Occidental Petroleum Corp. (NYSE:OXY)

El análisis de los datos revela tendencias diferenciadas en los indicadores de liquidez a lo largo del período examinado.

Coeficiente de Liquidez Corriente

Se observa una fluctuación moderada en este ratio. Inicialmente, presenta un valor de 1.17, experimentando un incremento hasta 1.34, seguido de un descenso a 1.08. Posteriormente, se registra una recuperación a 1.23, manteniendo una relativa estabilidad en torno a 1.1 durante el año 2022. A partir de 2023, se aprecia una tendencia decreciente, alcanzando un mínimo de 0.92 en dos trimestres consecutivos, para luego mostrar una ligera recuperación en los trimestres finales de 2023 y los primeros de 2024. El ratio se mantiene relativamente estable en el rango de 0.95 a 1.05 hasta el final del período analizado, con un ligero aumento a 1.05.

Ratio de Liquidez Rápida

Este ratio muestra una mayor volatilidad que el coeficiente de liquidez corriente. Se inicia en 0.62, con un aumento significativo a 0.82, seguido de un descenso a 0.61. A lo largo de 2022, el ratio se mantiene en un rango entre 0.67 y 0.84. En 2023, se observa una caída pronunciada, llegando a un mínimo de 0.45. A partir de este punto, se registra una recuperación gradual, alcanzando 0.75 en el último trimestre de 2025. La tendencia general, sin embargo, indica una disminución de la capacidad de cubrir obligaciones a corto plazo sin depender de la venta de inventarios.

Ratio de Liquidez en Efectivo

Este indicador presenta la mayor variabilidad de los tres. Comienza en 0.26, con un pico en 0.48, seguido de un descenso a 0.23. A lo largo de 2022, el ratio disminuye progresivamente, alcanzando un mínimo de 0.13. En 2023, se observa una ligera recuperación, pero se mantiene en niveles bajos, llegando a 0.07 en dos trimestres. A partir de 2024, se registra una tendencia ascendente, alcanzando 0.27 en el último trimestre de 2025. A pesar de esta recuperación, el ratio se mantiene en niveles relativamente bajos, lo que sugiere una limitada capacidad para cubrir obligaciones inmediatas con activos líquidos.

En resumen, se identifica una tendencia general a la disminución de la liquidez a corto plazo, especialmente en lo que respecta a la capacidad de cubrir obligaciones con activos altamente líquidos. Si bien se observa una ligera recuperación en los últimos trimestres, es necesario un seguimiento continuo para evaluar la sostenibilidad de esta tendencia.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la composición del balance. Se observa una fluctuación en el activo circulante a lo largo del período analizado, con un incremento notable entre el primer y segundo trimestre de 2021, seguido de una disminución y posterior estabilización en torno a los 10.000 millones de dólares americanos hasta finales de 2022. A partir de 2023, se aprecia una reducción más pronunciada, con una recuperación parcial en el último trimestre de 2024.

El pasivo corriente muestra una dinámica similar, con un aumento considerable en el segundo trimestre de 2021 y una posterior disminución. Sin embargo, a diferencia del activo circulante, el pasivo corriente experimenta un incremento significativo en el segundo trimestre de 2022, manteniéndose en niveles elevados hasta finales de 2023. Se observa una disminución sustancial en el primer trimestre de 2025.

Coeficiente de liquidez corriente

El coeficiente de liquidez corriente presenta una trayectoria relativamente estable, oscilando principalmente entre 1.0 y 1.34. Se identifica una ligera tendencia a la baja a partir de 2022, con valores que se acercan a la unidad en algunos trimestres. A finales de 2024, se observa una mejora, superando nuevamente el valor de 1.0, y continúa en un rango similar durante 2025.

En resumen, la empresa ha experimentado variaciones en sus niveles de activos y pasivos circulantes. El coeficiente de liquidez corriente, aunque generalmente por encima de 1, muestra una tendencia decreciente que podría indicar una ligera disminución en la capacidad de cubrir las obligaciones a corto plazo, aunque se recupera parcialmente en los últimos períodos analizados. La evolución del pasivo corriente sugiere una gestión activa de las obligaciones financieras, con fluctuaciones que requieren un seguimiento continuo.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la liquidez de la entidad a lo largo del período examinado.

