Accenture PLC (NYSE:ACN)

El análisis de los datos revela tendencias diferenciadas en los indicadores de liquidez a lo largo del período examinado.

Coeficiente de Liquidez Corriente

Se observa una fluctuación moderada. Inicialmente, el ratio se mantuvo relativamente estable alrededor de 1.38-1.45 durante los primeros cinco trimestres. Posteriormente, experimentó un descenso gradual hasta alcanzar valores mínimos de 1.22-1.23. A partir de ese punto, se aprecia una recuperación, superando nuevamente el valor inicial de 1.39 en el último período analizado, con un pico de 1.48. Esta evolución sugiere una capacidad variable para cubrir las obligaciones a corto plazo, con una mejora reciente.

Ratio de Liquidez Rápida

Este indicador muestra una trayectoria similar al coeficiente de liquidez corriente, aunque con valores generalmente inferiores. Se mantuvo relativamente estable en los primeros trimestres, descendiendo significativamente a partir del período comprendido entre febrero de 2021 y mayo de 2022, alcanzando mínimos de 1.03 y 0.98. Posteriormente, se observa una recuperación notable, llegando a valores de 1.33 en los últimos trimestres. Esta dinámica indica una dependencia creciente de las existencias para cumplir con las obligaciones inmediatas, seguida de una mejora en la capacidad de pago con activos más líquidos.

Ratio de Liquidez en Efectivo

Este ratio presenta la mayor volatilidad de los tres. Inicialmente, se situó alrededor de 0.5, experimentando un aumento hasta 0.68. A partir de noviembre de 2020, se observa un descenso pronunciado, alcanzando mínimos de 0.26 en febrero de 2025. No obstante, en los últimos trimestres se aprecia una recuperación, superando nuevamente el valor inicial y alcanzando un máximo de 0.56. Esta fluctuación sugiere una gestión activa de la tesorería, con periodos de mayor disponibilidad de efectivo seguidos de periodos de menor liquidez inmediata.

En resumen, los datos indican una variabilidad en la liquidez a lo largo del tiempo, con una tendencia general a la mejora en los últimos trimestres analizados. La recuperación observada en los tres ratios sugiere una mayor capacidad para hacer frente a las obligaciones a corto plazo, aunque el ratio de liquidez en efectivo sigue siendo relativamente bajo en comparación con los otros dos.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la composición del balance. Se observa una evolución constante en el activo circulante y el pasivo corriente a lo largo del período analizado.

Activo Circulante

El activo circulante muestra una tendencia general al alza, con fluctuaciones trimestrales. Inicialmente, se registra un valor de 15606104, experimentando un descenso leve en el siguiente período. Posteriormente, se observa un crecimiento sostenido hasta alcanzar un máximo de 21144858. A partir de este punto, se aprecia una ligera disminución, seguida de un nuevo incremento que culmina en 28900689. Esta trayectoria sugiere una gestión activa de los activos a corto plazo, posiblemente influenciada por las necesidades operativas y las condiciones del mercado.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente también presenta una tendencia ascendente, aunque con una mayor volatilidad que el activo circulante. Comienza en 11199408 y aumenta de manera constante hasta 18009038. A pesar de algunas disminuciones trimestrales, la dirección general es de crecimiento, lo que podría indicar un aumento en las obligaciones a corto plazo. El valor final registrado es de 20352097.

Coeficiente de Liquidez Corriente

El coeficiente de liquidez corriente, calculado a partir del activo y pasivo circulante, se mantiene relativamente estable en un rango entre 1.1 y 1.48 durante la mayor parte del período. Inicialmente, se sitúa alrededor de 1.38-1.45, indicando una buena capacidad para cubrir las obligaciones a corto plazo con los activos circulantes. Se observa una disminución a 1.1 en algunos trimestres, seguida de una recuperación. El valor final se sitúa en 1.42, lo que sugiere una posición de liquidez sólida. Las fluctuaciones en este ratio reflejan los cambios en la relación entre activos y pasivos corrientes, y pueden ser indicativas de la gestión del capital de trabajo.

