Estructura del balance: pasivo y patrimonio contable
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Baxter International Inc., estructura del balance consolidado: pasivos y patrimonio contable (datos trimestrales)
Basado en los informes: 10-Q (Fecha del informe: 2016-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2016-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2015-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2015-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2015-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2015-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2014-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2014-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2014-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2014-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2013-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2013-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2013-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2013-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2012-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2012-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2012-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2012-03-31), 10-K (Fecha del informe: 2011-12-31), 10-Q (Fecha del informe: 2011-09-30), 10-Q (Fecha del informe: 2011-06-30), 10-Q (Fecha del informe: 2011-03-31).
El análisis de las tendencias en los datos financieros trimestrales revela varios patrones relevantes. En primer lugar, la proporción del pasivo a corto plazo en relación con el pasivo total y patrimonio neto muestra un incremento notable en diferentes períodos, alcanzando picos significativos durante 2012 y 2015, con valores que superan el 8%. Esto indica una mayor dependencia de financiamiento a corto plazo en ciertos momentos del período analizado, aunque también se observa una disminución posterior, sugiriendo una posible estrategia de repago o reestructuración de la deuda a corto plazo.
En contraste, la proporción de vencimientos actuales de deuda a largo plazo y obligaciones de arrendamiento fluctúa en torno al 1% a 4.9%, con picos en algunos trimestres, en particular en 2012 y 2014. Esto puede reflejar cambios en la estructura de reclasificación de los vencimientos o en la gestión del vencimiento de deuda a largo plazo.
Las cuentas por pagar y pasivos devengados mantienen una participación cercana a la tercera parte del pasivo total y patrimonio, con una tendencia gradual a la baja desde around 22% hasta aproximadamente 13-15% hacia finales del período, indicando una posible mejora en la gestión de pasivos corrientes o una reducción en obligaciones de corto plazo.
Por otro lado, los pasivos corrientes como porcentaje del pasivo total muestran fluctuaciones, alcanzando valores máximos cercanos a 29%, especialmente en los últimos trimestres analizados, sugiriendo incrementos en obligaciones inmediatas en ciertos momentos, aunque en general persiste una tendencia de estabilización.
El componente de deuda a largo plazo, excluyendo los vencimientos actuales, presenta una tendencia curva, con valores que oscilan entre aproximadamente 11.92% en 2016 y picos cercanos al 36% en 2012, lo cual indica períodos en los cuales la estructura de financiamiento a largo plazo fue más o menos enraizada en deuda no vencida en ese período.
La proporción de otros pasivos a largo plazo en relación con el pasivo total y patrimonio se mantiene relativamente estable, oscilando entre 10% y 16%, sugiriendo cierta constancia en este componente de pasivos que pueden corresponder a obligaciones específicas no relacionadas con la deuda principal.
El porcentaje de pasivos no corrientes exhibe una tendencia general al alza, alcanzando valores de hasta más del 52%, particularmente en momentos de mayor actividad de pasivos a largo plazo, lo que refleja una estructura de financiamiento que se inclina hacia obligaciones no vencidas a corto plazo, siendo un indicador de mayor apalancamiento a largo plazo en ciertos períodos, aunque también presenta periodos en que disminuye, posiblemente debido a amortizaciones o restructuraciones.
El pasivo total, como porcentaje del pasivo total y patrimonio, muestra una tendencia ascendente desde aproximadamente 46.75% en junio de 2016 hasta niveles cercanos al 73%, evidenciando un incremento en la utilización de pasivos en relación con el patrimonio, lo cual puede tener implicaciones en el apalancamiento financiero.
En cuanto al patrimonio neto total, su participación relativa respecto al pasivo total y patrimonio muestra una tendencia de aumento hacia finales del período, alcanzando valores por encima del 50%, lo que indica una mejora en la estructura de capital con un incremento en las utilidades retenidas y una disminución relativa de las acciones en tesorería.
Las utilidades retenidas exhiben una tendencia claramente creciente, desde aproximadamente 44% en 2013 hasta más del 87% en 2016, señalando acumulación de reservas y una política de retención de beneficios más sólida en los períodos recientes.
El otro resultado (pérdida) integral acumulado presenta fluctuaciones, aunque en general muestra una tendencia negativa en los primeros años, llegando a valores de -26.3%, y posteriormente una ligera recuperación hacia periodos más recientes, reflejando volatilidad en elementos de ingresos y gastos integrales no operativos.
Las acciones ordinarias en circulación en relación con el pasivo total y patrimonio mantienen una participación cercana a 2.5% - 4.3%, con ligeras variaciones, mientras que las acciones en tesorería muestran una tendencia a incrementar su porcentaje negativo, alcanzando valores superiores a -49%, lo cual puede reflejar esfuerzos de recompra o gestión de capital propio.
Finalmente, los datos del capital adicional aportado muestran una tendencia fluctuante, con incrementos en algunos periods y disminuciones en otros, mientras que las utilidades retenidas continúan en ascenso, sugiriendo una estrategia de financiamiento principalmente a través de las reservas y las ganancias acumuladas en lugar de emisión de nuevas acciones en algunos períodos.
En síntesis, la estructura financiera indica una dependencia variable del corto y largo plazo, con ciertos picos en deuda y pasivos que podrían responder a necesidades de financiamiento temporales o estratégicos. La mejora sustancial en el patrimonio y las utilidades retenidas en los últimos años apuntan a una posición financiera más sólida y a una política de retención de beneficios que fortalece la capitalización de la entidad.