LyondellBasell Industries N.V. (NYSE:LYB)

El análisis de los datos revela tendencias diferenciadas en los indicadores de liquidez a lo largo del período examinado.

Coeficiente de Liquidez Corriente

Se observa una relativa estabilidad en el coeficiente de liquidez corriente durante el período 2015-2017, oscilando entre 2.11 y 2.46. A partir de 2018, se aprecia una disminución progresiva, alcanzando valores de 1.47 en los dos últimos trimestres analizados. Esta reducción sugiere una menor capacidad para cubrir las obligaciones a corto plazo con los activos corrientes.

Ratio de Liquidez Rápida

El ratio de liquidez rápida presenta una trayectoria similar al coeficiente de liquidez corriente, aunque con menor magnitud en las fluctuaciones. Se mantiene relativamente estable entre 1.04 y 1.33 hasta el final de 2017. Posteriormente, se registra un descenso constante, llegando a 0.64 y 0.68 en los trimestres finales de 2018 y 2019, respectivamente. Esta tendencia indica una disminución en la capacidad de pago inmediato de las obligaciones, excluyendo los inventarios.

Ratio de Liquidez en Efectivo

El ratio de liquidez en efectivo muestra la mayor volatilidad de los tres indicadores. Inicialmente, se sitúa alrededor de 0.6, pero experimenta una caída significativa en el último trimestre de 2015. A pesar de algunas recuperaciones temporales, la tendencia general es descendente, con un descenso pronunciado a partir de 2018. Los valores finales de 0.11 y 0.18 indican una capacidad muy limitada para cubrir las obligaciones a corto plazo únicamente con los activos más líquidos.

En resumen, los datos sugieren un deterioro progresivo de la liquidez de la entidad a lo largo del tiempo, especialmente a partir de 2018. La disminución en los tres ratios analizados indica una creciente dificultad para hacer frente a las obligaciones financieras a corto plazo, lo que podría requerir una atención cuidadosa en la gestión del capital de trabajo.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la composición del balance y la liquidez a lo largo del período examinado.

Activo Circulante

Se observa una fluctuación en el activo circulante. Inicialmente, presenta un incremento desde el primer trimestre de 2015 hasta el segundo trimestre de 2015, seguido de una disminución gradual hasta el último trimestre de 2015. Posteriormente, se registra un repunte en el primer trimestre de 2016, manteniendo una relativa estabilidad durante los siguientes trimestres. A partir del primer trimestre de 2017, se aprecia una tendencia al alza, alcanzando su punto máximo en el último trimestre de 2017. En 2018, se observa una disminución, seguida de una ligera recuperación en el segundo trimestre de 2019.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente muestra una dinámica similar, con fluctuaciones a lo largo del tiempo. Se observa un incremento inicial hasta el segundo trimestre de 2015, seguido de una disminución notable en el tercer y cuarto trimestre de 2015. En 2016, se mantiene relativamente estable, aunque con ligeras variaciones. A partir de 2017, se registra un aumento constante, especialmente pronunciado en el último trimestre de 2018 y el segundo trimestre de 2019.

Coeficiente de Liquidez Corriente

El coeficiente de liquidez corriente, calculado a partir del activo y pasivo circulante, se mantiene generalmente por encima de 2.0 durante la mayor parte del período. Se observa una ligera disminución en 2016, seguida de una recuperación en 2017. Sin embargo, a partir del primer trimestre de 2018, se registra una tendencia a la baja, llegando a valores de 1.47 en el último trimestre de 2018 y el segundo trimestre de 2019. Esta disminución sugiere una posible reducción en la capacidad de la entidad para cubrir sus obligaciones a corto plazo.

En resumen, si bien la entidad ha mantenido un nivel de liquidez aparentemente adecuado durante la mayor parte del período analizado, la tendencia decreciente del coeficiente de liquidez corriente en los últimos trimestres requiere una atención particular. La evolución del activo y pasivo circulante, con un aumento más pronunciado del pasivo en los últimos períodos, contribuye a esta disminución.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la liquidez de la entidad a lo largo del período examinado.