En resumen, los datos indican una expansión general tanto en activos como en pasivos circulantes, con un coeficiente de liquidez corriente que se mantiene en niveles aceptables. La volatilidad observada en el pasivo corriente y el coeficiente de liquidez sugiere la necesidad de un monitoreo continuo de la gestión del capital de trabajo.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la composición de activos y pasivos, así como en la liquidez de la entidad.

Activos Rápidos

Se observa una trayectoria general ascendente en el total de activos rápidos a lo largo del período analizado. Tras fluctuaciones iniciales, se registra un incremento constante desde el 30 de noviembre de 2019 hasta el 31 de mayo de 2024. Posteriormente, se aprecia una ligera disminución en el 30 de noviembre de 2024, seguida de un nuevo aumento hasta el 31 de agosto de 2025, alcanzando el valor más alto del período.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente muestra un incremento sostenido desde el 30 de noviembre de 2019 hasta el 31 de mayo de 2023. A partir de esta fecha, se observa una tendencia a la estabilización, con fluctuaciones menores, aunque con un repunte significativo en el 31 de mayo de 2025.

Ratio de Liquidez Rápida

El ratio de liquidez rápida presenta una variabilidad considerable. Inicialmente, se mantiene relativamente estable entre 1.25 y 1.34 hasta febrero de 2021. Posteriormente, experimenta un descenso hasta alcanzar un mínimo de 0.98 en febrero de 2024. No obstante, se recupera notablemente en los períodos siguientes, superando los 1.3 en mayo y agosto de 2025. Esta recuperación sugiere una mejora en la capacidad de la entidad para cubrir sus obligaciones a corto plazo con sus activos más líquidos.

En resumen, la entidad ha experimentado un crecimiento en sus activos rápidos, acompañado de un aumento en su pasivo corriente. La evolución del ratio de liquidez rápida indica periodos de mayor y menor capacidad para hacer frente a las obligaciones inmediatas, con una tendencia a la mejora en los últimos períodos analizados.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la gestión de activos y pasivos corrientes, así como en la liquidez en efectivo.

Activos totales en efectivo

Se observa una fluctuación considerable en los activos totales en efectivo a lo largo del período analizado. Inicialmente, se registra un descenso desde noviembre de 2019 hasta febrero de 2020. Posteriormente, se aprecia un aumento notable hasta agosto de 2021, alcanzando un máximo. A partir de este punto, se identifica una disminución hasta noviembre de 2021, seguida de una nueva recuperación en febrero de 2022. En los períodos siguientes, se observa una tendencia general a la estabilización, con fluctuaciones menores, hasta alcanzar un nuevo máximo en mayo de 2025.

Pasivo corriente

El pasivo corriente muestra una tendencia ascendente constante a lo largo del período. Si bien existen fluctuaciones menores, la trayectoria general indica un incremento progresivo en las obligaciones a corto plazo. El aumento más pronunciado se observa entre febrero de 2020 y mayo de 2022. A partir de noviembre de 2022, el ritmo de crecimiento se modera, pero la tendencia al alza persiste hasta mayo de 2025.

Ratio de liquidez en efectivo

El ratio de liquidez en efectivo presenta una volatilidad considerable. Inicialmente, se mantiene en un rango relativamente estable, alrededor de 0.50. A partir de mayo de 2020, se observa un aumento significativo, alcanzando un máximo en agosto de 2020. Posteriormente, el ratio experimenta un descenso pronunciado hasta febrero de 2022, situándose en niveles mínimos. A partir de este punto, se identifica una recuperación gradual, con fluctuaciones, hasta alcanzar valores superiores a 0.50 en mayo de 2025. La correlación inversa entre el ratio y el pasivo corriente es evidente, sugiriendo una relación entre la capacidad de cubrir las obligaciones a corto plazo y el nivel de endeudamiento a corto plazo.

En resumen, los datos indican una gestión dinámica de la liquidez, con fluctuaciones en los activos en efectivo que parecen responder a las variaciones en el pasivo corriente. El incremento sostenido del pasivo corriente requiere un monitoreo continuo para asegurar la capacidad de cumplir con las obligaciones financieras a corto plazo.