Activos Rápidos

Se observa una fluctuación considerable en el total de activos rápidos. Inicialmente, se registra un aumento desde 5316 en marzo de 2021 hasta 7857 en junio del mismo año, seguido de una disminución a 5536 en septiembre de 2021. Posteriormente, se aprecia una recuperación hasta 6972 en diciembre de 2021. A partir de marzo de 2022, la tendencia general es de disminución hasta alcanzar 5265 en diciembre de 2022. En 2023, se observa un ligero repunte, seguido de un incremento más pronunciado en 2024, alcanzando 6878 en diciembre. Esta tendencia continúa en 2025, con un valor de 6433 en marzo y 6378 en diciembre.

Pasivo Corriente

El pasivo corriente muestra una tendencia al alza desde 8631 en marzo de 2021 hasta un máximo de 9730 en junio de 2022. Posteriormente, se registra una disminución gradual hasta 7440 en septiembre de 2022. En 2023, se observa un nuevo aumento, llegando a 9148 en junio, seguido de una disminución a 7456 en diciembre. En 2024, el pasivo corriente se mantiene relativamente estable, con fluctuaciones menores, y en 2025 se observa una disminución significativa a 8564 en marzo y 9623 en diciembre.

Ratio de Liquidez Rápida

El ratio de liquidez rápida presenta una volatilidad considerable. Inicialmente, se observa una mejora desde 0.62 en marzo de 2021 hasta 0.82 en junio del mismo año, seguido de un descenso a 0.61 en septiembre de 2021. En diciembre de 2021, el ratio se recupera a 0.84. A partir de 2022, se registra una tendencia general a la baja, alcanzando un mínimo de 0.45 en junio de 2023. En 2024, se observa una recuperación gradual, llegando a 0.59 en diciembre. Esta tendencia positiva continúa en 2025, con un valor de 0.71 en septiembre y 0.75 en diciembre, indicando una mejora en la capacidad de la entidad para cubrir sus obligaciones a corto plazo con sus activos líquidos.

En resumen, la entidad experimenta fluctuaciones en sus activos rápidos y pasivo corriente, lo que impacta directamente en su ratio de liquidez rápida. Si bien se observa una mejora en la liquidez en los últimos períodos analizados, es crucial monitorear de cerca la evolución de estos indicadores para asegurar la estabilidad financiera a largo plazo.

El análisis de los datos financieros revela tendencias significativas en la gestión de efectivo y las obligaciones a corto plazo.

Activos totales en efectivo

Se observa una volatilidad considerable en los activos en efectivo. Inicialmente, se registra un aumento sustancial desde el primer trimestre de 2021 hasta el segundo, seguido de una disminución en el tercer trimestre. Posteriormente, se aprecia una recuperación en el cuarto trimestre de 2021, aunque con fluctuaciones continuas a lo largo de 2022 y 2023. A partir del primer trimestre de 2024, se identifica una tendencia general al alza, con un pico en el cuarto trimestre de 2024, seguido de una ligera disminución en los primeros trimestres de 2025.

Pasivo corriente

El pasivo corriente muestra una tendencia relativamente estable, con fluctuaciones moderadas a lo largo del período analizado. Se observa un incremento inicial desde el primer trimestre de 2021 hasta el segundo de 2022, seguido de una disminución gradual hasta el cuarto trimestre de 2022. A partir de 2023, se registra un aumento significativo en el primer trimestre, seguido de una estabilización y un nuevo incremento en el cuarto trimestre de 2023. En 2024, se observa una ligera disminución, con una reducción más pronunciada en el primer trimestre de 2025.

Ratio de liquidez en efectivo

El ratio de liquidez en efectivo presenta una variabilidad considerable, correlacionada con las fluctuaciones en los activos en efectivo y el pasivo corriente. Se observa un aumento inicial desde el primer trimestre de 2021 hasta el segundo, seguido de una disminución en el tercer trimestre. A lo largo de 2022 y 2023, el ratio se mantiene en niveles relativamente bajos, con un mínimo en el segundo trimestre de 2023. A partir del primer trimestre de 2024, se identifica una tendencia al alza, alcanzando un máximo en el tercer trimestre de 2024, seguido de una estabilización en los trimestres posteriores.

En resumen, la entidad experimenta fluctuaciones significativas en su posición de efectivo, lo que impacta directamente en su capacidad para cubrir sus obligaciones a corto plazo. La tendencia general en el ratio de liquidez en efectivo sugiere una mejora en la capacidad de pago a partir de 2024, aunque es necesario monitorear de cerca la evolución de los activos en efectivo y el pasivo corriente para confirmar esta tendencia.