Marriott International Inc. (NASDAQ:MAR)

El análisis de los datos revela tendencias en los indicadores de liquidez a lo largo del período examinado.

Coeficiente de Liquidez Corriente

Se observa una fluctuación en este ratio. Inicialmente, presenta un incremento desde 0.44 en el primer trimestre de 2016 hasta 0.72 en el tercer trimestre del mismo año, seguido de un descenso gradual hasta 0.42 en el segundo trimestre de 2018. Posteriormente, se aprecia una ligera recuperación en el tercer y cuarto trimestre de 2018, y una nueva fluctuación en 2019, culminando en un aumento notable a 0.62 en el primer trimestre de 2020.

Ratio de Liquidez Rápida

Este ratio muestra un comportamiento similar al coeficiente de liquidez corriente, con un aumento inicial desde 0.38 hasta 0.56, seguido de una estabilización y fluctuaciones menores. Se identifica un descenso en el segundo trimestre de 2018 a 0.38, con una posterior recuperación en los trimestres siguientes. El último valor registrado en el primer trimestre de 2020 es de 0.59, indicando una mejora en la capacidad de cubrir obligaciones a corto plazo sin depender de la venta de inventarios.

Ratio de Liquidez en Efectivo

Este indicador presenta una volatilidad considerable. Se observa un pico en el segundo trimestre de 2016 (0.21) y en el tercer trimestre de 2016 (0.21), seguido de un descenso progresivo hasta 0.03 en el primer trimestre de 2020. No obstante, se registra un aumento significativo a 0.27 en el primer trimestre de 2020, lo que sugiere una mayor disponibilidad de efectivo para cubrir las obligaciones inmediatas en ese período.

En general, se puede inferir que la capacidad de la entidad para hacer frente a sus obligaciones a corto plazo ha experimentado variaciones a lo largo del tiempo. Si bien los ratios de liquidez corriente y rápida muestran una tendencia a fluctuar, el ratio de liquidez en efectivo presenta una mayor volatilidad. El incremento observado en los tres ratios en el primer trimestre de 2020 podría indicar una estrategia de gestión de liquidez o una respuesta a circunstancias económicas específicas.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la composición del balance. Se observa una fluctuación en el activo circulante a lo largo del período analizado, con un incremento notable en el tercer trimestre de 2016, seguido de una disminución y posterior estabilización en torno a los 3 mil millones de dólares entre 2017 y 2019. Un aumento considerable se registra en el primer trimestre de 2020.

En cuanto al pasivo corriente, se identifica una tendencia general al alza, con incrementos sustanciales en el tercer y cuarto trimestre de 2016, y continuos aumentos a lo largo de 2017 y 2018. Aunque se observa una ligera disminución en el primer trimestre de 2019, el pasivo corriente vuelve a crecer en el segundo trimestre de 2019, manteniendo niveles elevados hasta el primer trimestre de 2020.

Coeficiente de liquidez corriente

El coeficiente de liquidez corriente muestra una volatilidad considerable. Inicialmente, se observa una mejora desde 0.44 en el primer trimestre de 2016 hasta 0.72 en el tercer trimestre de 2016, seguido de un descenso y estabilización en un rango entre 0.46 y 0.60 entre 2017 y 2019. Un incremento significativo se aprecia en el primer trimestre de 2020, alcanzando 0.62. Esta fluctuación sugiere variaciones en la capacidad de la entidad para cubrir sus obligaciones a corto plazo con sus activos circulantes.

La relación entre el activo circulante y el pasivo corriente, reflejada en el coeficiente de liquidez, indica que la capacidad de pago a corto plazo ha sido variable. Los valores más bajos del coeficiente sugieren una menor capacidad para cubrir las deudas inmediatas, mientras que los valores más altos indican una mayor liquidez. El incremento observado en el primer trimestre de 2020 podría indicar una mejora temporal en la posición de liquidez.

En resumen, los datos sugieren una gestión dinámica de los activos y pasivos circulantes, con fluctuaciones que impactan directamente en la liquidez de la entidad. El análisis detallado de los factores que impulsan estas fluctuaciones requeriría información adicional sobre las operaciones y el entorno económico.

