a 4.24 en junio de 2017, manteniéndose en ese nivel hasta septiembre de 2017. Posteriormente, el ratio disminuye significativamente, fluctuando entre 0.1 y 0.5 a lo largo del período. En diciembre de 2020, alcanza un valor de 0.73, y en marzo de 2022 se sitúa en 0.31.

La combinación de la evolución de los activos en efectivo y el pasivo corriente, reflejada en el ratio de liquidez en efectivo, indica una gestión de la liquidez que ha experimentado cambios importantes a lo largo del tiempo. El aumento del pasivo corriente, junto con las fluctuaciones en los activos en efectivo, requiere un seguimiento continuo para evaluar la estabilidad financiera.