Estructura del balance: activo
Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2024-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2023-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31).
El análisis de la evolución del activo circulante revela una tendencia de reducción en su participación respecto a los activos totales, pasando del 30.88% a finales de 2021 al 24.24% en 2024. Esto puede indicar una posible movilización o utilización de estos recursos en otros activos o áreas operativas.
Por otro lado, los efectivo y equivalentes de efectivo muestran una tendencia de disminución en su porcentaje de los activos totales, desde un 16.8% en 2021 hasta un 7.15% en 2024, después de haber alcanzado un pico en 2021. Además, los efectivo restringido y equivalentes comienzan a tomar relevancia en 2022, alcanzando un 2.3% en 2024, aunque con variaciones menores en los años intermedios. Esto puede reflejar cambios en las políticas de liquidez o en las restricciones asociadas a ciertos fondos.
Los inventarios continúan en aumento como porcentaje respecto a los activos totales, elevándose del 9.36% en 2021 al 12.41% en 2024. Este patrón podría estar asociado a una acumulación de inventarios, posiblemente en respuesta a cambios en las operaciones o a expectativas de mayor producción o ventas futuras.
Los activos por derecho de uso de arrendamiento operativo muestran una tendencia de incremento, alcanzando un 1.56% en 2024, en contraste con valores menores en años anteriores. Esto indica una mayor presencia de activos arrendados, reflejando posiblemente una estrategia de optimización del balance mediante contratos de arrendamiento.
En contraste, los activos intangibles mantienen una participación relativamente estable y moderada, en torno al 0.78% a 0.95% del total, sugiriendo una inversión constante en activos no físicos.
Los activos fiduciarios restringidos y las liquidaciones tributarias impugnadas presentan una tendencia a la disminución en su participación porcentual, lo cual puede interpretarse como una reducción en activos con restricciones legales o en procesos legales impugnados.
Las inversiones muestran un incremento significativo en su porcentaje de los activos totales, pasando del 0.48% en 2021 al 1.01% en 2024, posiblemente reflejando una estrategia de diversificación o expansión en activos financieros.
Los acuerdos de computación en la nube comienzan a representar una pequeña proporción en 2022 y aumentan en 2024, señalando una tendencia hacia la adopción de tecnologías digitales y nuevas inversiones en infraestructura tecnológica.
El componente de activos no corriente mantiene una participación elevada y relativamente estable, superior al 69% en todos los años, llegando a un 75.76% en 2024, en línea con la naturaleza de la actividad minera y de exploración en la que predominan los activos a largo plazo.
Finalmente, se observa una ligera disminución en la participación de otros activos en relación con los activos totales, lo que puede deberse a una reasignación o reestructuración de ciertos recursos.