LyondellBasell Industries N.V. (NYSE:LYB)

El análisis de los datos financieros revela varias tendencias en la situación de la liquidez y la posición de activos y pasivos corrientes durante el período comprendido entre 2011 y 2018.

Activo circulante

El activo circulante presenta una tendencia general de aumento a lo largo del período, empezando en 11,435 millones de dólares en 2011 y alcanzando un pico de 14,599 millones en 2013. Posteriormente, se observa una caída en 2014, con un valor de 11,645 millones, seguido de una disminución aún mayor en 2015 hasta 9,789 millones. En los años siguientes, el activo circulante se mantuvo relativamente estable, con un incremento hacia 2017 a 11,738 millones, para luego disminuir en 2018 a 10,566 millones. Esto podría indicar fluctuaciones en la liquidez a corto plazo, probablemente influenciadas por cambios en la gestión de inventarios, cuentas por cobrar o efectivo disponible.

Pasivo corriente

El pasivo corriente muestra un crecimiento progresivo a lo largo de todos los años del período, empezando en 5,018 millones de dólares en 2011 y alcanzando 5,513 millones en 2018. La tendencia indica una ampliación en las obligaciones a corto plazo, aunque con aumentos moderados en los años posteriores a 2014. Esto puede reflejar un incremento en las deudas o en las obligaciones comerciales que la compañía ha asumido para sostener sus operaciones o financiar inversiones en activos.

Coeficiente de liquidez corriente

El ratio financiero de liquidez corriente, que mide la capacidad de la empresa para cubrir sus pasivos corrientes con sus activos circulantes, evidencia fluctuaciones a lo largo del período. Inicia en 2.28 en 2011, aumenta hasta 2.65 en 2013 y permanece relativamente estable hasta 2014. Luego, en 2015 y 2016, el ratio se mantiene en niveles similares, pero en 2017 registra un aumento a 2.46, indicando una mejor posición de liquidez relativa. Sin embargo, en 2018 se observa una disminución significativa a 1.92, lo que sugiere una reducción en la capacidad de la empresa para cubrir sus pasivos a corto plazo con su activo circulante. Este descenso en 2018 podría reflejar una menor disponibilidad de recursos líquidos o un aumento en los pasivos corrientes respecto a los activos circulantes.

En conclusión, la empresa ha experimentado un crecimiento en sus activos y pasivos corrientes, aunque con una tendencia a la reducción en la ratio de liquidez en el último año analizado. La evidencia sugiere que, si bien la posición de liquidez era relativamente sólida en años anteriores, en 2018 se muestra una tensión incrementada en la capacidad de cubrir obligaciones a corto plazo, lo cual puede requerir una revisión en las estrategias de gestión de liquidez y financiamiento.