Activos Rápidos

Se observa una fluctuación considerable en el total de activos rápidos. Inicialmente, se registra un aumento desde 6185 US$ millones en marzo de 2015 hasta 6690 US$ millones en junio del mismo año. Posteriormente, se produce una disminución notable hasta alcanzar 4512 US$ millones en diciembre de 2015. A partir de 2016, se aprecia una recuperación gradual, con un pico de 7208 US$ millones en diciembre de 2017. Sin embargo, en 2018 y 2019, se identifica una tendencia a la baja, finalizando en 5118 US$ millones en junio de 2019.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente muestra una evolución más estable, aunque también presenta variaciones. Se observa un incremento inicial desde 5060 US$ millones en marzo de 2015 hasta 5229 US$ millones en junio de 2015. A continuación, se registra una disminución hasta 4349 US$ millones en diciembre de 2015. A partir de 2016, el pasivo corriente se mantiene relativamente estable, con fluctuaciones menores, hasta alcanzar 7538 US$ millones en junio de 2019, lo que representa el valor más alto del período analizado.

Ratio de Liquidez Rápida

El ratio de liquidez rápida exhibe una volatilidad considerable. Inicialmente, se sitúa en 1.22 en marzo de 2015, aumentando ligeramente hasta 1.28 en junio de 2015. Posteriormente, experimenta una disminución hasta 1.04 en diciembre de 2015. A partir de 2016, el ratio se recupera gradualmente, alcanzando un máximo de 1.47 en marzo de 2018. No obstante, se observa una caída pronunciada en 2018 y 2019, situándose en 0.68 en junio de 2019. Esta disminución sugiere un deterioro en la capacidad de la entidad para cubrir sus obligaciones a corto plazo con sus activos más líquidos.

En resumen, si bien los activos rápidos muestran fluctuaciones, la tendencia general del ratio de liquidez rápida indica una disminución en la capacidad de la entidad para hacer frente a sus pasivos corrientes a corto plazo, especialmente en los últimos períodos analizados.

El análisis de los datos financieros revela tendencias significativas en la gestión de activos y pasivos corrientes a lo largo del período examinado.

Activos totales en efectivo

Se observa una fluctuación considerable en los activos totales en efectivo. Inicialmente, se registra un nivel elevado, superando los 3000 millones de dólares, con un pico en el segundo trimestre de 2015. Posteriormente, se experimenta una disminución notable hasta finales de 2015. A partir de 2016, se aprecia una recuperación, aunque con variaciones trimestrales. En 2017 y el primer trimestre de 2018, los valores se mantienen relativamente estables, para luego disminuir drásticamente en el segundo y tercer trimestre de 2018, continuando con valores bajos hasta el segundo trimestre de 2019.

Pasivo corriente

El pasivo corriente muestra una tendencia general al alza durante el período analizado. Se observa un incremento constante desde 2015 hasta 2018, superando los 7000 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2018. Aunque presenta fluctuaciones trimestrales, la tendencia predominante es ascendente, indicando un aumento en las obligaciones a corto plazo.

Ratio de liquidez en efectivo

El ratio de liquidez en efectivo presenta una disminución general a lo largo del tiempo. Inicialmente, se sitúa en torno a 0.6, pero experimenta un descenso progresivo, alcanzando mínimos en el tercer trimestre de 2018 (0.11) y en el primer trimestre de 2019 (0.18). Esta disminución sugiere una menor capacidad para cubrir las obligaciones corrientes con los activos en efectivo disponibles. Se observa una ligera recuperación en el segundo trimestre de 2019, pero el ratio se mantiene en niveles bajos en comparación con los valores iniciales. La correlación inversa entre los activos en efectivo y el pasivo corriente es evidente en la evolución de este ratio.

En resumen, los datos indican una disminución en la liquidez en efectivo en relación con el aumento del pasivo corriente, lo que podría implicar un mayor riesgo financiero a medida que avanza el período analizado.