Estructura del balance: activo
Datos trimestrales
Basado en los informes: 10-Q (Fecha del informe: 2022-10-29), 10-Q (Fecha del informe: 2022-07-30), 10-Q (Fecha del informe: 2022-04-30), 10-K (Fecha del informe: 2022-01-29), 10-Q (Fecha del informe: 2021-10-30), 10-Q (Fecha del informe: 2021-07-31), 10-Q (Fecha del informe: 2021-05-01), 10-K (Fecha del informe: 2021-01-30), 10-Q (Fecha del informe: 2020-10-31), 10-Q (Fecha del informe: 2020-08-01), 10-Q (Fecha del informe: 2020-05-02), 10-K (Fecha del informe: 2020-02-01), 10-Q (Fecha del informe: 2019-11-02), 10-Q (Fecha del informe: 2019-08-03), 10-Q (Fecha del informe: 2019-05-04), 10-K (Fecha del informe: 2019-02-02), 10-Q (Fecha del informe: 2018-11-03), 10-Q (Fecha del informe: 2018-08-04), 10-Q (Fecha del informe: 2018-05-05), 10-K (Fecha del informe: 2018-02-03), 10-Q (Fecha del informe: 2017-10-28), 10-Q (Fecha del informe: 2017-07-29), 10-Q (Fecha del informe: 2017-04-29), 10-K (Fecha del informe: 2017-01-28), 10-Q (Fecha del informe: 2016-10-29), 10-Q (Fecha del informe: 2016-07-30), 10-Q (Fecha del informe: 2016-04-30).
Una tendencia significativa en la composición del activo circulante se observa en la proporción de efectivo y equivalentes, la cual muestra fluctuaciones importantes durante el período analizado. Inicialmente, representa aproximadamente el 14% de los activos totales, con picos del 30.47% en agosto de 2018 y un aumento notable al 25.11% en febrero de 2018, seguido de una disminución hacia finales de 2019 y 2020, llegando a valores por debajo del 6%. Estas variaciones podrían reflejar cambios en la política de caja y equivalentes o en la necesidad de liquidez durante distintos períodos económicos o operativos.
Por otro lado, las inversiones a corto plazo mostraron una tendencia decreciente tras 2017, con valores significativamente bajos en los períodos posteriores, llegando a casi desaparecer en algunos trimestres. Esto sugiere una posible liquidación de estas inversiones o una priorización de otros activos líquidos.
En cuanto a las cuentas por cobrar, mantuvieron una proporción relativamente consistente en torno al 5-8% del total, con ligeras fluctuaciones. Esto indica un control estable en la gestión de crédito y recaudación, aunque en ciertos periodos se observan leves aumentos o disminuciones.
Los inventarios de mercancías representaron una proporción significativa del activo total, con un comportamiento variable a lo largo del tiempo. Se observan picos en 2016 y 2018, llegando hasta más del 43%, mientras que en otros períodos, especialmente finales de 2019 y en 2020, estos porcentajes disminuyen considerablemente, incluso por debajo del 25%. Estas variaciones reflejan posibles cambios en la estrategia de inventarios o en la demanda del mercado.
En los otros activos corrientes, la participación relativa se mantuvo en niveles bajos y relativamente estables en torno al 2-4%, sin cambios dramáticos, sugiriendo una presencia constante de activos menores en esta categoría.
La proporción del activo circulante en el total de activos fue variable, con picos cercanos al 77% en algunos períodos y caídas por debajo del 55%, especialmente en los períodos en que los inventarios disminuyen, consolidando que la liquidez y activos de rápida conversión fueron claves en la estructura del activo.
En el segmento de activos no corrientes, la participación global oscila entre aproximadamente el 16% y 45%, siendo en ciertos períodos (como en 2019) la más alta, asociado probablemente a aumentos en bienes y equipo y en activos intangibles como la buena voluntad.
Se observa un incremento notable en la buena voluntad, que en algunos períodos llega a representar hasta el 9% del total, reflejando probablemente adquisiciones que generaron intangibles significativos. Esta tendencia a la alza en buenas voluntades evidencia posibles adquisiciones recientes o revaloraciones de activos identificados como intangibles.
En los activos de arrendamiento operativo, la presencia se confirma en algunos trimestres, con porcentajes que oscilan cerca del 12-18%, indicando una gestión activa de arrendamientos que impactan en la estructura no corriente.
El comportamiento de otros activos mostró relativa estabilidad en su porcentaje, en torno al 3-4%, sin cambios sustanciales en la composición del total de activos.
En conjunto, se perciben cambios en la estructura del balance que apuntan a una gestión flexible y adaptativa. Hay períodos en que la liquidez se prioriza, incrementándose en efectivo y equivalentes, mientras que en otros momentos se capitalizan inversiones y activos intangibles. La tendencia hacia una mayor participación de activos no corrientes en algunos períodos también podría reflejar estrategias de inversión o expansiones mediante adquisición de activos no corrientes. La estructura general muestra una gestión equilibrada entre activos líquidos, inversiones, inventarios y activos no corrientes, con variaciones que podrían estar relacionadas con condiciones del mercado, decisiones estratégicas o eventos económicos específicos durante el período analizado.