El análisis de los datos revela tendencias significativas en la composición del balance. Se observa una fluctuación en el total de activos rápidos a lo largo del período analizado, con un incremento notable desde el primer trimestre de 2016 hasta el tercer trimestre de 2016, seguido de una estabilización y posterior aumento en el último trimestre de 2018 y un incremento sustancial en el primer trimestre de 2020.

En cuanto al pasivo corriente, se identifica una tendencia general al alza durante el período, con picos en el tercer y cuarto trimestre de 2016, y nuevamente en el cuarto trimestre de 2017. A partir de ahí, se mantiene en niveles elevados, con un incremento significativo en el segundo trimestre de 2019.

Ratio de liquidez rápida

El ratio de liquidez rápida muestra una volatilidad moderada. Inicialmente, se observa una mejora desde el primer trimestre de 2016 hasta el segundo trimestre de 2016, seguida de una estabilización en torno a 0.43 a 0.53 durante varios trimestres. Se aprecia una ligera disminución en el cuarto trimestre de 2018, con una recuperación parcial en los trimestres siguientes, y un aumento considerable en el primer trimestre de 2020.

La relación entre los activos rápidos y el pasivo corriente, reflejada en el ratio de liquidez rápida, indica la capacidad de la entidad para cubrir sus obligaciones a corto plazo con sus activos más líquidos. La fluctuación de este ratio sugiere cambios en la gestión de la liquidez y en la estructura de financiamiento. El incremento observado en el ratio en el primer trimestre de 2020 podría indicar una mejora en la capacidad de pago a corto plazo, aunque es necesario considerar el contexto económico general de ese período.

En resumen, los datos sugieren una dinámica compleja en la gestión de activos y pasivos. La evolución del pasivo corriente, combinada con las fluctuaciones en los activos rápidos, impacta directamente en la capacidad de la entidad para cumplir con sus obligaciones financieras a corto plazo, tal como se refleja en el ratio de liquidez rápida.

El análisis de los datos financieros revela tendencias significativas en la gestión de activos y pasivos corrientes. Se observa una fluctuación considerable en los activos totales en efectivo a lo largo del período analizado.

Activos totales en efectivo

Inicialmente, se registra un valor de 99 millones de dólares en el primer trimestre de 2016. Posteriormente, experimenta un aumento notable, alcanzando los 1078 millones de dólares en el segundo trimestre del mismo año, seguido de una disminución gradual hasta los 225 millones de dólares en el segundo trimestre de 2019. En el primer trimestre de 2020, se observa un incremento sustancial, llegando a los 1760 millones de dólares.

En cuanto al pasivo corriente, se identifica una tendencia general al alza durante el período.

Pasivo corriente

El pasivo corriente comienza en 3247 millones de dólares en el primer trimestre de 2016 y aumenta progresivamente, alcanzando un máximo de 6677 millones de dólares en el segundo trimestre de 2019. Posteriormente, se observa una ligera disminución en el primer trimestre de 2020, situándose en 6516 millones de dólares.

El ratio de liquidez en efectivo, calculado a partir de los datos proporcionados, muestra variaciones importantes.

Ratio de liquidez en efectivo

El ratio comienza en 0.03 en el primer trimestre de 2016, experimentando un aumento significativo en el segundo trimestre de 2016 (0.21) y manteniéndose relativamente estable en los trimestres siguientes hasta el primer trimestre de 2017. A partir de ese momento, se observa una tendencia decreciente, alcanzando un mínimo de 0.03 en el primer trimestre de 2020, con una recuperación puntual en el segundo trimestre de 2020 (0.27). Esta volatilidad sugiere cambios en la capacidad de la entidad para cubrir sus obligaciones a corto plazo con activos líquidos.

En resumen, los datos indican una gestión dinámica de la liquidez, con fluctuaciones significativas en los activos en efectivo y un aumento constante del pasivo corriente. El ratio de liquidez en efectivo refleja esta dinámica, mostrando periodos de mayor y menor capacidad de cobertura de las obligaciones a corto plazo.