Balance general: pasivo y capital contable
El balance general proporciona a los acreedores, inversores y analistas información sobre los recursos (activos) de la empresa y sus fuentes de capital (su patrimonio y pasivos). Normalmente, también proporciona información sobre la capacidad de ganancias futuras de los activos de una empresa, así como una indicación de los flujos de efectivo que pueden provenir de cuentas por cobrar e inventarios.
Los pasivos representan las obligaciones de una empresa derivadas de acontecimientos pasados, cuya liquidación se espera que dé lugar a una salida de beneficios económicos de la entidad.
Basado en los informes: 10-K (Fecha del informe: 2022-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2021-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2020-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2019-12-31), 10-K (Fecha del informe: 2018-12-31).
- Ingresos diferidos
- Los ingresos diferidos muestran un incremento significativo en 2020 en comparación con el año anterior, alcanzando los 1,689 millones de dólares, desde los 1,375 millones en 2019. Sin embargo, en 2021 se observa una disminución a 1,118 millones, para luego experimentar un incremento pronunciado en 2022, llegando a 2,088 millones. Esto podría indicar una variación en la reconocimiento de ingresos relacionados con contratos diferidos o cambios en la transmisión de servicios a lo largo del tiempo.
- Pasivo corriente
- El pasivo corriente presenta una tendencia general al aumento a lo largo del período, con un incremento desde 2,642 millones en 2018 hasta 3,955 millones en 2022. Aunque en 2021 se observa una reducción respecto a 2020, en 2022 se registra un aumento notable, alcanzando el nivel más alto del período, lo cual puede reflejar mayor necesidad de financiamiento a corto plazo o incremento en obligaciones próximas a vencimiento.
- Deuda a largo plazo, neta
- La deuda a largo plazo muestra un crecimiento sostenido en el período, comenzando en 2,671 millones en 2018 en un rango cercano a los 3,600 millones desde 2020 hasta 2022. Esto indica una tendencia de apalancamiento financiero moderado y constante, posiblemente para financiar inversiones o expansiones a largo plazo.
- Impuestos diferidos sobre la renta, netos
- El balance de impuestos diferidos revela una fluctuación importante: en 2019 alcanza su punto más alto en 505 millones tras un valor mínimo en 2018, y después decrece en 2022 a 158 millones. La variación en los impuestos diferidos puede deberse a cambios en las diferencias temporales entre la base fiscal y contable de los activos y pasivos.
- Otros pasivos
- Este concepto muestra una tendencia a la baja, descendiendo desde 1,147 millones en 2018 hasta 816 millones en 2022. La disminución en otros pasivos podría reflejar una gestión más eficiente o cambios en la naturaleza de las obligaciones accesorias.
- Pasivo no corriente
- El pasivo no corriente presenta un incremento constante, desde 3,836 millones en 2018 hasta un pico en 2021 con 5,046 millones, para luego disminuir en 2022 a 4,585 millones. Este patrón indica una expansión en obligaciones a largo plazo, con una ligera reducción en el último año, posiblemente debido a pagos o reestructuraciones.
- Pasivo total
- El pasivo total mantiene una tendencia al alza, alcanzando los 8,140 millones en 2022 desde los 6,478 millones en 2018. La acumulación de pasivos refleja la expansión del nivel de obligaciones y la utilización de financiamiento externo para sostener las operaciones y crecimiento.
- Capital desembolsado adicional
- Este elemento revela un incremento sostenido a lo largo del período, con un aumento desde 10,963 millones en 2018 hasta 12,260 millones en 2022, indicando una mayor aportación de capital por parte de los accionistas, posiblemente para financiar expansiones o reforzar la estructura de capital.
- Utilidades retenidas
- Las utilidades retenidas muestran un crecimiento constante, con un incremento importante en 2022 a 13,171 millones desde 6,558 millones en 2018. Este patrón señala una política de acumulación de beneficios para inversión interna o fortalecimiento del patrimonio.
- Otra pérdida integral acumulada
- La pérdida integral acumulada experimenta fluctuaciones mínimas en el período, con una ligera tendencia a la alza en 2022 alcanzando -625 millones respecto a valores cercanos a -600 millones en los años anteriores, lo cual indica estabilidad en los registros de pérdidas no realizadas.
- Patrimonio neto
- El patrimonio neto refleja un incremento progresivo desde 11,357 millones en 2018 hasta 19,243 millones en 2022, impulsado principalmente por las utilidades retenidas y el aumento del capital desembolsado, señalando una mejora en la solvencia y fortaleza financiera de la entidad.
- Pasivo total y patrimonio neto
- Este indicador muestra una tendencia positiva, creciendo de 17,835 millones en 2018 a 27,383 millones en 2022, consolidando una estructura financiera en la que el patrimonio contribuye de manera significativa al total del capital utilizado en la empresa. La relación entre pasivos y patrimonio también sugiere una estrategia de apalancamiento moderada y controlada.