Estructura del balance: activo
Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2023-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2019-12-31).
- Efectivo y equivalentes de efectivo
- La proporción de efectivo y equivalentes de efectivo en relación con los activos totales muestra cierta estabilidad, oscilando alrededor del 8.2% al 8.9% en los años analizados. Hubo un aumento significativo en 2020, alcanzando un 13.81%, pero posteriormente se estabilizó en niveles cercanos al 8-9%. Esto indica una gestión consistente en la disponibilidad de liquidez en relación con la estructura total de activos.
- Inversiones a corto plazo
- Estas inversiones presentan una tendencia creciente, pasando de un 0.16% en 2019 a un 1.12% en 2023, lo que refleja una ampliación progresiva en la asignación de recursos en instrumentos de inversión a corto plazo. La presencia de estos activos en aumento sugiere una estrategia para aumentar los ingresos por intereses o gestionar eficazmente la liquidez excedente.
- Efectivo, equivalentes y inversiones a corto plazo
- El conjunto de estos activos líquidos y disponibles se mantiene en torno al 8.4% en 2019, creciendo notablemente en 2020 hasta el 14.1%. A partir de ese pico, la proporción se estabiliza en cerca del 10%, indicando una consolidación de la posición de liquidez y activos fácilmente convertibles en efectivo.
- Cuentas por cobrar, menos provisiones
- Este concepto representa aproximadamente el 15.83% al 17.17% de los activos totales en los años considerados. La tendencia sugiere una relativa estabilidad, con un ligero incremento en 2021 y 2022, y una disminución en 2023, lo que puede indicar una gestión equilibrada en las políticas de crédito y cobranza.
- Inventarios
- Su participación en los activos totales aumenta de 12.11% en 2019 a un máximo de 13.66% en 2022, seguida de una ligera disminución en 2023. La tendencia sugiere una gestión cuidadosa del inventario, acorde con cambios en la demanda o en la estrategia de producción.
- Gastos pagados por adelantado y otros activos corrientes
- Estos representan una proporción estable, con un ligero incremento en 2020 y 2023, en torno al 2.3%. La estabilidad indica una política de desembolsos y prepagos consistente en los períodos analizados.
- Activo circulante
- La participación del activo circulante en los activos totales fluctúa entre 38.94% en 2019 y 44.54% en 2020, disminuyendo posteriormente y estabilizándose alrededor del 40-42%. La tendencia evidencia un aumento en 2020, posiblemente relacionado con una mayor liquidez o cambios en la estructura operacional, seguido de una moderada reducción y estabilización.
- Inmovilizado material, neto
- Este activo representa aproximadamente entre el 8.01% y 9.24% del total de activos, con una ligera tendencia decreciente en 2020 y 2021 y un retorno cercano en 2023. La estabilidad relativa sugiere un nivel constante de inversión en activos físicos a largo plazo.
- Buena voluntad
- Su porcentaje en los activos totales presenta una tendencia decreciente desde 45% en 2019 a cerca del 42-43% en 2021-2023. La fluctuación puede reflejar amortizaciones, deterioros o cambios en la valoración de activos intangibles relacionados con fusiones o adquisiciones pasadas.
- Otros activos intangibles, netos
- Estos activos muestran una participación en torno al 3.2% - 5.16%, con incremento en 2021 y una estabilización en 2023. La tendencia indica inversión continua en activos intangibles, complementando la cartera de activos no físicos.
- Otros activos a largo plazo
- Su porcentaje se mantiene estable entre 2.72% y 3.02%, señalando una gestión prudente y equilibrada en los activos no corrientes diversos.
- Activos a largo plazo
- Su participación en los activos totales fluctúa en torno al 55.46% en 2020 y al 58.64% en 2023. La tendencia indica una ponderación constante en activos a largo plazo, sugiriendo una estrategia de inversión en activos que generan beneficios en el largo plazo.